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E-BOLETÍN PSI. Vol.14, No.1, Enero 2019

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DESDE EL ESCRITORIO DEL EDITOR…
NÚMERO MONOGRÁFICO

"LEER EL ALMA DE LAS COSAS": LA PRÁCTICA DE LA PSICOMETRÍA


Bienvenidos al primer ejemplar del E-boletín Psi de 2019!

Este número en particular es el primero de una serie de ensayos monográficos. El presente es una colección de artículos históricos, biográficos, metodológicos y teóricos acerca de la psicometría, la habilidad de algunos psíquicos, sensitivos y médiums de "entrar en contacto con el pasado de un objeto" y recuperar información de éste mediante prácticas psíquicas. Aunque la palabra también remite al método mediante el cual se llevan a cabo mediciones psicológicas (como las pruebas de métodos cuantitativos en psicodiagnóstico), difiere radicalmente desde el punto de vista teórico y es -incluso- más antiguo.

Joseph Rodes Buchanan (1814-1899), un médico norteamericano y profesor de fisiología en el Instituto Médico Ecléctico de Covington en Kentucky, propuso los términos psicometría (y sarcognomía; o conocimiento "escondido") en la década de 1840 cuando se popularizó el mesmerismo y el espiritualismo. Buchanan propuso a la psicometría como una nueva "ciencia" adquirida directamente por el psicometrista y mencionada por primera vez en su libro Manual of Psychometry: Dawn of a New Civilization (Manual de Psicometría: El Amanecer de una Nueva Civilización), en el que predijo que la psicometría revolucionaría todos los otros campos de la ciencia. Aunque su profecía obviamente no se ha realizado, no cabe duda que el estudio moderno de esta habilidad ha sido largamente descuidado también en parapsicología. "Leer el alma de las cosas" es una metáfora del geólogo William Denton (1823-1883). En 1863, Denton publicó un libro titulado The Soul of Things. Denton había estudiado la presunta habilidad de su hermana, Anna Denton Cridge, quien tomaba objetos con su mano y describía las visiones que tenía en contacto con éstos.


En 1863, Denton publicó un libro titulado The Soul of Things. Denton había estudiado a su hermana,  Anna Denton Cridge, quien tomaba objetos con su mano y describía las visiones que tenía en contacto con éstos.
En 1863, Denton publicó un libro titulado The Soul of Things. Denton había estudiado a su hermana, Anna Denton Cridge, quien tomaba objetos con su mano y describía las visiones que tenía en contacto con éstos.


Este ejemplar inicia con un ensayo de Parra y Argibay que evalúa el concepto de "sensibilidad psíquica". No sólo incluyen a psi, sino también otras formas de sensibilidad, como las prácticas mediúmnicas del espirirismo, el constructor de la transliminalidad o límite "fino", las prácticas psíquicas (por ej. la visión remota, la psicometría, y la percepción extrasensorial), la sanación mental, y ciertas formas de automatismo (como la radiestesia). Todas éstas son modalidades amplias -y a menudo mixtas- de un modo de operar de la consciencia más allá de los límites ordinarios. Una experiencia telepática con otros puede confirmar la existencia de sensibilidad psíquica asi como un indicador somático (corporal) de un sanador mientras practica técnicas de imposición de manos; un meditante experimenta siddhis durante sus estados de consciencia espirituales, o un místico experimenta un contacto con Dios durante la oración o la contemplación en un templo religioso. Estos modos de conexión con una realidad trascendente involucran un grado horizontal (extrasensorial o psi) o vertical (por ej. la mediumnidad o el extasis místico) de sensibilidad psíquica. Esta sintonía fina cruza el límite, o umbral de la consciencia, que contribuye al conocimiento de otras fuentes de saber, por ejemplo, la intuición. Los autores revelan diseños experimentales que ponen a prueba la hipótesis de la existencia de estos modelos epistémicos de saber no racional.

Una de las primeras réplicas al estudio de Parra y Argibay lo condujeron Ian S. Baker, Jane Montague y Abigail Booth en el Reino Unido, quienes investigaron la posibilidad de usar la psicometría para "leer la esencia" de un objeto tocado por otra persona mediante dos condiciones: En la primera, los participantes tocaban dos objetos que luego se entregaban a un psíquico y a un "control" (no psíquico), respectivamente. Ambos debían dar información ("lecturas") a partir de sus impresiones. En la segunda, también usaron dos objetos pero se les asignaron lecturas para aquellos que se encontraban en la primera condición, o sea, una lectura falsa. Un resultado relevante es que las lecturas de los "controles" (no psíquicos) se calificaron como más precisas que las de los psíquicos (en contra de lo hipotetizado). Finalmente, los autores llevaron a cabo un análisis temático que reveló que tres temas y diferencias estilísticas entre ambos grupos producían más declaraciones al "estilo Barnum", esto es, ambiguedades que en realidad se evalúan como lecturas psíquicas genuinas, en los psíquicos en comparación con los no psíquicos.

El parapsicólogo americano William Roll (1926-2012) teorizó que la memoria está mediatizada por la percepción extrasensorial, por ejemplo, en la práctica de la psicometría, los médiums y los psíquicos parecen (mentalmente) "recordar" impresiones o "huellas" asociadas con esos recuerdos. Los dueños de ciertos objetos y las apariciones de personas fallecidas, y algunos casos de reencarnación en los cuales un niño pequeño "recuerda" espontáneamente o comienza a hablar sobre los recuerdos de una vida anterior como otro individuo, pueden sugerir una "impresión" o una huella asociada con una persona fallecida que el niño recuerda. Según Roll, en algún lugar autónomo de la personalidad, la conciencia de una persona sobrevive más allá de su muerte. Este tipo de huella no necesariamente debe estar imbuida o controlada por la conciencia de esa persona, sino más bien como una "imagen secundaria" mental o residual de la persona que se ha quedado cerca de un determinado objeto o lugar.

Zofia Weaver escribe una biografía del ingeniero polaco Stefan Ossowiecki (1877–1944) que fue reconocido como uno de los psíquicos más famosos de Europa. Dos notables que acreditaron sus capacidades fueron los medicos franceses Gustav Geley y el Premio Nobel Charles Richet. Ossowiecki había manifestado talentos psíquicos en su juventud, que generó gran confusión en su familia. Cuando el joven Stefan le dijo a su madre que podía ver bandas de color alrededor de las personas, lo llevó a un oculista quien le recetó gotas para curar la enfermedad: "El medicamento irritó mis ojos pero no disminuyó mi capacidad" -recuerda Ossowiecki más tarde. Cierta vez les dijo a sus amigos que cuando muriera, su cuerpo nunca sería encontrado. Durante el Levantamiento de Varsovia, el 5 de agosto de 1944, la Gestapo ocupó el edificio de la antigua Inspectoría polaca de las Fuerzas Armadas en la Avenida Ujazdów. Probablemente fuera asesinado. En efecto, su cuerpo nunca fue encontrado, como reza un cenotafio en el cementerio Powazki de Varsovia.

Marcelo Eremián realizó una réplica de dos experimentos de Parra y Argibay con participantes creyentes en lo paranormal (no psíquicos) utilizando fotografías de los rostros de personas muertas y personas enfermas como objetivos. En su primer experimento, con fotografías de personas sanas y enfermas, ofrece cierto apoyo a la afirmación de que la representación icónica facilitó una diferencia significativa en los objetivos de dos personas y la puntuación total para la condición de salud/enfermedad. Aunque no encontró un resultado significativo usando fotografías de personas vivas/muertas, los varones obtuvieron puntuaciones significativamente más altas que las mujeres.

Alejandro Parra escribe sobre el simposio "Imaginarios tecnológicos y científicos de las para-ciencias en Chile y Argentina" bajo los auspicios de la Pontificia Universidad Católica de Santiago como un ejemplo del tratamiento histórico de disciplinas no convencionales (o paracientíficas), los problemas de la marginación cultural, y el espiritu vanguardista que cultivaron sus principales defensores a principios de siglo XIX. Además, se presentan los resúmenes del Simposio de Ciencias de Frontera celebrado en la Universidad Abierta Interamericana (UAI) bajo el tema "Meditación, Mindfulness & Salud Mental" coordinado por Alejandro Parra, donde Denise Scheines abordó el arte y la ciencia del Mindfulness, Carlos L. Bautista expuso sobre la meditación, estados de consciencia y Ataraxia,® Guido Korman examinó los modelos cognitivo-conductuales en la Meditación Minfulness para el tratamiento de la depresión, y Guillermo Lencioni analizó la desregulación emocional mediante Mindfulness.

Finalmente, Jorge Villanueva escribe acerca de los últimos títulos en la literatura parapsicológica reciente, y la sección de Noticias y Revista Recibidas completan este primer ejemplar del 2019.

Buena lectura, y hasta la próxima!



–El Editor


Alejandro Parra, Editor
Alejandro Parra, Editor
rapp@fibertel.com.ar


Ensayo

SENSIBILIDAD PSÍQUICA: EVIDENCIA EMPÍRICA Y EXPERIMENTAL 1

Alejandro Parra* & Juan Carlos Argibay**

Alejandro Parra
Alejandro Parra
rapp@fibertel.com.ar


Juan Carlos Argibay
Juan Carlos Argibay

INTRODUCCIÓN

Empleamos el término psíquico en referencia a la actividad presuntamente paranormal que permite proporcionar información por fuera de las restricciones del tiempo y el espacio, y que no se obtiene por medios normales. Básicamente, en los estudios con psíquicos, el objetivo es demostrar que ellos son capaces de proporcionar información acerca de un objetivo específico por encima de lo que se puede esperar por mero azar. Sin embargo, en nuestra opinión, la pregunta correcta –y la única de uso práctico– no es si los psíquicos son capaces de hacerlo por encima de lo esperado por azar, sino si los psíquicos pueden hacerlo mejor que quienes no son psíquicos empleando diferentes tipos objetos-objetivo, tales como ropa, artículos personales (por ej. un peine o reloj pulsera) o fotografías.


Psicometría: Una breve historia

Estas experiencias representan varias formas de manifestación de lo que llamamos “sensibilidad psíquica” por psicometría, que se refiere a un procedimiento para obtener impresiones psíquicas, una forma de cognición anómala (o extrasensorial), que permite a un psíquico o “sensitivo” recibir impresiones mentales usando un objeto físico como inductor o instrumento para vehiculizar tales impresiones (Bentley, 1961; Buchanan, 1885; Pagenstecher, 1922; Rogo, 1974). Un procedimiento común es utilizar un objeto como inductor (fotografías u objetos). El uso de un inductor no es un requisito exclusivo, no obstante, muchos psíquicos dicen tener impresiones sobre otras personas sin el uso de objetos inductores, por ejemplo, usando sólo el nombre y la edad de la persona, a veces sólo verbalmente, a diferencia de otras formas de interacción, como las lecturas cara-a-cara (por ejemplo, el tarot) o a través de espíritus, como ocurre en la mediumnidad. Esto confiere ciertas ventajas metodológicas sobre una lectura psíquica llevada a cabo por un consultor psíquico o a través de médiums espiritistas para quienes algunos canales sensoriales podrían permitir auto-engaño involuntario o incluso el fraude deliberado (Hyman, 1977, 1981; Roe, 1991; ver también el estudio de Schwartz, 2002, y Robertson & Roy, 2001).

El famoso psíquico holandés Gerard Croiset (izq.) junto al parapsicólogo alemán Hans Bender (der). Los departamentos de Holanda solicitaban su ayuda, de hecho, en un caso, para la búsqueda de una niña de cuatro años con una foto, un mapa de la ciudad de Nueva York y un trozo de su ropa. Croiset describió correctamente que estaba muerta, la ubicación de su cuerpo, y el hombre que la asesinó.
El famoso psíquico holandés Gerard Croiset (izq.) junto al parapsicólogo alemán Hans Bender (der). Los departamentos de Holanda solicitaban su ayuda, de hecho, en un caso, para la búsqueda de una niña de cuatro años con una foto, un mapa de la ciudad de Nueva York y un trozo de su ropa. Croiset describió correctamente que estaba muerta, la ubicación de su cuerpo, y el hombre que la asesinó.

A principios de los años 20, se llevaron a cabo dos importantes estudios de psicometría: la investigación de Pagenstecher (1922) y Prince (1921) con la Señora de Zierold (Roll, 1978), y la del médico francés y director del Institut Metapsychique International, Eugene Osty (1923), en Paris. El ingeniero químico y psíquico polaco Stephan Ossowiecki, afirmaba poder ver el aura de las personas y mover objetos por psicokinesis. Las capacidades psíquicas de Ossowiecki le permitían localizar objetos perdidos y personas desaparecidas, y cooperó en varias investigaciones criminales. En 1935, participó en un experimento con un paquete sellado, ideado por un húngaro llamado Jonky Dionizy. Jonky, una persona desconocida para Ossowiecki, pidió que esta prueba fuera llevada a cabo ocho años después de su muerte. Se colocaron frente a Ossowiecki catorce fotografías de varones, una de las cuales era la de Jonky. Ossowiecki eligió la foto correcta. Además, describió con precisión muchos detalles de la vida de Jonky, e identificó correctamente a la persona que había conservado el paquete los últimos ocho años (Stevenson, Barrington, y Weaver, 2005).

El famoso psíquico holandés Gerard Croiset ganó reputación usando la psicometría (Pollack, 1964). Los departamentos de policía en su país natal, Holanda, asi como otros países europeos, solicitaban su ayuda para solucionar algunos de los casos más desconcertantes. En un caso interesante, se pidió su ayuda para la búsqueda de una niña desaparecida de cuatro años de Brooklyn, Nueva York. Sin salir de Holanda, se le dió una foto de la chica a Croiset, un mapa de la ciudad de Nueva York y un trozo de su ropa, y describió correctamente que estaba muerta, la ubicación de su cuerpo y el hombre que la asesinó. Su información condujo a la policía al cuerpo de la niña y al asesino (Anderson, 2006; Pollack, 1964).

Cuatro voluntarios adultos que sufrían enfermedades actuaron como personas-objetivo. Las personas entregaron cuatro objetos de uso personal, los psíquicos habían acertado en forma significativa en comparación con los no psíquicos. A menudo, los psíquicos y sanadores no están entrenados en terminología médica, y pueden tener dificultades al dar impresiones específicas a las estructuras anatómicas.
Cuatro voluntarios adultos que sufrían enfermedades actuaron como personas-objetivo. Las personas entregaron cuatro objetos de uso personal, los psíquicos habían acertado en forma significativa en comparación con los no psíquicos. A menudo, los psíquicos y sanadores no están entrenados en terminología médica, y pueden tener dificultades al dar impresiones específicas a las estructuras anatómicas.

Diagnóstico Anómalo de Enfermedades

Los psíquicos afirman que sus impresiones o sensaciones de origen extrasensorial se pueden obtener a través de la detección de la “energía” que rodea e interpenetra el cuerpo físico, por ejemplo, los curanderos dicen poseer saberes intuitivos de los problemas físicos, emocionales, mentales y espirituales de sus pacientes (Benor, 2002), o que experimentan sensaciones en sus manos durante tratamientos basados en la imposición de manos (Krieger, 1979), palabras que aparecen en su mente, y diagnósticos que escapan a la comprensión de los mismos sanadores pero que luego los médicos confirman su exactitud (Stearn, 1967), sensaciones corporales -especialmente dolores- que reflejan los de sus pacientes, olores, imágenes visuales de disfunciones orgánicas, o simplemente un “saber intuitivo” o “conocimiento interior” (Brennan, 1987; Freed, 1992; Nash, 1987; Schwartz, 1967).

Edgar Cayce es el psíquico más conocido (Stearn, 1967), quien bajo hipnosis era capaz de dar diagnósticos con sólo el nombre y la ciudad de residencia de los pacientes, a miles kilómetros de distancia. La evaluación sistemática de sus diagnósticos se hizo sólo en forma póstuma, con el 43% de una muestra seleccionada al azar de 150 casos documentados, que demuestran el diagnóstico preciso y/o las recomendaciones para su tratamiento (Cayce y Cayce, 1971). El médico checo Karel Mison (1968) estudió 2005 diagnósticos paranormales. En cada caso, un médico y un “biodiagnosticador” examinaban al mismo paciente. La congruencia de diagnósticos en donde los curanderos examinaban directamente a los pacientes oscilaba entre el 45 al 85%. La congruencia global de los diagnósticos fue del 29%, pero no se hicieron análisis estadísticos ni tampoco se presentaron datos primarios para su estudio.

Según ciertas tradiciones, en aquellos sitios donde han habido suicidios, crímenes, guerras u otras situaciones emocionales negativas, se dice que permanece inmanente un “residuo psíquico” o “impregnación mental” bajo la forma de una “huella” psíquica. Cuando los individuos han sufrido experiencias negativas, los objetos asociados a estas personas dejan esa huella y pueden afectar a aquellos que posteriormente entran en contacto con esos objetos o lugares.
Según ciertas tradiciones, en aquellos sitios donde han habido suicidios, crímenes, guerras u otras situaciones emocionales negativas, se dice que permanece inmanente un “residuo psíquico” o “impregnación mental” bajo la forma de una “huella” psíquica. Cuando los individuos han sufrido experiencias negativas, los objetos asociados a estas personas dejan esa huella y pueden afectar a aquellos que posteriormente entran en contacto con esos objetos o lugares.

Otro estudio llevado a cabo por Brier, Savits y Schmeidler (1974) dividió a un grupo de practicantes del sistema Control Mental Silva, que dicen ser capaces de hacer diagnósticos a distancia, en cinco grupos. Los investigadores seleccionaron 25 casos, identificando a cada uno por su primer nombre, la inicial de su apellido, la edad y el sexo. Sólo los resultados de un sujeto fueron significativos, pero si los datos de los tres adultos mayores se hubieran analizado por separado, las resultados hubieran sido significativos.

Alan Vaughan (1974) estudió a otros 21 practicantes del Método Silva, a quienes les envió los siguientes datos de cinco pacientes cuyos diagnósticos eran conocidos por el médico (pero no por Vaughan): el primer nombre, la inicial del apellido, sexo, edad, y la ciudad de residencia. Vaughan pareó las 21 lecturas de los pacientes por sexo y edad, y envió las 42 lecturas aleatorizadas al médico. El médico juzgó correctamente 16; veintiún pares era lo esperable por azar. Luego revisó toda la serie, encontrando sólo un diagnóstico correcto. Shealy (1975) seleccionó un número no especificado de pacientes cuyas enfermedades parecían ser físicas (es decir, excluyendo a pacientes con presuntos problemas psicosomáticos). Shealy (1988) descubrió que una psíquica, Caroline Myss, parecía ser increíblemente precisa. Myss tuvo un 93% de precisión cuando se le dió solamente el nombre de los pacientes y sus fechas de nacimiento. Shealy también encontró un consenso diagnóstico de varios psíquicos donde -en grupo- eran más precisos que en forma aislada. En otros estudio, Young y Aung (1997) obtuvieron resultados que indican ciertas correspondencias entre diagnósticos psíquicos e historias clínicas de los pacientes, pero las correspondencias no eran lo suficientemente impresionantes considerando al diagnóstico psíquico como un método alternativo útil para el diagnóstico de enfermedades.

Ensayos de psicometría bajo la condición “mental” (psicometría) y cuatro bajo la condición “motora” (radiestesia, usando un péndulo). Los resultados mostraron que la condición psicometría no sólo puntuaba significativamente por encima del azar, sino también significativamente más que usando un péndulo.
Ensayos de psicometría bajo la condición “mental” (psicometría) y cuatro bajo la condición “motora” (radiestesia, usando un péndulo). Los resultados mostraron que la condición psicometría no sólo puntuaba significativamente por encima del azar, sino también significativamente más que usando un péndulo.

En nuestros estudios de psicometría (publicados en inglés y español, ver Parra & Argibay, 2007, 2008, 2009a, 2009b, 2012, 2013a, 2013b), llevados a cabo durante la década del 2000, diseñamos un cuestionario auto-administrable de 17 preguntas para dividir a individuos creyentes en lo paranormal en dos grandes grupos: Individuos que dicen poder controlar sus habilidades psi a voluntad (“psíquicos”) e individuos con experiencias espontáneas de psi, pero que afirman no tener habilidad psíquica o psi en particular (grupo “no-psíquicos”), y en base a estas respuestas, se reagrupó a los participantes como psíquicos o y no psiquicos, o sea que no poseían ninguna habilidad en particular.

Los items del cuestionario incluyen tres factores (a) creencia en psi, (b) experiencias extrasensoriales (telepatía, sueños psíquicos, clarividencia, sensaciones o impresiones anómalo/paranormales al estar en lugares desconocidos o tocar cosas, y visión del aura), (c) habilidades extrasensoriales (por ejemplo, “¿Puede usted controlar su mente para captar pensamientos o sentimientos psíquicamente de otra persona a distancia?” o “¿Puede usted controlar su mente para diagnosticar enfermedades a distancia, empleando solamente un objeto de una persona desconocida para usted?”). La creencia en psi fue muy alta (98% respondió positivamente a todos los items). La mayoría de los participantes indicaron experiencias personales sugestivas de conocimiento extrasensorial o psi, tales como impresiones psi en torno a personas enfermas (56%), en torno a eventos del pasado en determinados sitios (por ejemplo, cementerios, iglesias, u hospitales 50%), en torno a objetos “tocados” (34%), en torno a personas inicialmente desconocidas (69%), y tocando fotografias de otras personas (38%). El setenta y ocho por ciento de los participantes había tenido algún tipo de entrenamiento en meditación u otras técnicas que implican un estado de atención mental interno.

Parra y Argibay (2012) examinaron si había una diferencia significativa entre psíquicos y un grupo control de voluntarios (no psíquicos) con el propósito de confirmar un diagnóstico clínico. Cuatro voluntarios adultos que sufrían enfermedades crónicas médicamente diagnosticadas (por ejemplo, Diabetes mellitus, Hernia hiatal, Osteoartritis, y Vena varicosa) actuaron como personas-objetivo. Las cuatro personas entregaron cuatro objetos de uso personal (un peine, un pañuelo, un broche de pelo y una billetera), los cuales fueron codificados y recodificados a ciegas por los experimentadores. Cada participante recibió cuatro pares de objetos (objetivo y control) “tocados” por los participantes para llevar a cabo cuatro ensayos de diagnóstico psíquico de personas enfermas. Aunque ambos grupos combinados puntuaron significativamente por encima del azar (p= 0,01), los resultados permitieron concluir que los psíquicos habían acertado en forma significativa en comparación con los no psíquicos (pdif = 0,08). Parece que el diagnóstico psíquico se refiere a la percepción de “información” en torno a personas enfermas, pero que ésta puede ser de difícil “traducción” para el diagnóstico físico, además, psíquicos y sanadores no estaban entrenados en terminología médica, anatomía o fisiología, y por lo tanto pueden haber tenido dificultades al suministrar impresiones específicas a las estructuras anatómicas y cuantificables en la terminología convencional.


Objetivos Emocionalmente “Cargados”

Según ciertas tradiciones, en aquellos sitios donde han habido suicidios, crímenes, guerras u otras situaciones emocionales negativas, se dice que permanece inmanente un “residuo psíquico” o “impregnación mental” bajo la forma de una “huella psíquica” (para una revisión de estos conceptos, ver Roll, 2006). Algunos psíquicos afirman que, cuando los individuos han sufrido experiencias negativas, como una depresión conectada a la ideación suicida o confusión emocional, los objetos asociados a estas personas dejan “huella” y pueden afectar a aquellos que posteriormente entran en contacto con estos objetos o lugares (Kierulff y Krippner, 2004). De hecho, los psíquicos afirman experimentar niveles más elevados de depresión o melancolía en contacto físico con las fotografías de personas que se suicidaron, incluso si las fotografías reflejan una expresión emocional contraria al estado que indujo su muerte por suicidio (por ej. sonrientes), y argumentan que estos sentimientos son claramente diferentes de los que emergen en personas que han muerto de forma natural (por ejemplo, una enfermedad o un accidente).

Richet (1923, p. 123) narra la experiencia de un tal Dr. Dufay con una psíquica llamada “Marie”. Dufay le entregó algo muy bien envuelto en papel, y Marie dijo que el paquete contenía una corbata que pertenecía al hombre asesinado. De hecho, la corbata había pertenecido a un preso que se había ahorcado porque había cometido el asesinato, matando a su víctima con un hacha. Marie indicó el lugar donde el asesino había dejado el hacha, y que luego se encontró en el mismo lugar indicado por ella. Muchos mediums espiritistas afirman que son simplemente instrumentos de los guías o controles, y que los espíritus hacen la lectura. Los médiums a veces piden objetos que pertenecen a las personas fallecidas para establecer el contacto, como hacía la medium Leonora Piper. Pero otros psíquicos, como Pascal Forthuny (Osty, 1932), rechazaban la hipótesis de la intervención de espíritus, y consideraban a la psicometría como un “don” personal, o una sensibilidad a la influencia que poseían los objetos.

Debemos notar que el rostro también es una fuente de identificación (Nelson, 2001; Bruce & Young, 1986), ya que transmite información significativa del estado de ánimo, apariencia, y otros datos que podrían sesgar la información que el presunto psíquico proporciona. La experiencia perceptiva temprana es crucial para el desarrollo de la percepción visual; esta respuesta de orientación, sin duda, favorece el desarrollo de habilidades de reconocimiento facial, como la capacidad de identificar a los otros y la comunicación preverbal compleja. Una de las teorías más aceptadas de percepción facial sostiene que el reconomiento facial cumple varias etapas, desde las formas más elementales de percepción de información personal (como la edad, el género, o el atractivo físico), hasta la capacidad de recordar detalles significativos, como el nombre de una persona asociada a su rostro (Bruce & Young, 1986).

Tampoco hay suficiente investigación sobre el carácter paranormal de la radiestesia –la habilidad de adquirir información mediante respuestas ideomotoras magnificadas por un péndulo. Varios autores han especulado con la idea de que la radiestesia puede aumentar las habilidades psi. Sin embargo, Wasielawski (1929) creía en la presencia de una “fuerza rábdica” para producir los movimientos de la varilla de un zahorí o los de un péndulo. Esta influencia o emanación, difiere de otros teóricos, como Carpenter (1852) y, más recientemente, Eastwood (1993), quienes explican el empleo de estas herramientas en términos de movimientos musculares inconscientes. De hecho, Spitz (1997) sugiere que el péndulo simplemente actúa como amplificador de movimientos ideomotores a nivel subconsciente.

La pregunta aquí es si un psíquico puede localizar el objetivo en forma paranormal o anómala cuando se le pide imaginar o representar mentalmente (una modalidad “mental” de percepción anómala) o se le pide simplemente asignar su respuesta mediante un acto ideomotor (una modalidad “motora”). Otra pregunta en relación con el material inductor utilizado por los psíquicos, es si hay alguna diferencia entre una lectura “cara-a-cara” -un procedimiento común para la mayoría de los psíquicos- y el uso de fotografías. El primer procedimiento transmite impresiones pero contaminadas por ciertas señales sensoriales; el segundo procedimiento, en cambio, transmite impresiones de una fuente “estática” de inducción, limitado sólo a la observación de la fotografía.

Para responder ambas preguntas, Parra y Argibay (2008) examinaron a un grupo de psíquicos para determinar si eran capaces de distinguir entre personas vivas y muertas usando fotografías. Aunque no se encontraron diferencias significativas cuando emplearon fotografías en comparación con nombres escritos en papel, las fotografías tendían a puntuar significativamente alto en comparación con los nombres “por escrito” de las personas objetivo (p = 0,09). Se llevó a cabo otro estudio en el que primero se utilizaron fotografías de rostros de personas que fallecieron en forma natural o por accidente (no deseada), y el segundo, fotografías de rostros de personas que fallecieron provocada por un acto de suicidio (Parra & Argibay, 2013). En la condición suicidio, los investigadores asumieron que las imágenes con alta carga emocional (negativa) debían tener mejor rendimiento en comparación con imágenes “control” de personas que habían muerto por causas naturales. Los ensayos se llevaron a cabo bajo la condición “mental” (psicometría) y cuatro bajo la condición “motor” (radiestesia, usando un péndulo). Los resultados aquí también mostraron que la condición mental (psicometría) puntuaba significativamente por encima del azar, y también puntuó significativamente más que la condición radiestesia (“Motora”) (p = 0,004). En el estudio de las fotos de los suicidas, los resultados también mostraron que la condición “mental” puntuaba significativamente por encima del azar. En este estudio con fotografías de vivos y muertos, el resultado permite concluir que la representación icónica de la persona-objetivo es favorable a psi cuando los participantes emplean psicometría. Sin embargo, también se encontró que la psicometría (“Mental”), mostró un mejor rendimiento en comparación con la radiestesia (Motora).

Un estudio que utilizó imágenes de personas que habían cometido suicidio, no proporcionó suficiente evidencia para la psicometría, resultando contraria a la predicción que sugiere que los objetivos con alta carga emocional pueden ser más facilitadores en comparación con objetivos emocionalmente “neutros”.
Un estudio que utilizó imágenes de personas que habían cometido suicidio, no proporcionó suficiente evidencia para la psicometría, resultando contraria a la predicción que sugiere que los objetivos con alta carga emocional pueden ser más facilitadores en comparación con objetivos emocionalmente “neutros”.

Esto puede sugerir, en primer lugar, que una combinación de impresiones mentales (imaginería, sensaciones, y sentimientos) parece ser más conducente a psi que el acto ideomotor, al menos en el estudio que usó fotografías de personas muertas en contraste con las vivas. En segundo lugar, es posible que muchas personas estén más familiarizadas con el método de la psicometría que la radiestesia, que usualmente requiere años de entrenamiento, y reglas más rigurosas. Además, el método de psicometría parece estar menos “tercerizado” que el uso del péndulo, que requiere posiblemente más “filtros” para que psi opere de manera eficaz. Finalmente, la condición muertos/vivos ofrece posible-mente mayor riqueza simbólica para la representación mental de los participantes, está más cercana al tipo de práctica usualmente empleada (incluso por los practicantes de radiestesia), neutraliza la ambigüedad y retórica de ciertas declaraciones de los psíquicos, y tiene implicaciones prácticas y utilitarias que involucran un número de sensaciones positivas en contraste con el tono negativo asociado a las creencias acerca de la muerte. Sin embargo, el estudio que utilizó imágenes de personas que han cometido suicidio, no proporcionó suficiente evidencia para la psicometría, resultando contraria a la predicción que sugiere que los objetivos con alta carga emocional pueden ser más facilitadores de psi en comparación con objetivos emocionalmente “neutros” o con menor carga emocional. Aquí es posible interpretar los resultados en dirección opuesta a lo esperado como resultado de un “psi missing” a causa del tono negativo asociado con la muerte de individuos jóvenes.

En otro estudio empleamos objetos “sagrados” como objetivos de pruebas de psicometría (Parra & Argibay, 2009a). Según algunas tradiciones, en países como India, Egipto, Nepal, Tíbet o Bután, existen lugares que representan sitios sagrados o centros de energía a la que mucha gente hace peregrinaciones. En esos sitios, algunas personas pueden experimentar una sensación de unificación con la naturaleza, sentimientos de felicidad, comunicación entre las especies, visiones, sonidos, sincronicidades, recuerdos o sentimientos de éxtasis (Swan, 1988). Personas de diversos grupos culturales y en diferentes períodos históricos, han atribuido “conexiones” a sitios sagrados, que van desde encuentros con seres espirituales a sueños inusuales (ver Krippner y Thompson, 1996). Se ha afirmado que los psíquicos son capaces de distinguir por percepción extrasensorial la naturaleza “sagrada” de tales sitios (Devereux, 1999).

Se recolectó pequeñas muestras de arena, tomadas de la base de la pirámide de Keops en Egipto, y el mismo número de muestras de una fuente de agua a la que los devotos de las apariciones marianas atribuyen propiedades curativas (es decir “agua bendecida”), extraída de un santuario mariano en Buenos Aires, Argentina. Los recipientes fueron pareados con muestras de arena y agua de “control”, esto es, de sitios no sagrados (arena de playa y agua corriente). Los recipientes eran transparentes, por lo que los participantes podían ver las muestras (pero no estaba permitido abrirlos) y manipularlas con sus manos. Se analizó si los participantes eran capaces de identificar correctamente por impresiones extrasensoriales la muestra extraída de un sitio sagrado cuando se presenta junto con una muestra control idéntica en apariencia, pero no tomada de un sitio sagrado. Si los participantes estaban dentro de los niveles de azar, entonces debería ser correcto en un 50%. Aunque las puntuaciones globales estuvieron ligeramente por encima de azar, fueron estadísticamente significativas. Una posible interpretación es que los psíquicos obtuvieron mejores resultados interpretando correctamente la “señal” psi.


Lecturas Psíquicas Empleando Fotografías

Una lectura psíquica es un método utilizado en un intento por describir algún aspecto o predecir el futuro de una persona. Un psíquico profesional puede tener una o más áreas de conocimiento específico, como la interpretación de las cartas del tarot, el empleo de un péndulo (radiestesia) o psicometría (usando una fotografía, objeto “testigo”, o sólo el nombre y la fecha del nacimiento de una persona), ver el aura u otros instrumentos y recursos. Sin embargo, en muchos casos, los psíquicos no utilizan ningún “instrumento” que mediatize sus declaraciones (por ejemplo, naipes, borra del café, o las líneas de la mano) y emplean encuentros o lecturas “cara-a-cara”. Una modalidad, sin embargo, es la “lectura en frío”, una técnica utilizada por muchos pseudo-psíquicos y pseudo-médiums para ganar detalles acerca de otra persona y convencerlos de que él o ella sabe mucho más acerca de un tema que lo que el consultante realmente cree. Un pseudo-psíquico bien entrenado en lectura en frío puede hasta obtener rápidamente gran cantidad de información de determinado tema analizando meticulosamente el lenguaje corporal de la persona (gestos, cambios en el tono de voz, suspiros, y otros indicios de la comunicación no-verbal), el sexo, sus creencias religiosas y nivel de educación.

Según Dutton (1988) “para muchas personas, la creencia en lo paranormal puede reforzarse a causa de una experiencia personal en las entrevistas con astrólogos, quiromantes, o personas que interpretan el aura o el tarot, o sesiones con médiums espiritistas” (p. 326). Otros críticos a lo paranormal afirman que los consultantes quedan francamente impresionados por el contenido de las lecturas de los psíquicos y las interpretaciones que hacen los consultantes de tales lecturas (Hyman, 1989, p. 346; French, Fowler, McCarthy, & Peers, 1991). Blackmore (1983) señaló que “las personas que consultan a astrólogos, quiromantes o tarotistas muchas veces afirman que la información que reciben ofrece una descripción precisa y específica de su personalidad” (p. 97). En el caso de la psicometría (una fotografía, objeto “testigo”, o sólo el nombre y la fecha del nacimiento de una persona), ver el aura, o practicar sanación con imposición de manos u otras técnicas, sin embargo, los psíquicos no utilizan ningún instrumento que mediatize sus declaraciones y emplean encuentros o lecturas “cara-a-cara” (Rogo, 1974).

Un pseudo-psíquico entrenado en lectura en frío puede obtener rápidamente gran cantidad de información de un determinado tema analizando meticulosamente el lenguaje corporal de la persona (gestos, cambios en el tono de voz, suspiros, y otros indicios en la comunicación no-verbal), el género, sus creencias religiosas y nivel de educación. Por lo general emplea especulaciones o conjeturas con alta probabilidad de cumplirse sobre un determinado tema, selecciona rápidamente las señales de sus consultantes en cuanto a si sus afirmaciones van en la dirección correcta o no, y, a continuación, enfatiza y refuerza las conexiones que van surgiendo en el encuentro, mientras selecciona y descarta rápidamente aciertos y errores.

En un estudio de Haraldsson (1985), de aquellos que habían asistido a una sesión de espiritismo, el 83% había encontrado a la sesión como “útil” de alguna u otra forma. El intento de explicar el éxito de las lecturas psíquicas (por ejemplo, Hyman, 1977) implícitamente supone que los consultantes consideran seriamente estas lecturas. Palmer (1996) ofrece un análisis muy interesante y detallado de cómo repercuten las experiencias psíquicas en la vida de los entrevistados, centrándose particularmente en los efectos sobre sus “sentimientos o actitudes” y en cómo éstas influyen sobre las decisiones importantes de su vida.

Sin embargo, a la hora de elegir un psíquico el criterio parece ser más la experiencia de la persona en relación al tipo de problema por el cual se pide ayuda, que evaluar su supuesta sensibilidad paranormal, como cuando se usa un test de percepción extrasensorial típico. Sin embargo, respecto al material inductor que emplean los psíquicos, hay una diferencia entre la lectura cara-a-cara (un procedimiento común para la mayoría de los auto-denominados psíquicos) y el uso de fotografías para obtener impresiones extrasensoriales. El primer procedimiento transmite muchos indicios sensoriales al psíquico (aunque posiblemente también psi); el segundo transmite impresiones de una fuente de inducción “estática” (si realmente psi funciona, la fotografía sería el mejor inductor).

En un primer estudio de psicometría conducido por Parra y Argibay (2007), entregaron a cuatro personas-objetivo, dos hombres y dos mujeres, llaveros manufacturados en cuero y metal, que llevaron consigo como objetos de uso personal y cotidiano e intransferible para que ocurra una “conexión” física y psíquica con tal objeto en la medida que lo lleven durante varios meses cerca de su cuerpo. Estos cuatro objetos físicos fueron codificados, de manera tal que un segundo experimentador y las personas-objetivo permanecieron “a ciegas” a los códigos. Cada participante completó cuatro ensayos, tocando cada uno de los objetos, y registró por escrito sus impresiones. Estas impresiones fueron entregadas a las personas dueñas de cada objeto, que evaluaron como jueces cada declaración que aplicaba a ellos. Las cuatro declaraciones fueron presentadas de tal manera que las personas objetivo eran incapaces de identificar qué participante había escrito cada declaración. Los resultados del estudio mostraron que el grupo de los psiquicos obtuvo aciertos por encima del grupo de no-psíquicos, quienes puntuaron en el nivel de la media esperada por azar. La diferencia entre ambos grupos también fue significativa (z = 1,73; p = 0,04, a una cola). En un segundo experimento (Parra y Argibay, 2007) se llevó a cabo un estudio comparando el uso de objetos “tocados” (psicometría) y otra prueba empleando objetivos visuales de respuesta libre (imágenes de obras de arte, no psicometría), utilizando un procedimiento similar al antes descrito. Aquí, la condición no psicometría (p = 0,005) puntuó significativamente en comparación con la condición psicometría, incluso la diferencia entre ambas condiciones (psicometría vs. no psicometría) también resultó significativa (z = 2.65, 0,008).

Finalmente, Parra y Argibay (2009b) examinaron si la psicometría difería bajo la condición “cara a cara” en comparación con lecturas “a distancia” en participantes voluntarios con habilidades psi (psíquicos) en comparación con no-psíquicos. Dos adultos voluntarios, un varón (50 años) y una mujer (25 años) no conocidas para los participantes del estudio. Los experimentadores les pidieron a los voluntarios un objeto de uso personal, y se les pidió que no dieran ningún feedback verbal y, en la medida de lo posible, tampoco no verbal (gestual) quienes actuaban a ciegas, esto es, ambos adultos no sabían quienes eran psíquicos y quienes no. Dado que la condición cara a cara implícitamente obliga a tener al menos un contacto visual, se les dijo a los participantes que no se permitirá ninguna interacción; de modo que ambos voluntarios no darían ninguna respuesta (negativa o afirmativa) verbal o gestual, y que no sería posible formular ningúna pregunta a los voluntarios para confirmar o no las declaraciones. Los participantes sólo podrían verbalizar sus impresiones tan libremente como deseen en contacto con el objeto en sus manos. Ni los experimentadores ni los voluntarios sabían quienes de los participantes estaban dentro del grupo de “psíquicos” y “no psíquicos”.

Se recolectaron pequeñas muestras de agua bendita extraída de un santuario. Los recipientes fueron pareados con muestras de agua comun (“control”). Se analizó si los participantes eran capaces de identificar extrasensorialmente la muestra extraída de un sitio sagrado cuando se presentaba junto a una muestra control en apariencia idéntica. Aunque las puntuaciones globales estuvieron ligeramente por encima de azar, fueron estadísticamente significativas.
Se recolectaron pequeñas muestras de agua bendita extraída de un santuario. Los recipientes fueron pareados con muestras de agua común (“control”). Se analizó si los participantes eran capaces de identificar extrasensorialmente la muestra extraída de un sitio sagrado cuando se presentaba junto a una muestra control en apariencia idéntica. Aunque las puntuaciones globales estuvieron ligeramente por encima de azar, fueron estadísticamente significativas.

Los psíquicos puntuaron más alto que los no psíquicos (p= .017), asi como también se encontró una diferencia significativa en la puntuación entre ambas condiciones: “cara a cara” y “a distancia”. A causa de que las lecturas cara a cara permiten libremente el intercambio de señales sensoriales, no podemos concluir firmemente que haya operado un psi “genuino”. Por lo tanto debemos tratar este hallazgo significativo con precaución. También debido a que la lectura “cara a cara” es el vehículo por el cual muchas personas interactúan con los psíquicos fuera del laboratorio (lo cual produce un aparente psi), el estudio de la lectura cara a cara tiene valor por sí mismo.

En una réplica posterior (Parra & Argibay, 2013), en lugar de emplear objetos o personas como estímulos, se emplearon nuevamente fotografías de rostros de cuatro personas-objetivo para determinar si los “psíquicos” pueden dar impresiones libres observando fotografías de cuatro personas. Además, se advirtió que las cuatro personas estaban actualmente con vida, haciendo énfasis en que la elección de éstas fue totalmente accidental (no eran personas elegidas por alguna condición específica), tampoco eran personas conocidas públicamente, e incluso eran totalmente desconocidas para los experimentadores. Los cuatro participantes eran adultos, voluntarios: un varón (32 años), y tres mujeres de (38, 33 y 62 años de edad). Los experimentadores pidieron escribir en una hoja de papel sus impresiones, sensaciones, emociones al contacto con la fotografía-objetivo. La puntuación total no resultó significativa, sin embargo, los psíquicos no acertaron significativamente en comparación con el grupo “control” (excepto sólo en una imagen objetivo, p= .02). Una posible interpretación es que los participantes fueron, globalmente, poco descriptivos, o pobres en detalles o demasiado ambiguos para que los voluntarios pudieran hacer un juicio acerca de sus propias declaraciones. En igual sentido, siguiendo esta interpretación, también los voluntarios pudieron haber evaluado incorrectamente, subestimado o sobrevaluado las afirmaciones de los participantes.


CONCLUSIONES

La principal ventaja de la investigación experimental es que, en principio, las actividades de los psíquicos están bajo control y que todas las declaraciones y las interacciones verbales se pueden registrar o grabar. Pero aun asi tampoco es fácil evaluar el valor de tales declaraciones, de hecho, cuando un cliente interactúa con un psíquico, estos comentarios pueden proporcionar información adicional que debe tenerse en cuenta al evaluar las declaraciones posteriores. Para un análisis cuantitativo esto constituye un problema tal que, por regla general en los experimentos, estos comentarios quedan excluidos. Por lo tanto estos estudios experimentales no son totalmente representativos de las condiciones bajo las cuales un psíquico normalmente funciona.

Sin embargo, Schouten (1994) termina concluyendo que “no hay razón alguna para esperar que los psíquicos hagan afirmaciones correctas sobre temas desconocidos para ellos en sus sesiones más que lo esperable por azar” (p. 221). Los aparentes éxitos de los psíquicos se pueden explicar a veces, no como consecuencia de una habilidad psíquica, sino en términos de la explotación de un común (aunque sutil) canal de comunicación. Este procedimiento está descrito en detalle en la literatura escéptica (Hyman, 1977). Lamentablemente, ha habido muy poco trabajo empírico explorando la naturaleza de las lecturas psíquicas, por ejemplo, determinar si las prácticas pseudopsíquicas son comunes, a pesar de las afirmaciones que señalan que estos encuentros pueden ser muy influyentes en la producción de las creencias paranormales.

Una ventaja adicional de estos procedimientos experimentales es su valor “ecológico”, esto es, respetar las condiciones bajo las cuales un psíquico normalmente actúa. Aunque en la práctica usual los psíquicos no están bajo el control de posibles fugas sensoriales, un estricto y quizá obsesivo control de la sesión experimental puede neutralizar la posible emergencia de un psi genuino. Para controlar esto, las sesiones experimentales deben ser amistosas y cordiales, “empáticas” con el tipo de procedimiento empleado por el psíquico, libre de un prejuicio escéptico extremo; el psíquico debe confiar en el conocimiento y pericia del investigador, y aceptar las condiciones impuestas en beneficio del procedimiento experimental. Ecológico significa –en suma– ganar un medio ambiente propicio, un vinculo favorable con el experimentador, en coincidencia con un procedimiento riguroso (aleatorización de objetivos, juicios a ciegas, etc.) e inobjetable, de modo de minimizar los posibles riesgos razonablemente esperados bajo la condición experimental. Un desbalance de esta ecología, podría ser perjudicial –tanto para el investigador que trata de probar la hipótesis de cognición anómala, asi como del psíquico que reconoce que sus impresiones psíquicas pueden tener un valor solidario y que pueden ser positivas para sus clientes.

Futuros estudios –principalmente réplicas de estos experimentos y potenciales meta-análisis– contribuirán a crear un cuerpo de datos sólido para extraer conclusiones firmes acerca de las hipótesis involucradas, con importantes aplicaciones prácticas, e incluso implicaciones sociales y culturales.


Referencias

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1 Publicado originalmente bajo el título “Sensibilidad Psíquica: Evidencia Empírica y Experimental” publicado como capítulo del libro Ojos Invisibles, La cruzada por la conquista del espíritu (Buenos Aires: Antigua, pp. 235-254).

*Alejandro Parra es doctor en psicología graduado en UCES. Es profesor en psicólogia en la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y psicoterapeuta en la práctica privada. Fue editor de la Revista Argentina de Psicología Paranormal. Actualmente es presidente de la Instituto de Psicología Paranormal, Asoc. Civil y coordinador de la Agencia Latinoamericana de Informacion Psi (www.alipsi.com.ar). Es autor de Fenómenos paranormales: Una introducción a los eventos sorprendentes (Kier, 2003), Sueños: Como interpretar sus mensajes (Kier, 2006), y El Mundo de los Sueños (Kier, 2009). Ha ganado becas para participar en simposios y congresos de parapsicología en los Estados Unidos y varios países de Europa.

**Juan Carlos Argibay es psicólogo de orientación clínica cognitivo-conductual graduado por la Facultad de Psicología de Universidad de Buenos Aires. Actualmente es doctorando en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales. Es docente en Metodología de la Investigación y Estadística aplicada a la psicología en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Sus areas de interés es el estudio científico de la personalidad, ideas obsesivas, depresión, conductas de temor, y la conducta sexual, y el desarrollo y adaptación de instrumentos psicométricos. Fue miembro del Instituto Argentino de Parapsicología y actualmente es miembro del Instituto de Psicología Paranormal de Buenos Aires, Asoc. Civil.




Historia

LOS ESTUDIOS PIONEROS EN PSICOMETRÍA: UNA BREVE HISTORIA*

William G. Roll**

William G. Roll
William G. Roll
En 1921, Walter Morton Prince (1921), un investigador de la American Society for Psychical Research, visitó México para analizar a una de las pacientes del médico Gustav Pagenstecher que era una excelente psicómetra. En una prueba de psicometría –palabra que también se usa para la medición de las técnicas psicológicas– se entrega un objeto al psíquico y se le pide describir verbalmente las impresiones sobre eventos o personas que han estado en contacto con éste. J.B. Rhine (1953) llamaba “asociación libre” extrasensorial en relación con un objeto (p. 102) a la psicometría.

La Sra. De Zierold sufría de insomnio, y Pagenstecher usó la hipnosis para tratarla. Fue en este estado que emergió su habilidad. En uno de sus experimentos (Prince, 1921) se le entregó una carta manuscrita cerrada en mano; esto provocó la impresión de que el autor de la carta estaba bronceado, que tenía entre 35 y 40 años, tenía una cicatriz en la ceja derecha y estaba en peligro de naufragar. Todo esto era cierto y los tres investigadores, que estaban presentes, desconocían estos hechos: Prince, Pagenstecher y el Dr. L.S. Viramontes, secretario de una sociedad médica en México que había creado una comisión para investigar el caso de Pagenstecher (Prince, 1921, pp. 216-240). En otras palabras, no podía haber indicios sensoriales.

Yo inicié mis estudios de parapsicología en Oxford con el Profesor H.H. Price (Price, 1940) porque su concepto de “memoria” de los lugares colocaba a la psicometría y a otras formas de percepción extrasensorial bajo el mismo techo. El primer relato que recuerdo de casos reales lo lei en el libro Det Ockulta Problemet (El Problema del Ocultismo) de John Björkhem (1951) (Roll, 1952). Björkhem era un psiquiatra sueco que dijo haber hipnotizado a 3000 personas para realizar experimentos de psicometría. Intenté repetir sus resultados con mis colegas (Roll, 1975), pero ninguno mostró talento alguno para la psicometría ni para ningún otro tipo de habilidad extrasensorial (pp. 248-249, 251-271). Björkhem (1943) replicó un curioso método de psicometría en un experimento de hipnosis donde, después de haber inducido una alucinación negativa 1 (el hipnotizado quedó “ciego” a uno de los miembros del grupo), la alucinación se había “extendido” al sombrero de esa persona como si el sombrero también se volviera “invisible.” Björkhem dijo que repitió ese mismo resultado con personas hipnotizadas que ignoraban ese efecto y donde no había vínculos obvios entre los objetos y sus dueños (pag. 281). La distinción entre una persona y la posesión de esa persona parece haber desaparecido para las personas hipnotizados.

Los procedimientos de tipo psicométricos se han empleado durante siglos para curar o para dañar a otras personas. Por ejemplo, en el Nuevo Testamento, dice que Pablo hacía curaciones usando ropa. “Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aún se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían.” (Hechos 19:11-12). Esta práctica suele ser muy común en las sociedades tribales. El fundador de la antropología social, Sir James George Frazer (1922), llamó a ese procedimiento “magia contagiosa”, creencia según la cual las cosas que alguna vez estuvieron en contacto unas con otras continúan interactuando a distancia después aun a pesar que el contacto físico se rompió... el brujo infiere... que todo lo que haga con el objeto material afectará igualmente a la persona con quien el objeto estuvo alguna vez en contacto, ya sea que forme parte de su cuerpo o no” (p. 52, Vol. 1).

El término psicometría comenzó a emplearse después de la publicación del libro de J.R. Buchanan (1893), Manual of Psychometry: The Dawn of a New Civilization [Manual de Psicometría: El amanecer de una nueva civilización]. Buchanan esperaba que la psicometría fuera la apertura a nuevos conocimientos en medicina, antropología, investigación literaria, arqueología y otros métodos para explorar el pasado. Su trabajo tuvo poco o ningun efecto para estas areas e incluso otros investigadores lo ignoraron quizás porque no se preocupaba por el tema de si las señales sensoriales o la inferencia racional podían contribuir o sesgar sus resultados.

La primera vez que los investigadores prestaron atención a la psicometría fue en relación a la investigación sobre la supervivencia después de la muerte. La médium más famosa y productiva pudo haber sido Leonore Piper (Pleasants, 1964). Piper descubrió que tenía habilidades mediúmnicas cuando consultó a un sanador psíquico para tratar un tumor y luego ella misma entró en trance. Comenzó con sesiones en su casa acompañada de familiares y amigos. En 1885, William James visitó a la médium Piper esperando poder demostrarle a su suegra cómo Piper producía estos “hechos maravillosos”. Después de varias sesiones quedó convencido que sus habilidades eran genuinas, y dijo: “Si quisiera alterar la ley de que todos los cuervos son negros, sería suficiente probar que existe un solo cuervo blanco. Mi cuervo blanco es la señora Piper.” En 1887, James presentó a Piper a Richard Hodgson, miembro de la American Society for Psychical Research. Hodgson había desenmascarado a varios médiums fraudulentos y esperaba hacer lo mismo con Piper, pero cuando la conoció, le reveló “un conocimiento muy íntimo de amigos y familiares míos fallecidos” (Pleasants, 1964). Luego hizo lecturas para unos cincuenta asistentes, todos desconocidos para la señora Piper, con resultados similares. Llegó a contratar detectives para ver si Piper tenía ayuda de cómplices, pero no encontró ningún indicio de fraude. Incluso tomando en cuenta el azar y los indicios sensoriales de los participantes, Hodgson concluyó que Piper tenía “un gran conocimiento residual bajo estado de trance que no se podía explicar, excepto confirmar la hipótesis de un poder sobrenatural”.

Sir Oliver Lodge (1889-1890), pionero en el diseño de la telegrafía inalámbrica, Eleanor Sidgwick (1915), directora de Newnham College en Cambridge, y otros miembros de la Society for Psychical Research también estudiaron el caso de Piper en Inglaterra. Sidgwick (1915) escribió un compendio de 657 páginas sobre el trance de Piper. Al igual que otros médiums de trance, ella parecía contactar con los espíritus con la ayuda de objetos que les había pertenecido y también con la ayuda de “guías espirituales”, entidades cuya tarea era elegir a los comunicadores. El control puede ser una personificación de las habilidades psíquicas de Piper, que no tenía consciencia o no recordaba lo que ocurría durante o después de la sesión.

En aquel momento, se pensaba que la principal forma de percepción extrasensorial era la telepatía, o sea, la comunicación mente a mente, ya sea entre vivos y muertos, o los vivos entre si. La insistencia de Piper en usar un objeto físico para contactarse con el espíritu desconcertó a los experimentadores y le formulaban preguntas, o más bien a sus “guías”. En una sesión con W.R. Newbold, profesor de filosofía en la Universidad de Pennsylvania, Piper dijo: “Estos objetos cargan una luz tan distinta para nosotros como la luz del sol para ti. En el momento en que nos entregas un objeto, en ese instante, tenemos una impresión de su dueño, ya sea actual o pasado, y con frecuencia de ambos” (Sidgwick, 1915, p. 6240).

Newbold preguntó: “¿Un objeto se carga de elementos que hablan de su entorno anterior, que se puede percibir, o estas influencias se extraen exclusivamente de su dueño?”

Piper: “Traen consigo la imagen de un lugar”.

Newbold: “¿Se pueden obtener de un lugar o debe ser a través de una persona?”

Piper: “Oh, sin la intervención de una persona, porque tiene la luz suficiente para darnos la impresión de su anterior entorno” (p. 626).
En una sesión con Hodgson, Piper dijo: “Las ropas usadas de una persona cuando está en contacto con su cuerpo contienen cierta forma de poder magnético... Nos atrae (a nosotros) de la misma manera que un imán atrae una aguja. Su propia esfera. Tiene luz propia... una ligera cubierta etérea, por así decirlo”.
Hodgson: “¿Es eso etéreo en el objeto, que se derrama, por así decirlo, por la cubierta etérea del espíritu cuando está en el cuerpo?”

Piper: “Sí, asi es” (p. 629).

Hodgson aun insatisfecho, respondió: “¿Cómo sugiere un objeto su entorno previo?”

Piper: “Sería por el pensamiento”.

Hodgson: “Si en lugar del objeto estuviera presente un ser humano, sería más fácil de entender. Pero un objeto no piensa.”

Piper: “No. Sin embargo, el objeto fue encontrado y manipulado por alguna persona que aún está en su cuerpo ... Si un objeto ha sido manipulado, recibe lo que llamamos influencia por conveniencia, pero aparte de ver quien lo manipula, también se ve una luz que nos retrata una imagen”.

Hodgson: “Pero el objeto en sí no tiene la imagen”.

Piper: “No, en absoluto”.

Hodgson: “La imagen proviene de su conexión con el propietario?”

Piper: “Si”

Hodgson: “¿El dueño tiene una imagen mental?”

Piper: “Sí, pero vemos claramente la luz que para nosotros está conectada con el objeto”.

Hodgson: “¿Están las imágenes en esa luz?”

Piper: “No, pero nos conecta con eso”.

Hodgson: “¿Viene de personas que lo han manipulado?”

Piper: “Sí, por ejemplo, tenemos una imagen clara o no de la persona a la que pertenece”.

Hodgson: “Bien”.

Piper: “Bueno, ¿y qué explica esto?”

Hodgson: “Bueno, algunas personas dicen que los objetos mismos tienen una especie de memoria, suponen que los objetos inanimados llevan consigo imágenes mentales como las de los seres humanos”.

Piper: “Científicamente no” (p. 627).
Este diálogo muestra dos perspectivas sobre el objeto; primero, que Piper tuvo información del objeto en sí, y segundo, que la fuente real era la mente del dueño del objeto fallecido, opinión que Hodgson prefería. La teoría de Piper se refleja en una sesión con un tal Sr. y Sra. Howard, cuando ella les pidió que no le entregaran un objeto que pertenece a cierta persona “porque si lo hacían, me devolvería la llamada y no lo quiero molestar” (p. 622). También le dijo a Newbold que el antiguo dueño de un objeto se siente atraído por éste. Newbold preguntó: “¿Por qué le atrae más en presencia del médium?”
Piper: “No lo hace...”

Newbold: “¿Quieres decir que sólo por eso sabemos que se siente atraído?”

Piper: “Ciertamente, sólo por eso” (p. 624).
Piper parecía decir que las mentes de los difuntos, o al menos sus recuerdos, están enlazadas con sus objetos.

El físico teórico David Bohm (1917-1992) planteó la posibilidad de que un objeto físico como tal puede dejar una huella mnémica. Según Bohm, algunos fenómenos físicos resultan de una base multidimensional que no es directamente observable por los sentidos. Llamó a ésta “orden implícito” diferente del orden explícito del universo físico, y a la memoria como un tipo especial de este proceso. También en psicometría, los eventos dejan una huella que continúa en momentos posteriores, lo que puede permitir a una persona tener una imagen del pasado.
El físico teórico David Bohm (1917-1992) planteó la posibilidad de que un objeto físico como tal puede dejar una huella mnémica. Según Bohm, algunos fenómenos físicos resultan de una base multidimensional que no es directamente observable por los sentidos. Llamó a ésta “orden implícito” diferente del orden explícito del universo físico, y a la memoria como un tipo especial de este proceso. También en psicometría, los eventos dejan una huella que continúa en momentos posteriores, lo que puede permitir a una persona tener una imagen del pasado.

Aunque se diseñaron muchas pruebas de psicometría con Piper (Hodgson, 1892) y con otros médiums (por ejemplo, Saltmarsh, 1929), nunca hubo una teoría para la psicometría. No es sorprende, ya que la telepatía era la única forma de percepción extrasensorial que se reconocía en general. Aunque es extraño suponer que un objeto inanimado pudiera tener y transmitir información, sin embargo, dos personalidades de la Society for Psychical Research consideraron favorablemente esta posibilidad. F.W.H. Myers (1903) dijo: “los objetos que han estado en contacto con los organismos conservan su huella; y a veces parece que incluso cierta naturaleza inorgánica se podría hacer –por así decirlo– luminiscente a la historia milenaria de su pasado”. Lodge (1909) decía “parece que nosotros mismos dejamos huellas, no sólo de nuestros cuerpos sino en muchas otras cosas con las que nos relacionamos, y que una persona suficientemente sensible puede detectar estas huellas.”

William James (1909) pudo haber sido el primero en delinear una teoría de la psicometría y relacionarla con otras funciones psicológicas. En su estudio con Piper, James propuso que los recuerdos pueden existir no sólo en el cerebro humano, sino también en otros objetos físicos. Después de la muerte, los recuerdos de una persona pueden subsistir en los objetos con los que la persona estaba conectada cuando aun vivía. Entonces un médium puede aprehender de un individuo fallecido, por medio de objetos, lo que la persona había manipulado cuando vivía. James decía que la información no se limitaba sólo al registro experiencial de la persona cuyo objeto utiliza, sino que puede afectar a otras personas con las que ha estado en contacto. La psicometría no se limitaría a aprehender los “recuerdos” de los objetos, sino que también proporcionaría un canal para la percepción extrasensorial en general.

El término psicometría comenzó a emplearse después de la publicación del libro de J.R. Buchanan Manual of Psychometry de 1893. Buchanan esperaba que la psicometría sea la apertura a nuevos conocimientos en medicina, antropología, investigación literaria, arqueología y otros métodos para explorar el pasado.
El término psicometría comenzó a emplearse después de la publicación del libro de J.R. Buchanan Manual of Psychometry de 1893. Buchanan esperaba que la psicometría sea la apertura a nuevos conocimientos en medicina, antropología, investigación literaria, arqueología y otros métodos para explorar el pasado.

A principios de la década de 1920, se llevaron a cabo dos importantes estudios de psicometría: la investigación de Pagenstecher (1922) y Prince (1921) con María Reyes de Zierold (ver Roll, 1978) y el medico Eugene Osty (1923) en el Institute Métapsychique International en Francia, con “metagnómos”. A diferencia de sus colegas en la SPR, Pagenstecher y Osty no usaban la psicometría para contactar con los muertos; su razón principal para explorar la psicometría era comprender mejor la consciencia psíquica. Además, era más fácil controlar los indicios sensoriales cuando los objetos –más que sus dueños– estaban presentes en un experimento. El libro de Osty, Las Utilizaciones Practicas de las Personas Dotadas de Conocimiento Supranormal (1923), presenta los impresionantes resultados que obtuvo con varios sensitivos. Como era de esperar, solo habló de sus éxitos. Pero, como señaló Alan Gauld (1982), “se necesitaría de una inmensa masa de fracasos para superar los casos más notables de Osty, y una gran cantidad de errores y desaciertos para derrumbarlos” (p. 134).

John Björkhem (1910-1963) era un psiquiatra sueco que dijo haber hipnotizado a 3000 personas para realizar experimentos de psicometría. Escribio Det Ockulta Problemet y fundó la Sällskapet för Parapsykologisk Forskning [Sociedad de Investigaciones Parapsicológicas]. Junto a la médium Helga Braconnier, llevó a cabo experimentos de psicometría, quien describió la vida del emperador Calígula basada en un clavo de cobre fundido (auténtico) en un sobre.
John Björkhem (1910-1963) era un psiquiatra sueco que dijo haber hipnotizado a 3000 personas para realizar experimentos de psicometría. Escribió Det Ockulta Problemet y fundó la Sällskapet för Parapsykologisk Forskning [Sociedad de Investigaciones Parapsicológicas]. Junto a la médium Helga Braconnier, llevó a cabo experimentos de psicometría, quien describió la vida del emperador Calígula basada en un clavo de cobre fundido (auténtico) en un sobre.

G.N.M. Tyrrell (1947), que fue presidente de la SPR y autor de la obra Apparitions (Tyrrell, 1953), se refirió al trabajo de Osty diciendo: “Parece que debe haber más sentido de pertenencia a un objeto físico que lo que atrae a los sentidos e incluso más de lo que se encuentra dentro del alcance de la investigación psíquica. Hasta ahora, no tengo idea en qué consiste este más. Pero el tema se ha descuidado mucho y hay mucho margen para hacer más experimentos”.

Aunque los estudios de Pagenstecher (1922) eran menos “selectivos” que los de Osty, existían otros problemas. Por lo general, Pagenstecher, Prince y Viramontes verificaban la respuesta correcta y, sin darse cuenta, podrían haberle dado indicios a Maria Reyes de Zierold. En vista de la información detallada que producía, y en vista de la manera espontánea y directa que se entregaba a estos experimentos, parece poco probable que ella respondiera a “señales” de los experimentadores. Una objeción más seria de esas pruebas es que ella podría haber usado información sensorial de los propios objetos. Pagenstecher y Prince enfatizaban que ella no examinaba previamente el objeto ni por la vista ni por el tacto. Una vez que sus dedos entraban en contacto con el objeto, no los movía durante la prueba. Aun así, se podrían haber anotado algunos aciertos no psíquicos, por ejemplo, en relación con el origen de las piedras pómez, que se encontraban entre los objetos utilizados.

Eugene Osty (1874-1938) llevó a cabo experimentos de psicometría con una psíquica llamada Mme. Morel. Según Osty, en su obra Una Facultad de Conocimiento Supranormal: “Tan pronto como se haya obtenido la evocación mental de la personalidad, el objeto que la llamó pudo haberse retirado del percipiente y destruido. El percipiente puede continuar describiendo los estados vitales de la persona a distancia, como si estuviera presente, y en todo caso como si el objeto todavía estuviera siendo tocado.”
Eugene Osty (1874-1938) llevó a cabo experimentos de psicometría con una psíquica llamada Mme. Morel. Según Osty, en su obra Una Facultad de Conocimiento Supranormal: “Tan pronto como se haya obtenido la evocación mental de la personalidad, el objeto que la llamó pudo haberse retirado del percipiente y destruido. El percipiente puede continuar describiendo los estados vitales de la persona a distancia, como si estuviera presente, y en todo caso como si el objeto todavía estuviera siendo tocado.”

Sin embargo, en varios casos, las circunstancias particulares descritas por la Sra. de Zierold, y confirmadas despues que estaban asociadas con el objeto, no podrían haberse deducido incluso si los hubiera examinado (Prince, 1921, pp. 216-240). Un estudio que hicieron Pagenstecher y Viramontes (Pagenstecher, 1922, pp. 56-58) es más parecido a los protocolos experimentales de hoy dia. Se sometieron a diferentes tratamientos a cuatro piedras-pómez similares durante un período de 15 días. Se colocó una de las piedras en una solución de asafétida y genciana (la asafétida es un extracto de plantas malolientes que se usa como antiespasmódico, y la genciana es un extracto de sabor amargo que se usa para la digestión). Otra piedra se colocó en un reloj de pared, una tercera en una solución de azúcar refrigerada y la cuarta en azufre caliente. Durante las pruebas, Viramontes seleccionó las piedras al azar y se las entregó a la Sra. de Zierold sin que Pagenstecher supiera cuál había recibido determinado tratamiento. La piedra que había estado en la solución de azúcar refrigerada le dio al arroz un sabor dulce y una sensación de frío en la punta de los dedos. La piedra del reloj evocó “el tic tac de un reloj. Parece que hay una iglesia cerca porque escucho sonido de campanas” –dijo la Sra. de Zierold. La piedra que había estado en azufre evocó un olor a azufre y calor en la punta de sus dedos, y la piedra de asafétida y genciana produjo un olor desagradable y un sabor amargo (p. 58). Las piedras que habían sido refrigeradas o colocadas en el reloj difícilmente podrían haber conservado cierto indicio físico de estos eventos. Pero parece raro que se hayan podido eliminar de las piedras tratadas con azufre y extractos de plantas todos los rastros de olores.

No siempre es necesario un objeto. Osty (1923), hablando de sus experimentos con Mme. Morel, dijo: “Tan pronto como se haya obtenido la evocación mental de la personalidad, el objeto que la llamó pudo haberse retirado del percipiente y destruido. El percipiente, sin embargo, puede continuar describiendo los estados vitales de la persona a distancia, como si estuviera presente, y en todo caso como si el objeto todavía estuviera siendo retenido” (p. 131). Comentó que los eventos también pueden haber tenido lugar antes o después que el objeto hubiera sido tocado por la persona objetivo y el mismo objeto utilizado en sucesivos experimentos puede evocar eventos en la vida de la persona a medida que ocurren.

El parapsicólogo holandés W.H.C. Tenhaeff (izq.) (1894-1981) contó que el presidente de un tribunal le había pedido a Croiset (centro) que lo ayudara a localizar un portafolio extraviado con documentos importantes. Croiset anunció que el portafolio estaba en el ático, cuando fueron al ático, dos pisos más arriba en la parte trasera a la izquierda, se encontró el portafolio.
El parapsicólogo holandés W.H.C. Tenhaeff (izq.) (1894-1981) contó que el presidente de un tribunal le había pedido a Croiset (centro) que lo ayudara a localizar un portafolio extraviado con documentos importantes. Croiset anunció que el portafolio estaba en el ático, cuando fueron al ático, dos pisos más arriba en la parte trasera a la izquierda, se encontró el portafolio.

Con respecto al estado de conciencia de los psíquicos, Piper (Sidgwick, 1915) y Elliott (Saltmarsh, 1929) trabajaron en un trance autoinducido, y Zierold estaba bajo hipnosis (Prince, 1921). En cuanto a los metagnomos de Osty (1923), algunos desviaban su atención por un momento, mientras que otros trabajaban en estados de disociación hipnótica o autoinducida (p. 120).

Se han realizado pruebas de psicometría y otras similares empleando procedimientos más actuales, pero solo la de West y Fisk (1953), es la más interesante. D.J. West, subdirector del Instituto de Criminología de la Universidad de Cambridge e investigador de la SPR, y G.W. Fisk, editor de la revista de la Society for Psychical Research habían investigado el tema durante años. El problema de su estudio era que West parecía “neutralizar” la capacidad extrasensotrial de sus sujetos, mientras que Fisk no tenía problemas en obtener buenos resultados. Para ver esta diferencia, diseñaron un experimento en el que Fisk enviaba paquetes cerrados con tarjetas a 20 sujetos junto con hojas de registro para sus lecturas psíquicas. Los paquetes retornaban a Fisk, sin abrir, con las hojas de registro completadas. West había asignado la mitad de los paquetes al azar, y los había envuelto y enviado a Fisk, quien los colocó en otro envoltorio final y los envió por correo. El resultado combinado fue estadísticamente significativo, pero esto se debió enteramente a las puntuaciones en las tarjetas de Fisk. Excepto una persona, que obtuvo buenos resultados en ambos, los veinte sujetos no respondieron a los paquetes. West los había manipulado. Parecía que respondían a las cartas que West había manipulado de la misma manera que podrían haberle respondido a Fisk.

Gerard Croiset, además de psquico, practicaba sanación mental.
Gerard Croiset, además de psquico, practicaba sanación mental.

En 1953, dos años después de comenzar mis estudios en Oxford, Eileen Garrett, Presidenta de la Parapsychology Foundation de Nueva York y una médium reconocida, organizó una convención en la Universidad de Utrecht, en Holanda. La ocasión fue en honor a W.H.C. Tenhaeff, que había sido nombrado para ocupar una cátedra en parapsicología. Holanda está cerca de Inglaterra, y la Sra. Garrett me invitó a asistir y dar una conferencia (Roll, 1953). Esa fue mi primera conferencia de parapsicología y tuve el placer adicional de conocer a Tenhaeff (1953), el principal estudioso de la psicometría en aquel momento, y escucharlo hablar sobre su investigación con Gerard Croiset y otros psíquicos. Aparte de sus propios estudios, Tenhaeff (1953) contó los casos que había recibido. El secretario de un tribunal de distrito le escribió que el presidente del tribunal le había pedido a Croiset que lo ayudara a localizar un portafolio con documentos de un caso de quiebra financiera. Croiset fue a la oficina y de inmediato anunció que los documentos estaban en dos estantes hacia arriba, del lado izquierdo, en la parte de atrás. También señaló la habitación donde habían estado los documentos. Luego fueron al ático, dos pisos más arriba en la parte trasera a la izquierda y se encontró el portafolio. El presidente de la corte estuvo presente en la investigación. En este caso, el “objeto” era un edificio y no una pertenencia personal. El objeto también podía ser una persona, como en una típica lectura psíquica, pero la presencia en la misma habitación pudo dar indicios sensoriales del cliente al psíquico y, por lo general, se rechaza como evidencia de habilidad extrasensorial.

Tenhaeff (1954-1955) relató un caso en el que parecían improbable un indicio sensorial. Un psíquico “vió” seis vasos de cerveza detrás de un investigador. De repente la cerveza se convirtió en ron. Ese par de imágenes hizo que el psíquico le preguntara al hombre si tenía algo que ver con un restaurante, lo que negó. Más tarde se descubrió que el hombre había nacido en la ciudad de Sexbierum (seis-cervezas-ron) de Frisia (El pueblo es famoso por su contracción de las palabras “Sexo”, “Bier” y “Ron”). Tenhaeff señala que, como en los sueños, las representaciones alegóricas y simbólicas a veces aparecen en muchas impresiones psíquicas. Tenhaeff distinguió entre dos factores, “una fuente externa” y la “memoria subliminal” del medium que refleja su origen. Osty (1923) encontró que ni él ni sus sujetos eran capaces de juzgar la exactitud de sus impresiones psíquicas, y señaló: “Hay un único modo de estimar su valor: Tomar nota del tenor de las palabras habladas y compararlas con los hechos” (p. 213). Esto tiene sentido si las imágenes que se evocan son propias del sujeto. Los psíquicos también pueden ser buenos para recordar su propio pasado. James (1889-1890) descubrió que la memoria de Piper en trance era extraordinariamente buena en las sesiones, mientras que su memoria de vigilia no era nada especial (p. 655). Lodge (1899-1890) dijo que su memoria mostraba una extraordinaria precisión y exactitud, aunque no era infalible (p. 450). Osty (1923) encontró que “los buenos sujetos metagnómicos cuya facultad se ejerce en el estado de vigilia tienen recuerdos excepcionales” (p. 78). Uno de sus sujetos dijo que tenía un recuerdo impecable de lo que había leído y de sus sesiones, las palabras retornaban a él como letras impresas y le daban la sensación de leer. Le dijo a Osty: “Usted ha escrito mis palabras, una por una; mañana le traeré una copia de ellas de memoria, y podrá compararlas”. Hizo lo que dijo. Las dos se correspondían, exactamente palabra por palabra “(p. 78).

Si la psicometría es una forma de memoria, es de esperar que las características de las otras modalidades de memoria también se encuentren en la psicometría. Y parece ser así. El contacto frecuente o duradero entre la persona objetivo y el objeto aumenta la probabilidad de éxito en una prueba. Hodgson (1892) dijo: “Cualquier objeto, si ha sido manipulado o usado mucho, y casi exclusivamente por personas específicas, parece servir igualmente bien (como los mechones de cabello)” (p. 21).

Zierold sufría de insomnio, y Pagenstecher usó la hipnosis para tratarla. A veces describia eventos emocionalmente cargados, heridas de guerra o muerte. Según Pagenstecher, en su obra Los Misterios de la Clarividencia y la Psicometria del Pasado, la psicometría es un proceso similar a la de la memoria en donde recuerdan eventos en la historia de los objetos distintos. Los estímulos a los que el psíquico responde no son las propiedades físicas del objeto, como ocurre en la percepción sensorial, sino recuerdos mnémicos asociados con el objeto.
Zierold sufría de insomnio, y Pagenstecher usó la hipnosis para tratarla. A veces describia eventos emocionalmente cargados, heridas de guerra o muerte. Según Pagenstecher, en su obra Los Misterios de la Clarividencia y la Psicometria del Pasado, la psicometría es un proceso similar a la de la memoria en donde recuerdan eventos en la historia de los objetos distintos. Los estímulos a los que el psíquico responde no son las propiedades físicas del objeto, como ocurre en la percepción sensorial, sino recuerdos mnémicos asociados con el objeto.

Piper (hablando en trance mediante su espíritu guía) dijo: “Recuerde que algo de gran importancia es la producción de objetos... y debemos agregar que pueden ser aquellos que se deben manipular lo menos posible que a los que el objeto perteneció” (Sidgwick, 1915, p. 638). En una prueba con Newbold, Piper dijo: “... a veces causa confusión cuando una gran cantidad de personas manipulan mucho el objeto” (p. 624). De manera similar, la Sra. Warren Elliott, una medium estudiada por el investigador británico H.F. Saltmarsh (1929) de la SPR se opuso a cualquier objeto “que haya sido lavado o manipulado por un gran número de personas” (p. 109). Los sujetos de Osty (1923) preferían “una parte orgánica real de la persona: pelo, uñas, diente, sangre o un fragmento de una amputación; o cuanto mucho una pieza de ropa interior, un abrigo, una joya o cualquier otro objeto que haya sido tocado por esa persona y poco por otra. Otros prefieren un papel escrito, siempre que no se haya manoseado mucho desde la primera vez que se escribió” (p.129).

Parece que los eventos en la vida de la persona que ha estado en contacto con el objeto con mayor frecuencia o durante períodos de tiempo más prolongados tienen más probabilidades de ser detectados psíquicamente. Lo mismo se ve en otras formas de memoria. La Sra. de Zierold, el caso de Pagenstecher, a veces describia eventos emocionalmente cargados, heridas de guerra o muerte. Björkhem (1951) dijo que la mayoría de los sujetos recibían impresiones sobre eventos que eran emocionalmente significativos para la persona cuyo objeto usaba (p. 57). El recuerdo normal también está asociado a eventos emocionalmente significativos. Junto a los eventos emocionales, Björkhem (1951) dijo que sus sujetos tendían a describir eventos recientes (p. 57). Pagenstecher (1922), por su parte, descubrió que los objetos que no habían sido expuestos a eventos traumáticos evocaban imágenes de la fabricación de estos objetos, es decir, eventos primarios. En la memoria ordinaria, los eventos recientes o primarios tienden a ser más recordados.

La psicometría es un proceso similar a la de la memoria en donde recuerdan eventos en la historia de los objetos distintos. Los estímulos a los que el psíquico responde no son las propiedades físicas del objeto, como ocurre en la percepción sensorial, sino recuerdos mnémicos asociados con el objeto. El proceso puede ser más fácil de entender si extendemos la definición de “persona” para incluir objetos en su entorno. Entonces habría dos tipos de memoria: el recuerdo de los eventos en la vida del psíquico y el recuerdo de los eventos en la vida de la persona con quien el psíquico está conectado. Un objeto material puede ser no sólo un puente porque es visible y tangible, sino también porque se extiende hacia pasado y, por lo tanto, forma una conexión con las personas cuya vida ha entrado en contacto. Una vez que se establece ese puente, el psíquico puede seguir las actividades de una persona, incluyendo otras cuyas vidas se cruzan con las de la persona.

En una sesión con Richard Hodgson (1855–1905), la medium americana Eleanor Piper (1857-1950) canalizó esta afirmación: “Las ropas usadas de una persona cuando está en contacto con su cuerpo contienen cierta forma de poder magnético... Nos atrae (a nosotros) de la misma manera que un imán atrae una aguja. Su propia esfera. Tiene luz propia... una ligera cubierta etérea, por así decirlo”.
En una sesión con Richard Hodgson (1855–1905), la medium americana Eleanor Piper (1857-1950) canalizó esta afirmación: “Las ropas usadas de una persona cuando está en contacto con su cuerpo contienen cierta forma de poder magnético... Nos atrae (a nosotros) de la misma manera que un imán atrae una aguja. Su propia esfera. Tiene luz propia... una ligera cubierta etérea, por así decirlo”.

El físico teórico David Bohm (1980) de la Universidad de Londres, planteó la posibilidad de que un objeto físico como tal (es decir, aparte de los recuerdos de las personas en cuyas vidas se ha configurado, puede tener algo así como una huella mnémica. Creia que algunos fenómenos físicos pueden entenderse mejor si suponemos que resultan de una base multidimensional que no es directamente observable por los sentidos, ni por la extensión de los sentidos en el laboratorio de física. Llamó a ésto “orden implícito” diferente del orden “explícito” o “manifiesto” del universo físico. Bohm dijo: “... este orden [implicado] tiene espacio para la memoria, en el sentido de que los momentos previos por lo general dejan una huella... que continúa en momentos posteriores, aunque ese rastro puede cambiar y transformarse casi ilimitadamente. A partir de este rastro (por ejemplo, en las rocas) es posible, en principio, tener una imagen del pasado, similar en ciertos aspecto, a lo que realmente sucedió” (pp. 207-208). Bohm consideró la memoria como un tipo especial de este proceso. También en psicometría, “los momentos anteriores dejan una huella que continúa en momentos posteriores”, lo que puede permitir a una persona tener una imagen del pasado.

También se puede entender la psicometría sin renunciar a las ideas convencionales de la memoria y la mente. Según la ciencia y la experiencia, la mente, incluida la memoria, está incorporada en el individuo y el cuerpo está incorporado en el entorno. De esto se deduce que la mente también está incorporada en el entorno. Dado que el entorno está compuesto por objetos animados e inanimados, la mente también puede estar insertada en estos objetos. Esto significa que los objetos tienen propiedades mentales y materiales, y esto lleva a pensar que podemos explorar y comprender ambas propiedades.


Referencias

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NOTAS 1 En la alucinación “negativa” el sujeto excluye de su mundo a determinadas personas u objetos y dice no verlos, a pesar de ver al resto de las personas u objetos que le rodean. Sin embargo, aunque dice que no percibe el objeto o persona, no se comporta como si su ausencia fuese real, o no percibe a una persona sino que la esquiva cuando pasa a su lado. Este tipo de alucinación visual puede verse, aunque raramente, en las histerias de disociación, y con más frecuencia pueden ser provocadas durante la hipnosis (NdT).

* El artículo fue publicado originalmente bajo el título “Early Studies on Psychometry” en Journal of Scientific Exploration, Vol.18, No.4, 2004 (pp.711-719). Agradecemos a Stephen Braude su permiso para la reproducción del presente artículo. Traducido del inglés por Jorge Villanueva.

** William G. Roll (1926-2012) fue un psicólogo y parapsicólogo estadounidense en el Departamento de Psicología de la Universidad de West Georgia en Carrollton, Georgia. Roll acuñó el término “Psicoquinesis Espontánea Recurrente” (RSPK) para explicar los casos de poltergeist. Algunos de sus libros clásicos son The Poltergeist (1972, 2004), Theory and Experiment in Psychic Research (1975), Psychic Connections (1995) [con Lois Duncan], y Unleashed of Poltergeists and Murder: The Curious Story of Tina Resch (2004).




Biografía

LA VIDA Y LOS TIEMPOS DEL PSIQUICO STEFAN OSSOWIECKI (1874-1944)*

Zofia Weaver **

Zofia Weaver
Zofia Weaver
zofiewe@ntlworld.com
Para un lector que no esté familiarizado con la turbulenta historia de Polonia, las grandes lagunas en su biografía y los experimentos con Stefan Ossowiecki pueden dar razón suficiente para sospechar sus afirmaciones. Sin embargo, a pesar de tener datos incompletos, la historia de Ossowiecki es como la de miles de otros polacos cuya existencia normal, a veces cómoda, se vio de repente devastada por la agitación política provocada por la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la revolución rusa.

Desde 1796 hasta 1918, Polonia desapareció del mapa de Europa. Su territorio se dividió entre los imperios de Rusia, Prusia y Austria, y los intentos por recuperar su independencia mediante la insurrección fueron rápidamente sofocados y perseguidos con duras represalias. La historia de Polonia, a lo largo del siglo XIX, es la historia de una nación que siempre luchó por preservar su identidad sin estado independiente, con la aniquilación de su élite intelectual y su economía. Si bien la preservación de su identidad en territorio polaco exigió coraje, esfuerzo y sacrificio, parece igualmente meritorio el logro de numerosas familias y comunidades polacas dispersas en tierras de sus ocupantes por mantener vivo ese sentimiento.

La destrucción de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), luego del levantamiento del movimiento de resistencia en Agosto de 1944, significó que una gran cantidad de documentos, nacionales y privados, desde manuscritos de valor histórico hasta fotografías familiares atesoradas, se perdieran irremediablemente. La mayoría de los registros originales relacionados con la vida y estudios con Ossowiecki tuvieron el mismo destino. Sus papeles y archivos personales se quemaron junto con sus edificios; los manuscritos que llevaba consigo cuando los nazis los rodearon con miles de otros civiles probablemente se quemaron con su cuerpo y los de los ejecutados al mismo tiempo. Los archivos de las organizaciones polacas dedicadas a la investigación parapsicológica tampoco sobrevivieron. Por lo tanto, hay muchos aspectos de la historia de Ossowiecki que no se pudieron verificar.

Ossowiecki nació en una familia acomodada de alto prestigio social. Su padre, había sido asistente del químico Mendeleyev y su madre de la nobleza de Polonia. Su madre y su abuela tenían fama de ser un poco psíquicas, y uno de sus hermanos practicaba escritura automática.
Ossowiecki nació en una familia acomodada de alto prestigio social. Su padre, había sido asistente del químico Mendeleyev y su madre de la nobleza de Polonia. Su madre y su abuela tenían fama de ser un poco psíquicas, y uno de sus hermanos practicaba escritura automática.

OSSOWIECKI, EL HOMBRE

Stefan Ossowiecki nació en Moscú en 1877 de una familia acomodada de alto prestigio social. Su padre, que en su juventud había sido asistente del famoso químico Mendeleyev, era un exitoso industrial con su planta química en Moscú, que producía pinturas y barnices. Su madre, de la nobleza terrateniente del este de Polonia (ahora Lituania), era una hermosa mujer (sus retratos, pintados por artistas famosos de la época, lo testifican), con grandes poderes de intuición. Stefan tenía dos hermanas mayores y tres hermanos menores, a los cuales les fue bien en su vida.

Según algunos parientes, Stefan era el favorito de su madre cuando era niño, lo que podría haberlo hecho poco interesado en asuntos materiales. También podría explicar su confianza en las personas y su necesidad de llamar la atención (Boruri & Borurí-Jagodzióska, 1990, p. 16). Su madre y su abuela tenían fama de ser un poco psíquicas, tenían premoniciones, y uno de sus hermanos practicaba escritura automática. En su autobiografía, Stefan mostró habilidades telepáticas desde los 14 años, pero no dice cómo se manifestaron. Durante los próximos tres o cuatro años, su telepatía se convirtió en “habilidad mediúmníca”, como la capacidad de mover objetos y escribir en idiomas que desconocía.

Su educación siguió un patrón predecible para un joven nacido en una familia adinerada con influyentes conexiones, siendo preparado para cuidar el negocio familiar. Su fluidez para el francés y el alemán era natural para alguien con su educación. A los 17 años se graduó en el Tercer Cuerpo de Cadetes en Moscú, luego pasó a estudiar en el Instituto de Tecnología de San Petersburgo. En una entrevista concedida muchos años después (Goniec Warszawski [Mensajero de Varsovia] el 25 de abril de 1937, pág. 6) Ossowiecki cuenta cómo, durante un examen, “leyó” las preguntas de química en un sobre sellado, subió a la pizarra y comenzó a escribir las fórmulas químicas. Aprobó los exámenes y se graduó bien y exitosamente.

Fue alrededor de aquella época (1898-99) que tuvo lugar un encuentro con Wróbel –un viejo y sabio judío llamado Wróbel– que había pasado su vida en India estudiando disciplonas esotéricas, descrito en su autobiografía como el encuentro más influyente en su desarrollo como psíquico. Mientras esperaba un tren en la ciudad de Homel, en el sureste de Bielorrusia, que lo llevaría a la fábrica de papel donde iba a emprender su experiencia laboral como estudiante, Ossowiecki le preguntó sobre cosas de su interés.

De acuerdo a Ossowiecki, Wróbel vivía en los suburbios, en una pequeña casa de madera. Para entonces el anciano estaba en cama, estaba vestido con una túnica negra, estilo monje. Tenía una bello rostro con una larga barba gris:

“De repente [Wróbel] vio mi mundo interior y dijo mi nombre y el propósito de mi visita. Se trasladó mentalmente a Moscú y describió toda mi vida en detalle. Fue el primero en explicarme el significado del aura y me dijo que estoy entre los que pueden verla. También hizo hincapié en mis habilidades sobrenaturales y predijo que mi nombre sería conocido en los próximos años. Habló sobre mi futuro y mi pasado, y debo admitir que hasta ahora todo se ha hecho realidad. Era un hombre excepcional” (Ossowiecki, 1933, pp. 93-94).
Ossowiecki fue a ver a Wróbel y aprendió toda vez que lo tenía cerca; también da nombres de otros que visitaban al anciano regularmente, pero no ha sido posible rastrear ninguna información acerca de él. Tenemos muy poca información sobre su estilo de vida, amigos e intereses durante ese período. Su autobiografía consiste principalmente en relatos de experimentos, y la información personal se limita a comentarios sobre el desarrollo de sus poderes psíquicos. Podemos tener una idea de los círculos sociales en los que su familia se movía gracias a las memorias de Jan Jacyna (Jacyna, 1926), el cuñado de Stefan. Era un militar que trabajaba como profesor para los hijos del Gran Duque Vladimir, hermano del Zar Alejandro III (1845-1894). Él y su esposa también mantenían relaciones amistosas con otros miembros de la familia real. Es lógico suponer que Stefan, que estaba cerca de su hermana, visitaba frecuentemente su casa. Una de las pocas fotografías sobrevivientes de Stefan Ossowiecki lo muestra con el Gran Duque Michael (hermano del zar Nicolás II). El círculo inmediato del zar estaba profundamente involucrado en los asuntos místico-esotéricos dominados por Rasputín, pero no hay evidencia que sugiera participación alguna de Ossowiecki.

El advenimiento de la guerra trajo consigo la participación de los militares en el control de las plantas industriales, en conscuencia los levantamientos revolucionarios que siguieron poco después debieron marcar también el final de la empresa familiar. Ossowiecki participó, al mismo tiempo, activamente en política. Después de la revolución de 1917, fue elegido vicepresidente de la Unión Militar de Polos, y en junio de 1917 se hizo miembro en Jefe del Comité Militar Polaco, en el que su cuñado, Jan Jacyna, era miembro de la Junta Directiva (Bonn y Borufi-Jagodziiíska, 1990, p. 19).

(izq.) Portada de Un Mundo en un Grano de Arena (2005) la biografía del psíquico polaco Stefan Ossowiecki, escrito por Rosemary Barrington, Ian Stevenson y Zofia Weaver; (centro) portada de la propia autobiografía de Ossowiecki El Mundo de mi Espíritu y las Visiones del Pasado (en polaco, 1933), (der.) portada de su primer biografía autorizada Ing. Stefan Ossowiecki: El Clarividente Polaco de Zofia Tuwanowa (en polaco, 1924) con Prólogo de Gustave Geley.
(izq.) Portada de Un Mundo en un Grano de Arena (2005) la biografía del psíquico polaco Stefan Ossowiecki, escrito por Rosemary Barrington, Ian Stevenson y Zofia Weaver; (centro) portada de la propia autobiografía de Ossowiecki El Mundo de mi Espíritu y las Visiones del Pasado (en polaco, 1933), (der.) portada de su primer biografía autorizada Ing. Stefan Ossowiecki: El Clarividente Polaco de Zofia Tuwanowa (en polaco, 1924) con Prólogo de Gustave Geley.

A fines de 1918, Ossowiecki fue arrestado bajo sospecha de haber trabajado para la Misión Militar Francesa, que tenía oficinas en su casa. Fue acusado de colaborar con los franceses y encarcelado durante seis meses en condiciones terribles como las describió a Gustave Geley (Geley, 1924, p. 32). Lo tenían en una celda oscura e infestada de insectos, y lo alimentaban con pescado salado y un vaso de agua al día. Durante el día le hacían cavar zanjas para enterrar a las víctimas de las ejecuciones. Finalmente, fue condenado a muerte y llevado al lugar de ejecución, pero lo salvaron a último momento gracias a la intervención de un amigo en tiempos de estudiante que se había convertido en funcionario de alto rango en el nuevo régimen. Este relato es corroborado en gran parte por el hijastro de Ossowiecki en una carta al parapsicólogo Alexander Imich, y que fue la madre de Ossowiecki quien suplicó éxitosamente misericordia a un dignatario bolchevique. A Ossowiecki no le gustaba hablar de aquellas experiencias; sin embargo, en una entrevista en 1937 dijo que la experiencia del arresto, el aislamiento y la amenaza de muerte fueron un hito en su desarrollo espiritual y en el de sus poderes psíquicos. En sus propias palabras, “fue solo entonces que aprecié este don, que me dió el Creador, y comprendí que puedo ayudar a otros a usarlo” (Goniec Warszawski [El Correo de Varsovia], 29 de abril de 1937, pág. 6).

Es lógico suponer que Ossowiecki abandonó Rusia tan pronto como pudo. Por lo tanto, puede que la carrera de Ossowiecki como psíquico comenzara realmente después de llegar a Varsovia, probablemente en 1919, escapando de aquella experiencia negativa que intensificó sus poderes. Muchos de sus amigos y familiares ya estaban allí, y se encontró rápidamente en su hogar en Varsovia donde, con tantas personas desarraigadas se establecieron amistades y relaciones políticas y comerciales.

Tenemos varios relatos de Ossowiecki, con una personalidad amigable y extrovertida, rápidamente ganó muchos nuevos amigos, y su fama como psíquico lo hizo aún más popular. Un escritor contemporáneo lo describe como alto, atlético, con cara redonda, amigable, abierta y la expresión de un niño que confiaba en todo el mundo. Le encantaba estar con amigos, las bromas, la buena comida y el buen vino, la compañía y la admiración de las mujeres. “Bastaba con ver esa radiante cara, colocada sobre los hombros de un Atlas, para convencerse que la vida bien vale la pena” (Grzymala-Siedlecici, 1962, p. 286). Hubo un rumor, fuertemente negado por su familia en Polonia y nunca confirmado, que Stefan había estado casado varias veces en Rusia. Definitivamente se sabe que ha estado casado sólo dos. Su primer matrimonio, con la Alietta de la Carrierre, duró desde 1922 hasta 1930. No parece haber sido una unión particularmente feliz: el tiempo que dedicó a los experimentos psíquicos fue al menos la causa de la ruptura. La partida de Alietta, que no sorprendió a quienes los conocían, fue un shock para Ossowiecki, que lo ironizaron diciendo que un clarividente no podía siquiera predecir un evento tan importante en su propia vida (él mismo siempre enfatizó que estaba psíquicamente “ciego” en relación a si mismo y con quines lo rodeaban). Su segundo matrimonio, en 1939, con Zofia Skibiñska fue un éxito; ella lo entendió y compartió su don. Sin embargo, según relatos confiables, no estaba privado de amistades femeninas. Esto no es sorprendente; tenía un gran encanto personal, y se decía que era particularmente susceptible a las damas en desgracia. Estas damiselas, por otro lado, lo seguían para pedirle ayuda y consejo, y lo daba generosamente en un polaco con un fuerte acento ruso seductor.

Según la viuda de Ossowiecki (entrevista con Jerzy Jacyna, 42/70), Grzymala-Siedlecki dio a conocer el relato más preciso de Stefan. En su libro sobre las personas inusuales que conocía, describe a Ossowiecki en un capítulo titulado Traveler from the Fourth Dimension [El Viajero de la Cuarta Dimensión] en los siguientes términos:

“El rasgo más fundamental de su personalidad era su optimismo, que atraía consigo una confianza increíble en las personas. Él, quien de todas las personas podría saber más sobre la criminalidad humana y el mal oculto, seguía dando crédito moral a sus semejantes. Nunca conocí a nadie que se sorprenda tanto cuando se revelaba el mal comportamiento o el lado feo de alguien. Una esperanza asombrosa en la condición humana y la necesidad de empatizar con las personas” (Grzymala-Siedlecki, 1962, p. 284).
Esta creencia en la gente también significaba que nunca tenía dinero; simplemente nunca se le ocurrió que podía negarle algo a alguien. Su confianza, así como su placer por la vida, lo convirtieron en un hombre de negocios peor de lo que le hubiera gustado ser. Su primer trabajo, como director de ventas para una empresa manufacturera, duró seis años (1919-1925). Luego trabajó como director administrativo en otra empresa (1925-27). A continuación, dirigió una cooperativa de empleo en beneficio de los oficiales de reserva (1930-1934). En los años 30 estuvo involucrado en numerosas actividades comerciales, se convirtió en miembro fundador y vicepresidente de un Banco de Comercio Exterior, comenzó una asociación para el comercio de carbón y materiales de construcción y fue miembro de las juntas directivas de varias empresas de fabricación y construcción.

El historiador Jerzy Jacyna describe a Ossowiecki en los siguientes términos: “El rasgo más fundamental de su personalidad era su optimismo, que atraía consigo una confianza increíble en las personas. Él, quien de todas las personas podría saber más sobre la criminalidad humana y el mal oculto, seguía dando crédito moral a sus semejantes. Nunca conocí a nadie que se sorprenda tanto cuando se revelaba el mal comportamiento o el lado feo de alguien. Una esperanza asombrosa en la condición humana y la necesidad de empatizar con las personas”.
El historiador Jerzy Jacyna describe a Ossowiecki en los siguientes términos: “El rasgo más fundamental de su personalidad era su optimismo, que atraía consigo una confianza increíble en las personas. Él, quien de todas las personas podría saber más sobre la criminalidad humana y el mal oculto, seguía dando crédito moral a sus semejantes. Nunca conocí a nadie que se sorprenda tanto cuando se revelaba el mal comportamiento o el lado feo de alguien. Una esperanza asombrosa en la condición humana y la necesidad de empatizar con las personas”.

También participó activamente en varias organizaciones caritativas, incluida la Cruz Roja Polaca (Boruri y Boruri-Jagodziriska, 1990, p. 20). Fue tal vez el entusiasmo con el que se lanzó a tantos proyectos lo que le dificultó hacer malabarismos y alcanzar el éxito en cada uno. De hecho, las distracciones de Ossowiecki eran legendaria: siempre olvidaba las citas, hacía arreglos para conocer a diferentes personas en diferentes lugares al mismo tiempo, perdía cosas, se olvidaba los nombres y los rostros. Un verdadero despistado! Jerzy Jacyna fue testigo de una serie de situaciones en las que Stefan se presentaba a personas que ya había conocido en varias ocasiones. Habiendo conocido a la joven Jacyna durante dos años, un día Stefan se presentó y le pidió a su hermana que le contara algo sobre “nuestra joven invitada” (Jacyna, 1970-71, 46/70). El mismo Ossowiecki atribuyó a algunos de esos lapsus al efecto de los experimentos, los cuales lo dejaban desorientado por algun tiempo, haciéndole perder el sentido del tiempo y afectando su memoria.

Varias fuentes confiables están de acuerdo en que la posición financiera de Ossowiecki era pobre por los rumores que circulaban sobre él. Según su hijastro, Marian Swida, pudo haber estado bien en la década del 1920, pero más tarde, en la década del 30, apenas llegaba a fin de mes. La opinión de Swida era que su padrastro era demasiado amable y confiado, prestaba dinero o se involucraba en negocios dudosos. Esta opinión fue compartida por un número de testigos entrevistados por Boruri, quienes estaban de acuerdo en que, si bien Stefan era activo y estaba bien predispuesto, su visión para los negocios no era buena, y sus amigos y familiares a veces tenían que acudir al rescate asesorándolo y dándole ayuda financiera (Boruri & Boruri Jagodziriska, 1990, p. 20).

De hecho, la misma cantidad de puestos de alto rango que tuvo durante periodos cortos (era fundador dos en compañías que no duraron mucho) indicaban la falta de fiabilidad de estas empresas. Sin embargo, tal vez no sea muy sorprendente que, tanto por su carácter como por sus antecedentes: había comenzado con una alta posición en un entorno seguro de la empresa familiar, pero no lo preparó para ser el tipo de empresario que puede construir un negocio de la nada. Agreguemos a esto sus altas expectativas, otros intereses, su naturaleza sociable y es la receta para garantizar que sus planes ambisiosos nunca se materialicen. Parece que su “personalidad para los negocios” era tan real y necesaria como otros intereses, pero que disfrutaba dándose como una mezcla de “Monsieur l'Ingénieur” y místico raro.

Aunque era un hombre realmente muy ocupado, tampoco aceptaba un pago por sus “servicios clarividentes” ni intentaba usarlos para obtener ganancias financieras. Cuando estuvo en Varsovia, muchas personas se negaban a jugar al bridge con él por si acaso que pudiera “leer” sus cartas. Según varios testigos, era mal jugador y por lo general perdía. Su explicación era que hacía esfuerzos para no usar su don en en el juego, pero lo que es seguro es que a medida que su fama crecía, tuvo muchas oportunidades de tener recompensas financieras por su posición. Sin embargo, nunca lo hizo.

Sería fácil sugerir que la ganancia pecuniaria descartaba la motivación para hacer trampa. En los experimentos con Ossowiecki, más allá de la calidad del diseño, no aparece evidencia alguna de intentos de hacer trampa. Hay mucha evidencia que demuestra que creía sincera y genuinamente en la eficacia de su don y lo usaba en situaciones en las que era imposible hacer trampa en virtud de la tarea, por ejemplo, rastrear a personas desaparecidas durante la guerra. Pero, aparte de la evidencia objetiva, solo nos puede ayudar a comprender su verdadera motivación comprender mejor cómo consideraba sus habilidades.

Lo más importante en las creencias filosóficas de Ossowiecki es que le fue confiado un don especial, no solo para ayudar a las personas a nivel práctico, sino también para mostrarles el camino que conduce a un nivel superior de consciencia para el desarrollo espiritual de la humanidad. Hacer ganancias materiales de ello hubiera sido un sacrilegio; habría sido ofensivo para sus convicciones morales, al igual que habría sido degradante para un caballero tomar dinero por su clarividencia, como un adivino común.

Ossowiecki ayudó a un gran número de polacos durante la ocupación nazi. Los familiares venían de todo el país, esperando que él pudiera “rastrear” a sus seres queridos desaparecidos; esperando horas fuera de su apartamento. Nunca rechazó a nadie, aunque él mismo admitió que a veces mentía cuando sus visiones eran demasiado horribles.
Ossowiecki ayudó a un gran número de polacos durante la ocupación nazi. Los familiares venían de todo el país, esperando que él pudiera “rastrear” a sus seres queridos desaparecidos; esperando horas fuera de su apartamento. Nunca rechazó a nadie, aunque él mismo admitió que a veces mentía cuando sus visiones eran demasiado horribles.

Ossowiecki era bastante orgulloso de sus poderes, disfrutaba de la fama (no es exagerado decir que fue una de las personas más famosas de Polonia durante los años entre-guerras), pero al mismo tiempo se sentía humillado por ésto. En varias ocasiones, cuando se le preguntaba, Ossowiecki daba explicaciones de avanzada de cómo creía que funcionaba este don, enfatizando la importancia de seguir estudiando disciplinas esotéricas. Sin embargo, nunca afirmó que entendía ese don realmente y estaba muy ansioso por que lo investiguen. Quedó muy impresionado por la nueva ciencia de la “metapsíquica” y, siempre que pudo, cooperó con entusiasmo con los experimentadores de la época. A pesar de todas las presiones, no es sorprendente que a veces no pudiera hacerlo, por lo que los “experimentos” se realizaban sin pensarlo o se posponían para otra sesión, o quedaban incompletos. Por lo tanto, hay una serie de imaginarios aparentemente contradictorios con Ossowiecki para conciliar: el hombre de negocios duro, el sociable bon vivant, y el ermitaño con conocimientos esotéricos. Algunos de estas imaginarios, sin duda, los disfrutaba y le ayudaba a construir, aunque no necesariamente de manera consciente. Lo que está bien probado, son sus cualidades de bondad, franqueza y confianza. Y, por supuesto, sus experimentos.

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en 1939, Ossowiecki y su esposa se quedaron en Varsovia, aunque pudieron ir a Italia, pero se dice que Ossowiecki se negó a ir porque era necesario quedarse para ayudar en Varsovia. El hijastro de Ossowiecki anticipa una razón más prosaica que escuchó de su madre: que nadie esperaba que la guerra durara tanto y que fuera tan espantosa como resultó, y la idea de comenzar una nueva vida entre extraños debe haber sido desalentadora.

Cualesquiera sean sus razones para quedarse, Ossowiecki ayudó a un gran número de polacos durante la ocupación nazi. Los familiares venían ansiosos de todo el país, esperando que él pudiera “rastrear” a sus seres queridos desaparecidos; esperando a veces horas fuera de su apartamento. Nunca rechazó a nadie, aunque él mismo admitió que cuando sus visiones eran demasiado horribles a veces mentía. Aparte de acuerdos comerciales, la principal fuente de ingresos durante los años que duró la guerra era el envasado de café de la fábrica de la familia de su esposa.

Durante la ocupación nazi, también llevó a cabo muchos experimentos arqueológicos con varios profesores de la Universidad de Varsovia. Los datos aun están incompletos, pero se han publicado tanto en polaco como en inglés. Los experimentos arqueológicos de Ossowiecki se hicieron antes y durante la guerra. La cuestión de su utilidad se discute en la revista polaca de investigación psíquica Zagad nienia Metapsychiczne [Problemas Metapsíquicos], en un nivel bastante elemental. La serie de experimentos realizados con el profesor Poniatowski y otros arqueólogos, desde 1935 a 1944, parecen haber estado destinados a contribuir a la investigación arqueológica.

Finalmente, hay varias versiones de la muerte de Stefan Ossowiecki, que probablemente no tuvieron testigos sobrevivientes aparte de sus anónimos asesinos. Lo más probable es que fuera asesinado, junto a miles de otros civiles, a inicios de de agosto de 1944, poco después del inicio del levantamiento de Varsovia. La Gestapo juntó a todos los civiles que se escondían de los combates en el área cercana a su apartamento, sacaron a los que aún quedaban en sus casas y separaron a hombres de mujeres. La esposa de Stefan se separó de él cuando salieron de su escondite en la vicaría local junto a otros civiles, y se la llevaron con las otras mujeres. Sin embargo, una amiga que vivía en la misma zona y que había sido arrastrada fuera de su casa, afirma haber visto a Ossowiecki en las columnas de los presos custodiados en la calle. Las mujeres permanecían esperando por horas, mientras llevaban a los hombres a cuatro patas a un área detrás de algunos edificios incendiados. Posiblemente alli lo fusilaron. Aunque no hubo testigos presenciales de la masacre, pudieron escuchar las ametralladoras, los gritos de los heridos y los disparos que los remataban. Luego quemaron los cuerpos, junto con una gran cantidad de papeles, y cenizas “que caían tan gruesas como la nieve” (Boruti y Borufi-Jagodziáska, 1990, pp. 42-3). No hay datos exactos de cuántos miles fueron asesinados en aquel lugar, pero no hay duda que esta masacre ocurrió, como muchas otras.

Es muy probable que Ossowiecki estuviera entre los que perecieron allí. Otros relatos no confirmados dicen que fue torturado en la sede de la Gestapo (que estaba cerca) y luego ejecutado; sin embargo, otros creen que estuvo en campos de concentración. Lo cierto es que nunca más se lo volvió a ver después de agosto de 1944.


IDEAS Y CREENCIAS FILOSÓFICAS DE OSSOWIECKI

La filosofía personal de Ossowiecki no sirve para tratar explicar su don, aunque lo consideraba crucial. Sin embargo, es muy importante para comprender su carácter y la visión de su condición de psíquico genuino. En su autobiografía, Ossowiecki reconoce su deuda con Wróbel, pero también menciona a Józef Jankowski como uno de sus maestros. Ossowiecki perteneció al movimiento dirigido por Jankowski –el poeta, periodista y traductor polaco apasionado por las ideas de Hoene-Wroriski, un filósofo polaco del siglo XIX que vivía en Francia, cuyo trabajo era crear una filosofía para resolvía todos los problemas de la humanidad. No definía lo Absoluto, sino que el núcleo de su sistema era la Ley de la Creación, que implicaba un movimiento constante entre lo Absoluto y lo concreto en tanto que la humanidad se esfuerza por alcanzar la armonía y la libertad. El ideal de Hoene era que Rusia lideraría la salvación de la humanidad a las naciones en, pero los movimientos ideológicos e independentistas polacos lo rechazaron y vieron a Polonia como el “Mesías de las naciones”. El movimiento liderado por Jankowski contenía rosacruces, teosóficos y mesiánicos (Roszkowski, 1983). Las principales influencias de las creencias de Ossowiecki eran que la humanidad que evoluciona hacia la perfección (a pesar de los muchos contratiempos y ciclos de regresión) será auxiliada por la unión entre la ciencia, la religión y la metafísica.

En la filosofía de Ossowiecki, la evolución de la humanidad progresa de Oriente a Occidente, y si bien el cristianismo es el pináculo de todas las religiones, Occidente será la cuna donde las fuerzas espirituales más elevadas nacerán del anhelo humano por alcanzar a Dios. El concepto de “Alma Única” se refiere a cuando Ossowiecki trata de explicar su don, como parte de todo lo que existe en el universo, ilimitado por el tiempo y el espacio. El “éter” es, en cierto sentido, su cuerpo, con una variedad de ondas que viajan a través de él.

El hombre primitivo, conectado al mundo de las plantas y los animales, evoluciona hasta el punto en que él, su conciencia, es capaz de “capturar” el elemento divino. Sin embargo, la etapa actual no es algo terminado, su estado final. Somos criaturas que todavía habitamos cuerpos físicos sujetos a la destrucción; sólo cuando la humanidad haya alcanzado su forma “angelada” (espiritualmente hablando), se podrá reincorporar el Alma Única. El “yo”, con sus percepción subjetiva (conquistado a través de la clarividencia), desaparecerá para siempre. Así todas las personas quedarán hermanadas, luchando por la evolución de su alma hacia lo divino. Ossowiecki distingue tres fases en la espiritualidad de la psique humana: el subconsciente, el consciente y el superconsciente. El subconsciente absorbe todo lo que el Alma Única necesita, sin estar consciente de ello. A medida que el suelo recibe la semilla y la hace crecer, el subconsciente se convertirá en la conciencia, generando destellos de sabiduría. El subconsciente y el superconsciente interactuan constantemente. La conciencia es la autoconciencia, es el “timonel” navegando en un océano cósmico. El superconsciente está vinculado a la conciencia del Alma Única; fuente de toda sabiduría proveniente de Dios.

Ossowiecki estaba profundamente influenciado por el concepto de grandes maestros o líderes, enviados por la Providencia para guiar a la humanidad. Estas personas pueden cruzar el límite que nos separa del superconsciente. Dispersos por todo el mundo, actúan como antenas, conectando a la gente común con el superconsciente. Su propio don de la clarividencia consciente lo hace aspirar a ser uno de esos líderes, pero ve el mismo principio operando en personas de genio en momentos de inspiración: grandes artistas, científicos, inventores. Sin embargo, el verdadero conocimiento esotérico no está siendo estudiado suficientemente y se necesita una gran síntesis. Es un tema que requiere gran disciplina mental y esfuerzo constante, y Ossowiecki deplora la degradación de los poderes psíquicos por parte de quienes los usan sin la debida preparación (Ossowiecki, 1933, pp. 71-73).

Durante el Levantamiento de Varsovia, el 5 de agosto de 1944, la Gestapo ocupó el edificio de la antigua Inspectoría polaca de las Fuerzas Armadas en la Avenida Ujazdów. Probablemente fue asesinado, en efecto, su cuerpo nunca fue encontrado, como reza un cenotafio en el cementerio Powazki de Varsovia.
Durante el Levantamiento de Varsovia, el 5 de agosto de 1944, la Gestapo ocupó el edificio de la antigua Inspectoría polaca de las Fuerzas Armadas en la Avenida Ujazdów. Probablemente fue asesinado, en efecto, su cuerpo nunca fue encontrado, como reza un cenotafio en el cementerio Powazki de Varsovia.

En su esquema general, las ideas de Ossowiecki comparten algunos puntos en común con las teorías de hoy día, utilizando expresiones más modernas como “conciencia cósmica” o “propiedades emergentes”. Sin embargo, cuando se examina la “evidencia” para respaldar estas ideas, se encuentra una mezcla algo embarazosa de historias seleccionadas con varias creencias populares, como una versión confusa de la maldición de Tutankamón que ejemplifica el poder de los talismanes, o datos inexactos de inventos debido a destellos de inspiración del superconsciente de forma totalmente descuidada. Pero Ossowiecki prefiere admitir que no tiene pretensiones de conocimiento filosófico, mientras que su confianza en que tenía el control de sus hazañas clarividentes bien pudo haber sido una condición valorable de su capacidad. La Introducción a su autobiografía, donde presenta sus ideas, podría considerarse como evidencia de naturaleza confiada, y su entusiasmo infantil, en la aceptación evidente de las maravillas del mundo.


EL PROCESO PSÍQUICO

Las creencias filosóficas de Ossowiecki influyeron en su interpretación de los procesos involucrados en sus prácticas psicométricas, dándoles una dimensión espiritual y volitiva. Sus narraciones sobre lo que realmente experimentaba mientras “cruzaba los límites de la conciencia” son pocos y están algo dispersos, pero proporcionan encierto punto una idea de por qué sentía que estas experiencias lo llevaban a una dimensión diferente. En una entrevista en un periódico en 1937, Ossowiecki explicó la “iniciación” que experimentó al estudiar con Wróbel secretos esotéricos. Su maestro preferido le enseñó sobretodo a concentrar el pensamiento y fuerza de voluntad. Como joven animado, a Stefan le resultó muy difícil concentrar toda su atención en un punto, un objeto. Al principio no veia nada, luego vió círculos de colores girando, como lo que se ve cuando uno cierra fuerte los ojos. Eso lo mareaba, pero su Maestro pensó que era una señal prometedora. Un día le dijo a Ossowiecki que visualizara su rostro, el de Wróbel, sin mirarlo. Resultaba ser muy difícil: visualizar un rostro familiar en detalle y darle vida. Continuó intentando hacer esto con otros rostros, luego con personas enteras, y llegó a sentir que durante esas visualizaciones parecía perder su propia personalidad. Era como si él –su propio yo– dejara de existir. Entonces comprendió como cruzar la frontera de la conciencia humana normal. Sus visiones eran “superconscientes”, controladas por el ejercicio de su voluntad en oposición a las imágenes incontroladas del subconsciente.

A la pregunta sobre el rol de los objetos que necesitaba tener en los experimentos psicométricos, la respuesta de Ossowiecki era que éstos eran los “cables” que lo guiaban con determinada entidad, viva o no. Durante las “visiones” en sí, que no tenían ningún sentido, no era necesario estar cerca de la persona que estaba “viendo”. No tenía ningún sentido del “yo”. Veia una película vívidamente, con todos los detalles, internos y externos, siendo consciente de que lo que le estaba pasando a la gente, en sus mentes y almas. Es por eso que las visiones trágicas eran tan traumáticas para él; como si estuviera viendo todo desde arriba, a vista de pájaro, desde algún lugar en el espacio, aunque no podía precisar su posición, porque finalmente, le resultaba imposible encontrar las palabras adecuadas para describir esa experiencia (Goniec Warszawski, 26 Abril de 1937, p. 4). En su autobiografía, publicada cuatro años antes, Ossowiecki intentó describir este proceso de visualización creativa en los siguientes términos:

Por encima de todo, trato de recrear el objeto en mi imaginación, y una vez que lo tengo frente a mí como lo es en realidad, desensibiliza mi conciencia, me autosugestiono. Trato de mantener ese objeto ante mis ojos todo el tiempo, y una vez que veo el objeto, o el paisaje, o el hombre que me interesa, la forma del objeto que sostengo ante mis ojos comienza a desaparecer, y luego siento una gran satisfacción, moviéndose cada vez más en el cosmos del universo.

Ante mis ojos surgen grandes horizontes y visiones: basta con recoger el objeto, instantáneamente me transporto a esos lugares en los que me estoy concentrando y que acabo de tocar. En momentos como éste pierdo el sentido del tiempo y el espacio, mi temperatura aumenta, mi corazón late más rápido y cuando miro tengo la impresión de que ya estoy allí, en ese lugar. Cuanto más esfuerzo hago para ver, más borrosa se convierte la realidad que me rodea [Ossowiecki, 1933, pp. 56-57].
El efecto de estas visiones tan poderosas parece haber sido una confusión entre las impresiones creadas por ellos y la realidad circundante, que afecta su sentido del tiempo y su memoria. Según Ossowiecki, también era más fácil realizar los experimentos cuando los presentes no pensaban en si mismos, ya que esto evitaba “pistas falsas” (Ossowiecki, 1933, p. 57). En su autobiografía y en la entrevista ya mencionada, Ossowiecki habla sobre su capacidad para ver el aura:

Solía verla cuando aún era estudiante en el Instituto Tecnológico y en el momento en que no podía entenderla, incluso pensé que debía ser un defecto en mi visión. Consulté a varios oftalmólogos en Moscú. Uno de los más reconocidos, el profesor Gilius, afirmó que padecía ceguera al color. Incluso había empezado un tratamiento. Tenía miedo, pero sentía que todos estaban equivocados y detuve el tratamiento. Accidentalmente, noté que ca vez que veo el aura blanca que emana de alguien, esta persona muere el mismo día, o a más tardar al siguiente; lo verifiqué muchas veces con el mismo resultado [Ossowiecki, 1933, p. sesenta y cinco].
Desafortunadamente, aunque hay muchas versiones de que Ossowiecki veia el aura, hasta ahora ha resultado imposible encontrar una fuente confiable. Una de las “áreas grises” de los poderes de Ossowiecki es el poder de la precognición. Se le han atribuido numerosas profecías, especialmente en relación con el advenimiento y resultado de la Segunda Guerra Mundial, pero los que le rodean negaron que alguna vez predijera grandes eventos. Tanto Boruil como Borzymowski citan los recuerdos de la viuda de Ossowiecki, que el clarividente le dijo a un amigo artista que “vio” “cosas terribles en Varsovia” y una “muerte terrible” para él (Bormí & Boruíi-Jagodziiíska, 1990, p. 41; Borzymowski, 1965, p. 274).

Sin embargo, debemos recordar que el 1 de agosto de 1944, la mañana en que Ossowiecki supuestamente tuvo la visión, fue la fecha del inicio del levantamiento de Varsovia, que comenzó a las 4 PM. Los muchos relatos de primera mano de ese día hacen referencia a la atmósfera explosiva, tensa, de miedo y júbilo, que parecía llenar el aire, y los eventos terribles, tanto a nivel general como personal, compartido por miles de polacos Por lo tanto, hay que tener en cuenta la afirmación de Ossowiecki sobre Jerzy Jacyna, de que en varias ocasiones el “don” no funcionaba en relación a él mismo o en relación a personas muy cercanas (Jacyna, 70/5). Sin embargo, hay ejemplos de predicciones específicas respecto a eventos particulares (por ejemplo, el sexo del futuro bebé, págs. 33-34, Experimento 8), y al menos en una ocasión, Ossowiecki viendo “en tiempo real” el resultado de un evento que aún no había ocurrido (pág. 121, ¿Premonición/Precognición? Caso 3).


LA CALIDAD DE LA EVIDENCIA

Stefan Ossowiecki fue una leyenda de su tiempo. Muchas historias que lo dotaron de poderes más allá del imaginario popular que rodeó durante su vida; después de su muerte, las leyendas se multiplicaron y cobraron vida propia. Esto hace que para el para el investigador sea necesario tomar con cautela las diferentes fuentes.

Por otro lado, hay suficiente evidencia de la calidad de su don como algo notable. La mayoría de los relatos de los poderes de Ossowiecki aquí presentados podrían considerarse genuinos, sea porque se publicaron al mismo tiempo, o porque existen buenas razones para considerarlos como razonablemente precisos. Todos los experimentos de los investigadores franceses Richet y Geley se publicaron poco después de su realización. El tiempo de experimentación mejor documentado es desde 1921 a 1924, año de la muerte de Geley. Los relatos de muchos de los experimentos con investigadores y testigos polacos se publicaron en la autobiografía de Ossowiecki, que apareció por primera vez en 1933; algunos de ellos también fueron publicados en revistas polacas de la época.

Por ejemplo, después de la guerra, Zofia, su viuda entregó sin egoísmo a todos los investigadores interesados una serie de relatos de las hazañas de Ossowiecki, quien intentó recopilar todo el material disponible sobre Stefan. Las personas que escribieron a la prensa polaca de la década del setenta fueron reveladores, sobre todo los recuerdos de Jerzy Jacyna sobre Ossowiecki en un semanario nacional. Cada relato se considera digno de crédito por varios motivos.

Los criterios que se tuvieron en cuenta son: si los casos son de primera mano, hasta qué punto podrían corroborarse y el grado de confiabilidad a partir de la aplicación de un “índice de propensión a la fantasía” informal de los testigos. Hay muchas historias, algunas muy dramáticas, que dieron en su momento muchas personas que conocieron personalmene a Ossowiecki, pero cuyos relatos parecen “demasiado buenos para ser verdad” y que no pudieron ser corroborados. También hay historias que parecían provenir de buena fuente, pero luego resultaron ser un “relato personal del testigo”, personas, horarios y lugares diferentes, u otros autores repiten como evidencia confiable. Por ejemplo, la historia que habla de un una famosa familia que volaba a Varsovia en 1938, para pedir la ayuda de Ossowiecki para la búsqueda de importantes documentos familiares, incluido una testamento, que había desaparecido misteriosamente. Se cree que Ossowiecki le describió a su visitante, asombrado, las circunstancias exactas del robo, la aparición del ladrón y donde estaban ocultos aquellos documentos perdidos. En base a esta información, se encontraron y el banquero agradecido ofreció una fortuna como recompensa al Ossowiecki, la cual rechazó. Lamentablemente, aunque muchos autores escriben una fecha posterior (uno de ellos persigue a Ossowiecki por no aceptar la recompensa y la dona a nombre de una organización benéfica), esta historia sólo se puede leer en un periódico polaco publicado en 1945. Otras investigaciones también lo corroboran pero debido a la ausencia de certeza en cuanto a la fuente, esta historia, como muchas otras proezas atribuidas a Ossowiecki, no se incluyen aquí.

El rango de fenómenos detallados aquí se encuentra en la misma área. Ossowiecki encontró objetos y personas perdidos, leyó mensajes sellados, describió lugares que nunca visitó y adivinó las historias de objetos que se le ocultaron. La información sobre estas personas y sus circunstancias, debido a su posición social, podría no haber ayudado en estas tareas, y no se ocupaba de adivinar el futuro o resolver problemas sentimentales o de salud. Algunas pruebas indican dones más impresionantes que “sólo” rastrear los objetos que recibía (como la capacidad de influir en los resultados de las investigaciones en las que participaba), sino los objetivos reales de los experimentos eran bastante definidos e independientes de las interpretaciones de los experimentadores. La naturaleza variable de estas condiciones, los experimentadores y la calidad de la información pueden considerarse una virtud. El volumen y la variedad de datos dan a entender que, si bien un grupo de experimentadores puede ser acusados de sesgar cierta información, no se puede acusar a todo el cuerpo de experimentos.

En situaciones espontáneas de la vida real, Ossowiecki se ofrecía a ayudar a las personas en situaciones en las que no era posible hacer trucos, como “localizar” a personas en lugares desconocido. Si bien es imposible determinar su historial de éxitos en ese aspecto, la seguridad con la que realizó estas tareas demuestra su creencia en sus poderes. No tenemos suficiente información para determinar su tasa de éxito, y es bien sabido que los entusiastas a veces leen los significados personales en las declaraciones generales aplicables a cualquiera. Sin embargo, cuando uno examina el contenido objetivo de algunos de los relatos bien corroborados, esta explicación parece inadecuada.

La localización de objetos perdidos es otra categoría de eventos parapsicológicos, donde no se pueden descartar los trucos a priori. La obvia explicación (y la que no se puede descartar si la evidencia se limita a unos pocos casos del mismo tipo) sería tener cómplices que hagan que los objetos desaparezcan y aparezcan en los lugares acordados. El problema con esta explicación es la gran variedad de motivaciones y testigos, también en gran parte debido a la posición privilegiada de Ossowiecki en la sociedad varsoviana. Cuando que su fama se expandió, la gente activó los contactos que pudieran para ayudar al clarividente, y “Stefanek” haría todo lo posible para complacer a sus amigos y a los amigos de sus amigos. Cualesquiera que sean los defectos en tales incidentes, su espontaneidad impide la posibilidad de que estén preestablecidos.

Cuando llegamos a experimentos específicamente diseñados para probar los poderes de Ossowiecki, se aplican diferentes criterios. En este contexto, es bueno basarse en una discusión de los posibles trucos empleados por los pseudo-psíquicos en el libro de Marks y Kammann (1980) que explican las dificultades obvias que un investigador debe sortear. En los experimentos de “visión” a través de un sobre sellado, por ejemplo, no es correcto realizar el dibujo/escritura en presencia del psíquico, ya que esto no elimina la posibilidad de que se den indicios mediante la observación del movimiento de la pluma o el sonido de la pluma en el papel, incluso si se tomaran precauciones para evitarlo. La mayoría de los experimentos controlados de este tipo realizados con Ossowiecki utilizan sobres sellados preparados de antemano. Cuando los experimentadores organizaron los objetivos que otras personas preparaban, al azar, también se excluía la posibilidad de que Ossowiecki adivinara el objetivo “pescando” información.

Para evitar la posibilidad de que se vea el objetivo a través de un sobre, las muestras se doblan o se envuelven usando más papel, y/o se colocan en varios sobres, el exterior se marca de manera tal que cualquier intento de apertura sea detectable. Ossowiecki a veces manipulaba el sobre durante un tiempo, y aunque es posible, incluso probable, se haya distraído que la atención de los experimentadores, ellos registraban el estado del sobre después que terminaba “visualización”.

El famoso experimento en la Conferencia Internacional de Investigación Psíquica en Varsovia en 1923, en la cual E.J. Dingwall diseñó el objetivo (pp. 62-65), obligó a este último a pensar en la complicidad de otro investigador involucrado, Schrenck-Notzing, como la única alternativa a la interpretación paranormal. De hecho, el argumento ad hominem, que atribuye excesivo valor a la evidencia de los testigos, principalmente debido a su posición social o académica, va en contra de lo que hay que protegerse. Por otro lado, aplicado en sentido inverso y a su conclusión lógica, el mismo argumento hace que sea imposible confiar en cualquier evidencia, independientemente de su origen, ya que siempre se puede cuestionar la integridad de los involucrados en la recopilación e interpretación de los datos.

Por lo tanto, vale la pena examinar la confianza de los experimentadores y los testigos, sin otorgar demasiada importancia a su estado, pero prestando especial atención a la voluntad de creer, la objetividad y la capacidad para observar y evitar “adornar” el caso. Como se ha señalado antes, los experimentos aquí presentados se han seleccionado en parte, al significado que a veces da preferencia a los “extraños” en lugar de las personas que eran amigos de Ossowiecki. Los observadores también suelen tener un compromiso emocional diferente con el “experimento” que los investigadores, ya que su principal objetivo es encontrar una solución a sus problemas.

El prestigio de Geley y Richet, en abril de 1921, y algunos de los investigadores polacos, como Stefan Rzewuski y Prosper Szmurlo, a juicio del material publicado en Zagadnienia Metapsychiczne [Problemas Metapsíquicos], ha pasado gran parte de tiempo con las explicaciones normales de casos “paranormales” de los lectores apasionados, posibilidad de fraude, investigando psíquicos con ninguna –o poca–capacidad, o tratando de mejorar la calidad de los experimentos.

Un testigo cuyo nombre aparece con frecuencia en las experiencias espontáneas de Ossowiecki es Olgierd Missuna, que estaba relacionada con Ossowiecki, siendo nieto del segundo matrimonio de la madre de Ossowiecki. Abogado de profesión, era fiscal estatal desde 1930. Dado que esta función en el sistema legal de Polonia era trabajar estrechamente con la policía, investigar casos criminales y conseguir pruebas, estaba bien preparado para observar y juzgar la calidad del evidencia.

En la década del 60, Missuna publicó una serie de libros sobre varios casos en los que estuvo involucrado, que demuestran sensatez y buena comprensión de la naturaleza humana. También estamos en deuda con por el único relato disponible de los poderes psicoquinéticos de Ossowiecki.

Missuna fue testigo de una de las sesiones de Ossowiecki cuando era niño en Rusia, en 1913, en una casa señorial. Estuvieron presentes varios familiares de Ossowiecki, Jacyna, Krieger y Missuna y sus amigos. La sesión parece haber tenido lugar en una enorme sala, tal vez un salón de baile. Antes de la sesión, se retiraron todos los muebles y las alfombras, lo que causó cierto retraso y molestó a los invitados. El público estaba parado, se colocó una silla pesada en el centro de la sala, y le ataron ambos brazos y piernas a la silla. En el rincón de la habitación quedaba un objeto: un piano pesado. Este era el objeto que el joven psíquico movería por psicoquinesia.

Desafortunadamente, después que los testigos verificaron que Ossowiecki estaba correctamente atado, todos tuvieron que abandonar la habitación en total silencio. Sólo quedó el piano, que estaba a 10 metros. Cinco minutos después se les pidió a las personas que regresaran. Ossowiecki estaba todavía en su silla, pálido por el esfuerzo, y el piano a su lado. Si bien el relato anterior muestra una decepcionante falta de evidencia confiable de paranormalidad, sí demuestra una encomiable falta de creatividad por parte del testigo.

Si bien es inevitable que se hayan escapado algunos datos, la validación e información errónea a veces también puede ocurrir, porque había tantos testigos, las reproducciones reales de dibujos y texto escrito, o ubicaciones precisas de objetos perdidos, no pueden estar sujetas a acusaciones. Sin embargo, sería una lástima que la mentira de Ossowiecki en los casos espontáneos no esté sujeta, como en la mayoría de los casos, al tipo de análisis mostrado en el experimento de Besterman (págs. 65-70). Sería de gran interés investigar en detalle las visualizaciones de Ossowiecki y descubrir qué tan específicas y precisas eran. El mismo Ossowiecki no tenía dudas de que él se hubiera transportado de manera espontánea al sitio apropiado, y muchas de sus declaraciones suenan muy reales y dramáticas. Ya que en muchas de esas ocasiones “vería” el objetivo con éxito, nos ayudaría quizás a comprender mejor los procesos involucrados para saber qué tan exactos eran los detalles de sus visualizaciones. Si bien los testigos a veces dicen que sus descripciones correspondían a la realidad, es difícil aceptar tales afirmaciones sin analizarlas más detalladamente. También vale la pena señalar además, que gran parte de los objetivos presentados a Ossowiecki eran altamente individualizados y que no se pueden adivinar por casualidad, como sería el caso de los estereotipos de la población (una casa, un árbol, un barco, etc.).

Los casos en que Ossowiecki se equivoca son raras; sin embargo, es muy probable que cierta información selectiva esté en juego cuando se trata de experimentos informales, y es imposible decir cuál sería la proporción. Uno de los testigos cita el caso de Ossowiecki contándole a una joven que ella tenía tres hijos y que era feliz en su matrimonio, que con un marido viviría mucho tiempo, cuando en realidad era viuda! (Jacyna, 14/2/71). También hay dos casos anecdóticos citados por Józef Marcinkowski, un clarividente que usaba objetos valiosos perdidos en donde el autor afirma haber corregido el diagnóstico erróneo de Ossowiecki sobre la identidad del ladrón. Sin embargo, en ningún caso Ossowiecki señaló a una persona en particular; más bien, fue el caso de personas involucradas dibujando sus propias conclusiones en base a sus descripciones. En cualquier caso, dado que la mayor parte del tiempo nos enfrentamos a situaciones de la vida real, y los “éxitos” de Ossowiecki no son del tipo que se experimentan por casualidad, el análisis estadístico del tipo empleado en estos estudios a gran escala no parece ser muy útil aquí.

Ossowiecki había manifestado talentos psíquicos en su juventud, que al inicio generó gran confusión en su familia. Ossowiecki (der.) junto a Geley (centro) y al médium Kluski (Der.) en el Instituto Metapsíquico de Paris (circa 1920). Dos notables que acreditaron sus capacidades fueron los médicos franceses Gustav Geley y el Premio Nobel Charles Richet.
Ossowiecki había manifestado talentos psíquicos en su juventud, que al inicio generó gran confusión en su familia. Ossowiecki (der.) junto a Geley (centro) y al médium Kluski (Der.) en el Instituto Metapsíquico de Paris (circa 1920). Dos notables que acreditaron sus capacidades fueron los médicos franceses Gustav Geley y el Premio Nobel Charles Richet.

Sin embargo, hay al menos dos situaciones en las que se usaron “grupos control”: Uno es el experimento en donde los otros participantes escriben sus impresiones con el objetivo sellado (pp. 38-39, Experimento 2); el otro es el experimento de Jonky (pp. 80-84), donde un total de 17 clarividentes intentaron adivinar los contenidos de un paquete que eran desconocido para cualquier persona viva. En ninguno de ambos casos, el rendimiento de los grupos control fue comparable al de Ossowiecki.

Como muchos otros psíquicos, Ossowiecki se vio afectado por el ambiente en el que estaba actuando. A veces, cuando estaba de buen humor, pedía que se realizara un experimento; en otras ocasiones trataba de evitarlo o a las personas que querían participar. La actitud de algunos investigadores, especialmente al principio, era descartar los argumentos de “vibraciones negativas” como excusas o formas de distraer a los experimentadores para que introduzcan condiciones que hagan posible el engaño. Esta actitud se parece a una novela de Dickens, David Copperfield, donde el padrastro de David se enoja por la perversa reticencia de David a estudiar sus lecciones a pesar de las frecuentes golpizas. Parecería obvio que la mayoría de las personas se comporta de manera diferente cuando se enfrenta a un ambiente hostil en lugar de amigable, ya sea en una reunión política, en un escenario, en un aula, o en una cena. Afortunadamente, los investigadores modernos ya no esperan que los psíquicos sean inmunes a tales influencias e intentan crear un entorno favorable para sus experimentos sin comprometer las condiciones de control. Este parece haber sido el caso de los investigadores que trabajaron con Ossowiecki, aunque no siempre publicaron el procedimiento formal.

Ossowiecki a veces deliberadamente también se guardaba información, o decía mentiras. Esto lo hizo por razones compasivas: para darle una segunda oportunidad al delincuente “percibido”, o para ahorrarle a los familiares el dolor por saber las horribles muertes que se le aparecían en su mente (Jacyna, 1/71). Obviamente, estos casos pierden mucho su valor probatorio, pero son poco frecuentes y su actitud es normal y comprensible. Sin embargo, en su mayor parte, decía la verdad tal como la veía, y el extracto de una carta que publicamos a continuación describe lo que probablemente fue una impresión típica de entre las muchas que dio durante la guerra:

Imagínate, incluso fuimos a verlo [a Ossowiecki] con Maga [mi hermana]. Recuerdo que era en 1940. Los alemanes se habían llevado a nuestros novios, y estábamos enamoradas. Sucede que un amigo de mi papá conocía bien a Ossowiecki, y le rogamos que le pidiera a Ossowiecki, a través de su amigo, que accediera a vernos para averiguar si nuestros novios aun estaban vivos. Ossowiecki estuvo de acuerdo. Estaba en algún lugar del centro [de Varsovia], pero no recuerdo exactamente dónde: era un apartamento elegante, un mayordomo abrió la puerta. Ossowiecki, un caballero, nos recibió con una sonrisa. Tomó, no recuerdo si fotografías o cartas, creo que fotografías, y dijo con la misma sonrisa: “No se preocupen, ambos aun viven”. Ese fue el final de nuestra visita. Dos o tres años después, cuando se supo que el novio de Maga (que era nuestro primo) estaba en el campamento en Mathausen Gossen, e incluso Maga había hecho contacto con él, recibió un telegrama que notificaba de su muerte. Ella estaba destrozada por la noticia, y algunas personas trataron de consolarla diciendo que podía ser un error, ya que esto ocurre de vez en cuando. Maga le pidió a papá ver a Ossowiecki otra vez y él aceptó [verla]. Cuando vió a Ossowiecki, le dió la fotografía y le preguntó si el sujeto estaba vivo. Ossowiecki le dijo: “Pero si tienes un telegrama en tu bolso, informándote de su muerte” [lo cual era cierto]. Luego ella le dijo que tenian la esperanza que la noticia no fuera cierta, pero Ossowiecki le dijo que era verdad.



Referencias

Borzymowski, A. (1965). Experiments with Ossowiecki. International Journal of Parapsychology, 7, 259-280.

Geley, G. (1919/1924). De l´Inconsient au conscient. Paris: Alcan

Jacyna, J. (1926). 30 lat w stolicy Rosji (1888-1918).[30 años en la capital de Rusia]. Warszawa: F. Hoesick.

Jacyna, Je. (1970-71). Fakty I Legends o Ossowiecki [Hechos y leyendas sobre Ossowiecki]. Tygodnik Demokratyczny, 28/1970-21/2971.

Marks, D. & Kammann, R. (1980). The Psychology of the Psychic. Buffalo, NY: Prometheus Books.

Ossowiecki, S. (1933). Swiat mego ducha I wizje przyszlosci [El mundo de mi espíritu y visiones del futuro.] Warszawa: Dom Ksiazki Polskiej.

Roszkowski, W. (1983). Mesjanizm a masoneria okultystyczna w Drugiej Rzeczypospolitej [Mesianismo y masonería oculta en la Segunda República Polaca]. Przeglad Powszechny, 2/1983, pp. 209-224.


 
* Este artículo fue publicado originalmente bajo el título “The Life and Times of Stefan Ossowiecki” escrito por Zofia Weaver en el libro A World in a Grain of Sand: The clairvoyance of Stefan Ossowiecki de Mary Rose Barrington, Ian Stevenson and Zofia Weaver (2005). Jefferson, NC: McFarland.

** Zofia Weaver, PhD BA, ha sido miembro de la Society for Psychical Research desde 1982 y se desempeñó como editora de su revista entre los años 1999-2002. Una de sus principales áreas de interés es la investigación de los psíquicos polacos. Junto con Mary Rose Barrington y el difunto Profesor Ian Stevenson, ha escrito un exhaustivo estudio del clarividente polaco Stefan Ossowiecki, publicado en 2005, y en 2015 publicó un libro sobre el medium Franek Kluski. Su actual interés en la investigación de varios médiums y clarividentes.


Investigación I

APLICACIÓN DE MÉTODOS CUALI-CUANTITATIVOS PARA EVALUAR FALSAS Y GENUINAS LECTURAS EN PSÍQUICOS*

Ian S. Baker, Jane Montague & Abigail Booth**


Ian S. Baker
Ian S. Baker
i.s.baker@derby.ac.uk

Jane Montague
Jane Montague

Abigail Booth
Abigail Booth


INTRODUCCIÓN

El esencialismo en psicología es el concepto según el cual las personas y los objetos se identifican por pertenencia a una categoría en función de alguna propiedad o esencia inherente (Medin & Ortony, 1989). Se piensa que este sesgo cognitivo se desarrolla durante la infancia (Gelman, 2004), y continúa hasta la edad adulta, y que influye en cómo se comportan las personas hacia un tipo particular de persona u objeto, específicamente las percepciones subjetivas de valor y autenticidad (Frazier, Gelman, Wilson & Hood, 2010; Gelman 2004; Hood, 2009).

Si bien el esencialismo es importante en contextos sociales y de cómo los individuos se relacionan entre sí (Haslam, Bastian, Bain y Kashima, 2006; Keller, 2005; Prentice y Miller, 2007), el objetivo de este estudio será la relación entre el esencialismo y los objetos. La noción que se le atribuye a los objetos como consecuencia del esencialismo es importante en el contexto de los recuerdos de celebridades; por ejemplo, en una subasta en 1996, un licitador llegó a pagar $ 772.500 por un juego de palos de golf de John F. Kennedy y $ 48.875 por una cinta métrica de la familia Kennedy (Newman, Diesendruck & Bloom, 2011). Se puede decir que estos artículos podrían haber sido comprados por su función, pero el hecho de que los coleccionistas también hayan comprado chicles masticados por $ 160 (en este caso, el chicle de Britney Spears; ver Newman, Diesendruck & Bloom, 2011) sugiere que hay un significado o un valor inherente en tales objetos. Esto coincide con la creencia de que están “imbuidos” de la esencia de su propietario, que transforma a los palos de golf y a la cinta métrica en los portadores de esa esencia (Fernández y Lastovicka, 2011; Newman, Diesendruck y Bloom, 2011).

Dentro del concepto de autenticidad, las personas sienten asociaciones con personas y lugares, especialmente después de que estos objetos hayan estado en contacto directo con ellos. Esto está especialmente vinculado a una idea de contagio; el acto de “contaminar” un objeto o un lugar con la esencia del individuo o el evento que ha ocurrido en ese lugar (Fernández y Lastovicka, 2011; Frazier et al., 2009; Nemeroff & Rozin, 1994; Newman et al., 2011). Hay pros y contras del contagio. Por ejemplo, los participantes de un estudio revelaron que al elegir entre una vieja y maltrecha guitarra tocada por su héroe musical y una nueva de la misma marca y modelo, todos los participantes eligían la que pertenecía al músico (Fernández y Lastovicka, 2011). Esto puede atribuirse a mera asociación y proximidad (Argo, Dahl y Morales, 2006); sin embargo, algunos participantes demostraban tener creencias de “contagio”, diciendo además que creían que la guitarra estaba cargada por las “huellas” dejadas por el músico, y que su poder y habilidad podrían ser “canalizadas” a través de la guitarra a quienquiera que la tocase (Fernández y Lastovicka, 2011). En contraste con esta sensación positiva en algunas personas, que querían explícitamente tocar un objeto, Nemeroff y Rozin (1994) encontraron que otros participantes se mostraban reacios a ponerse el saco de un asesino en serie en comparación con un saco idéntico nuevo.

Además de la creencia en que un objeto puede contener la “esencia” de una persona, hay individuos que afirman tener la capacidad de tener información psíquica mediante psicometría, definida como “un tipo de cognición anómala (o PES) que permite a un psíquico o sensitivo recibir impresiones utilizando un objeto físico como inductor o instrumento para obtener información” (Parra y Argibay, 2009a, p. 57). Este es el mecanismo que se dice que emplean los detectives “psíquicos” que cooperan con la policía cuando desaparecen personas, estén vivas o muertas (Lyons y Truzzi, 1991), aunque se dice que hay poca evidencia experimental que justifique el éxito de tales prácticas (O'Keefe & Alison, 2000; Wiseman, West & Stemman, 1996). Sin embargo, en el presente estudio se anticipó que, si alguien tuviera tal capacidad, podría llegar a tener información precisa de los participantes leyendo su esencia de un objeto que solo ellos hayan tocado.

Parra y Argibay (2006, 2007, 2009a) dicen que la investigación en psicometría se ha limitado al análisis cualitativo debido a los problemas que surgen al evaluar el material de respuesta libre. También señalan que ha habido poco interés en explorar este fenómeno en personas que no son psíquicos. A modo de ilustración, su estudio del 2006 examinó una estrategia basada en psicometría empleando objetos personales en comparación con una estrategia “no psicométrica” utilizando imágenes ocultas en sobres. En una prueba se emplearon cuatro participantes voluntarios como objetivos llevando cada uno consigo objetos idénticos durante quince días, y se reclutaron 71 participantes para obtener impresiones de los objetos. Esto ya presenta un problema de “contaminación”: si tanta gente está manejando cuatro objetos iniciales, no se puede determinar si las impresiones provienen de los cuatro objetivos originales. Con los objetos-objetivos originales a ciegas, se llegó a la conclusión de que los participantes fueron más precisos empleando la condición imagen ocultas en sobres (no psicometría) que bajo la condición psicometría, concluyendo que la estimulación de imágenes visuales es más propicia para la PES que el uso de objetos tocados, al menos en una población no psíquica.

Pero hay más problemas con este estudio en particular, aparte de la contaminación: no había “psíquicos” como controles con los cuales comparar y todos los participantes creían en las habilidades psíquicas, por lo que no había un control usando escépticos a psi. Tampoco especificaron por qué se emplearon objetos-objetivos durante 15 días, ni mencionaron si el tiempo en contacto con el objeto era un factor determinante. Sin embargo, la investigación de Parra y Argibay (2006, 2007, 2009a) ha servido de inspiración para el presente estudio, y esperamos tratar algunas de las limitaciones antes mencionadas.

El “esencialismo” es importante en el contexto del recuerdo de las celebridades. En una subasta se llegó a pagar $ 772.500 por un juego de palos de golf de John F. Kennedy. Al elegir entre una vieja guitarra tocada por su famoso músico y una nueva de la misma marca y modelo, todos los participantes en un estudio eligieron la que pertenecía al músico, pero otros participantes mostraron aversión a ponerse el saco de un asesino en serie.
El “esencialismo” es importante en el contexto del recuerdo de las celebridades. En una subasta se llegó a pagar $ 772.500 por un juego de palos de golf de John F. Kennedy. Al elegir entre una vieja guitarra tocada por su famoso músico y una nueva de la misma marca y modelo, todos los participantes en un estudio eligieron la que pertenecía al músico, pero otros participantes mostraron aversión a ponerse el saco de un asesino en serie.

El objetivo del presente estudio es investigar si la esencia está impregnada en un objeto, de modo que la información sobre el dueño del objeto pueda ser “recuperada” por individuos que afirman tener habilidades psíquicas y quienes no la tienen. La investigación de Parra y Argibay se ha centrado en no psíquicos o “personas comunes” (2006, p. 299), o en la categorización de los participantes como “psíquicos” o “no psíquicos” según las respuestas de un cuestionario (2007, 2009a). En cada uno de estos tres estudios, tenían entre 70 y 80 participantes que tocaban objetos de dos a 6 personas-objetivo. Sin embargo, se puede presentar el “efecto de contagio” por el cual la manipulación de los objetivos puede dar como resultado que los objetivos se asocien con las “esencias” de varios individuos a la vez. Por lo tanto, en este estudio intentaremos que el diseño minimize este efecto, con cuatro “lectores” (dos psíquicos y dos no psíquicos) que tocan objetos que los participantes tuvieron consigo, de modo que sólo las personas que manipulan físicamente los objetos sean el participante y el “lector del objeto” (psíquico/no psíquico).

En términos de evaluar el impacto en el comportamiento por recibir una lectura, muchas personas visitan psíquicos, incluyendo personas de la farándula, y pagan dinero por estos servicios, que pueden considerar como un medio para satisfacer una curiosidad o un servicio de asesoramiento espiritual (Frank, 2011; Sancho, 2001). Esto lleva a creer que las personas que buscan dichos servicios tienen la intención de utilizar la información que les ha proporcionado el psíquico para enriquecer o mejorar sus vidas, lo que da como resultado cambios en el comportamiento. Por lo tanto, se planteó la hipótesis de que las lecturas de los psíquicos se calificarán como más precisas que las de los no psíquicos, y que las lecturas de los psíquicos se clasificarán como aquellas que producen mayores cambios en el comportamiento que las lecturas de los no psíquicos. A modo de control, nos propusimos darles a los participantes una condición de lectura “falsa” que no estaba destinada a ellos, pero que originalmente era para los participantes de la condición de lectura “real”. Se esperaba que tales lecturas serían calificadas como menos precisas y que resultarían en niveles más bajos de influencia en el comportamiento futuro tanto, para el grupo de psíquicos como para los no psíquicos.


Muchas personas visitan psíquicos, incluyendo personalidades de la farándula, y pagan dinero por tales servicios como una forma para satisfacer una curiosidad o un servicio de asesoramiento espiritual.
Muchas personas visitan psíquicos, incluyendo personalidades de la farándula, y pagan dinero por tales servicios como una forma para satisfacer una curiosidad o un servicio de asesoramiento espiritual.

MÉTODO

Diseño
El experimento empleó un diseño mixto 2x2 de ANOVA que manipuló la condición del psíquico (intra-sujetos, psíquico vs. no psíquico) y el tipo de lectura (inter-sujetos, “real” versus “falso”), como se ilustra en la Figura 1.

Figura 1: Resumen del diseño mixto 2×2 con precisión e impacto en el comportamiento futuro como medidas dependientes.
Figura 1: Resumen del diseño mixto 2×2 con precisión e impacto en el comportamiento futuro como medidas dependientes.

Las variables dependientes fueron dos preguntas: la primer pregunta a los participantes fue “¿cómo calificaría la precisión de su lectura?” Y las respuestas se realizaron en una escala de Likert de 7 puntos que van desde “Completamente inexacto” (1) a “Completamente exacto” (7). La segunda pregunta fue a los participantes “¿qué tan probable es que esta lectura influya en su comportamiento?” Y las respuestas se realizaron en una escala Likert de 5 puntos que va desde “Nada” (0) a “Significativamente” (5). Para verificar las diferencias en los niveles de creencia paranormal entre los grupos se usó la Escala de Creencias Paranormales revisada (rPBS; revised Paranormal Belief Scale de Tobacyk, 2004).


Participantes
En total, se reclutaron para participar en el estudio a 90 participantes; esto se basó en un análisis de poder prospectivo (d = .61) del trabajo de Parra y Argibay (2009a). Los únicos criterios de exclusión fueron que los participantes debían ser mayores de 18 años y dar su Consentimiento Informado. Los participantes se reclutaron en base a invitaciones para participar enviadas a través de sitios de internet, de redes sociales como Facebook, estudiantes universitarios de la Universidad de Derby y colocando carteles en una tienda de New Age en Nottingham.


Materiales
Se utilizaron dos bolsas que contenían 100 canicas (esféricas pequeñas de vidrio o cristal). Se eligieron porque eran fáciles de manejar y son artículos producidos en serie, de fábrica, que probablemente tuvieron poco o ningún contacto humano durante el proceso de su fabricación, minimizando así la posibilidad de “contagio”. Los psíquicos que se ofrecieron como voluntarios para realizar las lecturas fueron dos mujeres que trabajan por cuenta propia y que afirman hacer regularmente lecturas psíquicas para sus clientes con un método mixto entre cartas del tarot y psicometría. No se realizaron pruebas previas para garantizar la validez de sus afirmaciones, o sea, si sus impresiones tienen un origen legítimamente extrasensorial. Los no psíquicos eran dos mujeres quienes estuvieron de acuerdo en participar cuando se les dio instrucciones de que todo lo que tenían que hacer era tener consigo cada canica individualmente y anotar cualquier impresión que sintieran de los participantes. No dijeron poseer ninguna habilidad psíquica y tampoco se realizaron pruebas previas para testear si tenían habilidades extrasensoriales.

Procedimiento
El procedimiento se resume aquí y se aclara más adelante en la Figura 2. Los participantes recibieron dos canicas que se dejaron caer cuidadosamente en sus manos desde la bolsa para evitar la contaminación del experimentador. Se les pidió que mantuviesen estas canicas en la mano, o cerca de su persona, durante aproximadamente quince minutos. Durante ese tiempo, todos los participantes completaron el revised Paranormal Belief Questionnaire (rPBS) de Tobacyk (2004) y se pidió a los participantes que colocaran sus canicas en sobres separados y los cerraran.

Para la condición de lectura “real”, se entregaron los sobres a los psíquicos y no psíquicos. Se le dijo que abrieran los sobres uno a uno, tomaran la canica en su interior y anotaran cualquier impresión al manipular el objeto. El experimentador no estuvo presente cuando se realizaron las lecturas para no influir y permanecer a ciegas a qué participante se aplicaban las lecturas en esta etapa. Una vez que el experimentador devolvió todos los sobres y las lecturas psíquicas, se les envió a los participantes un correo electrónico con ambas lecturas (cuya fuente no se identificó) junto a una escala para calificar la precisión e influencia del comportamiento de cada uno.

A los participantes bajo la condición de lectura “falsa” se les asignó al azar una lectura psíquica y no psíquica que en realidad era para los participantes de la primera condición, y se les pidió que calificaran la precisión y la influencia del comportamiento de cada uno. Se les dijo a todos los participantes sobre los detalles del estudio una vez que recibieran los datos, y los participantes bajo la condición de lectura “falsa” recibieron un informe específico que explicaba por qué recibían estas lecturas.


RESULTADOS

Una test de t de muestras independientes mostró que no había una diferencia significativa en los niveles de creencia paranormal entre los participantes en la condición de lectura “real” (M = 3,25, DT = 1,24) y bajo la condición de lectura “falsa” (M = 3.62, DT = 1,10), t(89) = 1,31, p = .19, d = .28), lo que indica que esto no debería haber impactado en el análisis principal. En la Tabla 1 se muestran los medias y las desviaciones típicas para las Clasificaciones de Precisión e Influencia del Comportamiento para cada condición.

Figura 2: Esquema que resume el procedimiento experimental
Figura 2: Esquema que resume el procedimiento experimental


Un análisis de ANOVA mixto 2x2 reveló que hubo un efecto significativo para el tipo de psíquico en la precisión percibida de la lectura (F(1,88) = 15.14, p < .001, n2 = .07), con las lecturas de los no psíquicos como más acertadas que las de los psíquicos. Además, no hubo efecto significativo para el tipo de lectura (F (1,88) = .15, p = .70, n < .001) y no hubo un efecto de interacción significativa (F (1,88) = 2.28, p = .13, n = .01).

Además, un análisis de ANOVA mixto 2x2 reveló que no hubo efecto principal del tipo de psíquico (F (1,88) = 2.66, p = .11, n = .01) o el tipo de lectura (F (1,88) = .96 , p = .33, n = .01) sobre la influencia de la lectura en el comportamiento futuro, ni hubo un efecto de interacción significativo (F (1,88) = .05, p = .82, n < .001).

Como los resultados indicaron que el tipo de psíquico tuvo un impacto significativo en la precisión percibida, pero como los no psíquicos eran percibidos como más precisos, un análisis post-hoc evaluó el número de palabras en las lecturas para los dos grupos. Los no psíquicos proporcionaron más información, dando a los participantes mayor oportunidad de juzgar que aspecto de esa información se les aplicó. Sin embargo, una test de t de Welch reveló que no había una diferencia significativa entre el número total de palabras dadas en las lecturas para los psíquicos (M = 26.89, SD = 15.36) y los no psíquicos (M = 29.67, SD = 11.18), t(80.432) = .981, p = .33, d = .22.


TABLA 1.
MEDIAS (DT) PARA LAS CLASIFICACIONES DE PRECISIÓN Y CLASIFICACIONES DE INFLUENCIA DE COMPORTAMIENTO PARA TODAS LAS CONDICIONES


Psíquicos No-Psíquicos Total
Lecturas Reales Puntaje de
certeza
3,78 (1,78) 4,36 (1,64) 4,07 (1,73)
Influencia conductual 1,96 (1,21) 2,22 (1,30) 1,96 (1,20)
Lecturas Falsas Puntaje de
certeza
3,51 (1,87) 4,82 (1,40) 4,17 (1,77)
Influencia conductual 2,20 (1,23) 2,40 (1,20) 2,30 (1,20)
Total Puntaje de
certeza
3,64 (1,82) 4,59 (1,54)
Influencia conductual 2,08 (1,21) 2,31 (1,24)


DISCUSIÓN

Los resultados experimentales sugieren que, en general, las lecturas de los no psíquicos se calificaron significativamente más precisas que las lecturas de los psíquicos, independientemente de si la lectura estaba destinada a esa persona en particular o no. Esto no confirmaba ninguna de las hipótesis, que predecían que los psíquicos proporcionarían lecturas más precisas y cambios en el comportamiento en comparación con otros grupos, por lo tanto cualquier interpretación de los resultados experimentales debe tratarse con cautela. Esto es contrario a los resultados de Parra y Argibay (2007) que encontraron que los individuos que indican tener habilidades psi obtuvieron mejores calificaciones en una prueba psi de elección forzada utilizando un objeto tocado en comparación con no psíquicos (solo experiencias psi), y al estudio de Parra y Argibay (2009a), que concluyó con cautela que los psíquicos proporcionaban lecturas de psicometría más precisas que los no psíquicos. Sin embargo, nuestros resultados son ampliamente consistentes con los de O’Keeffe y Alison (2000), que indican que los no psíquicos tuvieron mejores resultados que los psíquicos cuando examinaron objetos de delitos.

Una interpretación inicial de estos resultados podría concluir, entonces, que los no psíquicos pueden hacer lecturas significativamente más precisas que los psíquicos. Sin embargo, esta interpretación no tiene en cuenta la diferencia entre ambos tipos de lectura (“real” y “falsa”); en otras palabras, la naturaleza de todas las lecturas dadas por los psíquicos y los no psíquicos parecían diferir significativamente entre sí. Si los psíquicos simplemente fueron menos precisos, los resultados deberían indicar que la lectura de los psíquicos dadas a alguien a quien no estaba destinada (la “falsa”) no debería ser diferente de las lecturas producidas por los no psíquicos, es decir, no debería haber diferencias en todas las condiciones. Esta diferencia sugiere la posibilidad de una diferencia fundamental en el enfoque que adoptaron ambos grupos al hacer sus lecturas.

Una posible explicación para estas diferencias podría ser que hubo algun tipo de (inadvertido) efecto Barnum. Este efecto, reconocido por Forer en 1949, se refiere a declaraciones genéricas que podrían ser aplicables a cualquier persona que pueda moldear mentalmente información trivial para adaptarse a su vida (Furnham & Schofield, 1987; Roe, 1995; Roe & Roxburgh, 2013). Es posible que los no psíquicos, cuando se les pide que proporcionen “lecturas” de una persona basándose en la tenencia de una canica, pudieran haber omitido declaraciones genéricas que podrían aplicarse a muchas personas y que ésta podría calificarse como más probable hacia la mitad en una escala de precisión.

En sentido inverso, los psíquicos pudieron haber intentado dar mucha más información “dirigida”. En algunos casos, la información particularmente relevante de los psíquicos pudo haber resonado y se calificó como “totalmente precisa”. Si dicha información fuera irrelevante, se habría calificado como el extremo opuesto en la escala. Pero aunque algunas de las lecturas pudieron haber sido muy precisas, si se consideraran más irrelevantes las lecturas, esto habría impactado en comparación con las declaraciones de Barnum más generales producidas por los no psíquicos. Esto está respaldado, en cierta medida, por la mayor desviación estándar para las clasificaciones de precisión para las lecturas psíquicas vs. las no psíquicas. También puede explicar la falta de diferencias significativas el impacto de las lecturas sobre el comportamiento futuro, ya que las lecturas carecían del impacto psicológico para provocar dicho cambio. Para explorar más a fondo estos temas, un análisis temático cualitativo de las lecturas ayuda a evaluar las narraciones utilizadas.


ANÁLISIS TEMÁTICO CUALITATIVO E INTERPRETACIÓN

El análisis cualitativo fue realizado por JM, que estaba a ciegas en las condiciones a las que se refería cada lectura (es decir, no se reveló qué lecturas eran de los psíquicos y cuáles de los no psíquicos). Las lecturas se tabularon en dos columnas, A y B; y dentro de éstas, cada lectura (90 en total) se categorizaron individualmente para producir una serie de temas generales relacionados con el contenido. En una primera pasada de los datos, la diferencia general entre los dos grupos no parecía simplemente que los no psíquicos proporcionaban más información que los psíquicos (medida por el número de palabras en una lectura); lo cual coincidió con el análisis cuantitativo post-hoc antes presentado. Se podrían haber proporcionado más elementos que uno podía encontrar relevantes, pero dado que no era el caso, se buscó otra explicación a través de un análisis más profundo de las lecturas.

Un aspecto notable de este análisis en profundidad fueron los diferentes estilos en los que se escribieron las lecturas, particularmente por el uso (o no) de pronombres personales a lo largo de las lecturas. Al revisar esta característica en particular, se hizo evidente que los no psíquicos escribían en segunda persona (39 de las 45 lecturas se referían explícitamente al psíquico) y los psíquicos escribieron mucho más objetivamente (42 de las 45 lecturas hicieron referencia al psiquico en la tercera persona; solo una lectura incluyó referencias tanto de primera como en segunda persona). Un pequeño número de lecturas, predominantemente de los psíquicos (16 para los psíquicos y 3 para los no psíquicos), incorporaron aspectos autorreferenciales como “Veo a esta persona siendo...” [Caso 4 - Psíquico] y “Siento que es una persona muy feliz ...” [Caso 16 - Psíquico]. Además, 18 de las 45 lecturas de psíquicos fueron en forma de oraciones inconexas o no relacionadas, por lo general relacionadas con detalles específicos, mientras que 44 de las 45 lecturas de los no psíquicos fueron generalizables, tenían aspectos socialmente deseables y se formularon como oraciones completas que estaban relacionadas unas con otras. Por ejemplo, las siguientes son lecturas de un psíquico y no psíquico en relación con el mismo individuo:

Mujer. “No sientas que he conocido a esta persona. (¿Se sintió un poco extraño, más que otros?). Mental sobre un juego de computadora - No una app (aplicación) como Bejeweled Classic, o como Zelda o WoW (Juego de computadora). El culposo placer de un programa de televisión; algo como bailar sobre hielo o algo similar. ¡Los amigos no lo pensarían!” [Caso 6 - Psíquico]

Es una persona extrovertida y divertida a la que le gusta socializar, sin embargo, también tiene un lado sensible que necesita canalizar. [Caso 6 - No psíquico]
Además de señalar estas diferencias visibles y estilísticas, se identificaron tres temas que abarcan las 90 lecturas (es decir, de los psíquicos y los no psíquicos). Estos fueron: “detalles biográficos”, “estilo de vida” y “pensamientos versus sentimientos”.


Detalles biográficos

El tema “detalles biográficos” se clasificó mejor en dos subtemas: detalles focalizados internamente y externamente. Las lecturas focalizadas internamente se referían a características personales como el género, la apariencia, y los gustos y aversiones de las personas. Por ejemplo:
Estilo artístico - garabatos o dibujos especialmente oscuros. ¿Poesía también? Deffo Creative. Apodo (significativo). Alguien realmente abierto y seguro. También académico. A veces duerme mal. Ansiedad por lo que va a pasar. Siento que realmente puedo relacionarme con esa energía. [Caso 5 - Psíquico]

Pensador lógico y matemático natural. No tenga miedo de abrazar un poco más su imaginación y su lado espiritual; viajar le abrirá los ojos, así que no deje pasar la oportunidad. Es diferente a aquellos con quienes estudiaba y esto no es una cosa mala. [Caso 29 - No psíquico].
Las diferencias estilísticas en estos dos ejemplos encajan con los patrones generales antes discutidos, particularmente en relación con el uso de pronombres en tercera/primera persona y declaraciones inconexas/oraciones completas. Sin embargo, el contenido general de ambos es parecido, destacando, por ejemplo, aspectos en relación con rasgos personales y el enfoque general de la vida. Otras lecturas contrastaron, refiriéndose a aspectos como el lugar, las relaciones, los intereses y las actividades. Por ejemplo:

No se puede decir el género... Las conexiones a Leeds/Yorkshire… Creo que tal vez creció o fue a la universidad allí... Se siente como de 3 a 5 años, no tengo idea de por qué: imágenes de la estación de Leeds (tren) y la catedral de Yorkshire… No sólo visitó muchas. La gema azul-verde en la pulsera o el anillo es un sentimiento, se muestra como azul concha de ostra. Como un efecto opalino/rayado/multitonal. [Caso 2 - Psíquico]

Sentir una conexión con alguien ... no pude captar el género. Edad: mayor de 30 años [Sólo concentrado en mayor o menor que]. Originalmente de o con fuertes conexiones familiares al noreste de Inglaterra… Casco hasta el borde de Newcastle... Siente alivio como si acabara de salvar una vida. Como sacar a alguien de un gran peligro… Salvó una vida real… [Caso 39 - No psíquico]
En contraste con las lecturas que se referían en gran parte a las características internas de un individuo, estas lecturas incluyen explícitamente referencias a otras y algunas también incluyen aspectos como lugares clave o áreas geográficas. El ejemplo no psíquico ilustra la naturaleza autorreferencial de algunas de las lecturas, pero parece ir más allá y llamar la atención hacia un estado mucho más personal y emocional del lector. También presenta una de las pocas lecturas no psíquicas que fueron escritas en referencia directa al psíquico.


Estilo de vida

El tema “estilo de vida” se centra más en las cosas de la persona, como su formación académica, creatividad, referencia al color, balance entre el trabajo y la vida, la salud y su visión de la vida en general. Por ejemplo:
Mujer. Caballos/potreros - Puedo visualizar caballos saltando en un campo. También la siento psíquica. Incursiona en brujería Wicca. Siento viejas presencias (La única manera que podría pensar de ella es que es capaz de leer la atmósfera). Odia la ginebra. [Caso 13 - Psíquico]

Mujer. Muy reservada. Libros de referencia / Muchos libros de ficción. Gotica - Mucho color negro/oscuro - Imágenes de esa chica de la serie de TV NCIS, una que tiene flequillo corto. Tiene una mascota rata o un roedor, definitivamente una mascota pequeña. [Caso 43 - Psíquico]

No es demasiado tarde para poner en marcha cambios hacia en un estilo de vida saludable en los que ha estado pensando recientemente, y que habrá mejoras positivas tan pronto como comience a realizarlos. [Caso 32 - No psíquico]

Le gusta vivir la vida aceleradamente y la cuesta relajarse. A veces, necesita tomarse un momento para reflexionar y recargar las baterías. [Caso 13 - No psíquico]
Este grupo de lecturas se superpone en alguna parte con algunos de los aspectos vistos en el tema anterior, es decir, se refieren a gustos, aversiones y demás. Sin embargo, en estas lecturas, esos aspectos a veces están explícitamente vinculados a un enfoque particular de elecciones y cambios de vida o estilo de vida. Reúnen aspectos internos, como tener un libro y la salud, aspectos externos, por ejemplo, demostrar la femineidad o la apariencia externa, comentar específicamente sobre el compromiso del individuo con el mundo.


Pensamientos versus sentimientos

Esto difiere del subtema de detalles biográficos en que esta categoría de lecturas se relaciona específicamente con las emociones y/o las cogniciones. Por ejemplo:

Un pensador práctico, no es un tonto, pero es muy compasivo. [Caso 1 - Psíquico]

Una persona práctica y confiable, es una buena persona a la que recurrir en relación con un problema o crisis y una buena influencia para amigos y compañeros. [Caso 31 - No psíquico]

Siento que esta persona está experimentando mucha ansiedad en este momento, está bien relajarse. [Caso 27 - Psíquico]

Eres muy compasivo hacia los demás, y ayudaría hacer una profesión de ésto. Ayudar a las personas parece ser tu fuerte. [Caso 17 - No psíquico]

Una vez más, se puede ver la superposición entre los tres temas aquí. Las lecturas en este grupo dibujan un contraste entre emociones, ansiedad y compasión, y el pensamiento racional de un pensador “práctico” o “lógico”. No había una diferencia obvia en la forma en que se utilizaron entre psíquicos y los no psíquicos y ambos grupos hicieron tipos referencia a ello, como se puede leerse más arriba.


En este estudio se utilizaron dos bolsas que contenían 100 canicas porque, además de ser fáciles de manejar, son artículos producidos en serie, de fábrica, que probablemente tuvieron poco o ningún contacto humano durante el proceso de su fabricación, minimizando así la posibilidad de “contagio”.
En este estudio se utilizaron dos bolsas que contenían 100 canicas porque, además de ser fáciles de manejar, son artículos producidos en serie, de fábrica, que probablemente tuvieron poco o ningún contacto humano durante el proceso de su fabricación, minimizando así la posibilidad de “contagio”.


DISCUSIÓN GENERAL

Los hallazgos experimentales indican que las lecturas de los no psíquicos se calificaron como significativamente más precisas que las lecturas de los psíquicos, independientemente de si la lectura era para un individuo en particular o no. Esto sugiere que los no psíquicos por lo general hacen lecturas que las personas consideran más precisas para ellos que los psíquicos, aunque este hallazgo debe tratarse con cautela porque es opuesto a la predicción de la hipótesis. Sin embargo, por más interesante que sea este resultado, por sí mismos no proporcionan una imagen completa, ya que no revelan de qué manera diferían estas lecturas. El empleo del análisis temático cualitativo de ambos conjuntos de lecturas por parte de un investigador que no conoce la fuente de cada lectura permite una mejor comprensión de la naturaleza de las diferentes lecturas. El análisis cualitativo proporcionó varios datos clave: En primer lugar, parece haber diferentes estilos entre las lecturas; los no psíquicos tendían a escribir en segunda persona, mientras que los psíquicos escribían –predominantemente– en tercera persona. Esto pudo haber hecho que las lecturas no psíquicas sean más fáciles de relacionar para diferentes personas, lo que hace que las calificaciones sean más altas. En segundo lugar, las características autorreferenciales eran más comunes entre los psíquicos en comparación con los no psíquicos, lo cual lo hace una experiencia más personalizada para el individuo que recibe la lectura. Como tal, si se considera que la lectura es precisa, puede sentirse más relevante para esa persona. Por lo tanto, se puede calificar con mayor precisión, pero sería mucho menos relevante si se considerara inexacta lo cual puede ayudar a explicar la distribución un poco más amplia de las puntuaciones de precisión para las lecturas psíquicas en comparación con las lecturas no psíquicas. Además, el uso de oraciones inconexas o no relacionadas fue mucho más común entre las lecturas psíquicas en comparación con las lecturas no psíquicas, y esto puede hacer que las lecturas sean más difíciles de interpretar, lo que pudo haber impactado en su precisión percibida. Finalmente, la diferencia estilística más importante entre las lecturas fue que las lecturas no psíquicas eran de naturaleza más retórica y general y contenían aspectos socialmente deseables.

Los comentarios cualitativos se organizaron en tres temas diferentes: “Detalles Biográficos”, “Estilo de Vida” y “Pensamientos Frente a Sentimientos”. Los detalles biográficos, o sea, aspectos internos y externos, se notaron en 19 de las lecturas no psíquicas y en 23 de las de los psíquicos. Los comentarios sobre el estilo de vida aparecieron en 21 de las lecturas no psíquicas y en 13 de las lecturas psíquicas. Se leen pensamientos versus sentimientos en las lecturas de 6 de los no psíquicos y 8 de los psíquicos.

En general, los resultados cuantitativos y cualitativos sugieren que los psíquicos abordan una tarea de manera muy diferente a los no psíquicos. Los hallazgos cualitativos indican que es menos probable que los psíquicos generen declaraciones de estilo Barnum; una crítica que se aplica a veces a los psíquicos (Roe, 1995; Roe & Roxburgh, 2013), e irónicamente en este estudio ha dado como resultado que las lecturas de los psíquicos se califiquen como menos precisas que las lecturas no psíquicas.

Esto también ayudaría a explicar por qué ninguna de las condiciones conduce a un grado de cambio en las conductas futuras significativamente diferentes al de cualquiera de las otras. Aunque investigaciones previas indican que los individuos pueden tomar decisiones de vida basadas en lo que un psíquico les dice (Roe, 1996), esto probablemente no sucederá en este estudio debido a que las lecturas psíquicas se consideran mas imprecisas e inexactas que las lecturas no psíquicas. Esto también implica que, aunque las lecturas de los no psíquicos se consideraron más precisas, no conducen a niveles significativamente más altos de cambio de comportamiento debido a que tienen un impacto psicológico mínimo; que es coherente con las declaraciones genéricas de estilo Barnum.

Finalmente, el uso de psíquicos “autocalificados” como tales no es diferente a investigaciones previas en psicometría que clasificó a “psíquicos” como aquellos que respondieron “sí” a las habilidades extrasensoriales en un cuestionario (Parra & Argibay, 2009b). Con respecto al método de la psicometría en sí, los canicas eran un objeto más controlado para que los individuos los tengan consigo y, a diferencia de la investigación de Parra y Argibay (2006, 2007, 2009a), donde muchos participantes pudieron haber manipulado los objetos, aquí solo el participante y el lector (psíquico/no-psíquico) minimizaron cualquier una potencial contaminación. Sin embargo, no son un objeto particularmente digno de mención para “inocular” una esencia; muchos de los elementos a los que se hacía referencia en la Introducción eran únicos o tenían importancia para la persona, y es poco probable que las canicas tengan sentido psicológico o psi. Además, los participantes solo manipulaban el objeto durante 15 minutos, lo que pudo no haber sido suficiente para impregnar a la canica con su “esencia”. No es claro la cuestión del tiempo o la duración apropiada para impregnar la esencia; es posible que 15 minutos no sea suficiente. Por lo tanto, investigaciones futuras, deberían tratar de controlar la duración para evaluar su efecto sobre potenciales lecturas, particularmente porque la manipulación de la duración no se había realizado antes. Finalmente, aunque los psíquicos estaban contentos por participar, la naturaleza bien controlada del estudio era la psicometría mediante métodos que normalmente no se utilizan, en particular respecto a los controles y al aislamiento de los participantes, y esto pudo haber influido en sus lecturas. Un enfoque ecológicamente más válido hubiera sido ideal, pero es muy difícil de lograr debido a los controles experimentales que son necesarios.

Muchas de estas limitaciones se pueden abordar en futuras investigaciones. Se podrían utilizar a varios psíquicos y no psíquicos, potencialmente introduciendo métodos de detección. Es difícil encontrar objetos que sean muy personales y producidos en masa al mismo tiempo, para que sea un objeto significativo para el individuo y para no tener características sobre las que el lector pueda inferir información. Sin embargo, éstos no necesitan ser mutuamente excluyentes. Una opción podría ser un objeto producido en masa (por ejemplo, pelotas de ping-pong) que luego son personalizadas y se mantienen con ellas durante un período de tiempo más largo para que se genere cierta asociación con el objeto (por ejemplo, una semana). Deberían introducirse controles más apropiados en los participantes del experimento para prevenir la contaminación sensorial (por ejemplo, vendas). El grado de apego al objeto también podría medirse para ver si correlaciona con la precisión o la probabilidad del cambio de comportamiento. Sería ideal si el objeto tuviera una gran variedad emocional para el individuo, pero el desafío es garantizar que dicho objeto no tenga características de identificación únicas que puedan producir contaminación sensorial. También se deberían incorporar una metodología mixta más específica; aunque ambos métodos proporcionan una imagen más completa en este estudio, el uso de los abordajes cualitativos solo se tomó cuando el estudio experimental encontró resultados contrarios a la hipótesis. El método de “análisis de conversación” (Robinson, Tate & Heritage, 2015; Heritage & Robinson, 2006) para tomar lecturas y manipularlas; por ejemplo, como están escritas en primera o tercera persona y explorar cualquier impacto que esto pueda tener en cómo las personas se relacionan con ellos.

En conclusión, los métodos cuali-cuantitativos (mixtos) que se adoptaron aquí revelan datos de interés. Este estudio coincide con las críticas de Parra y Argibay (2006, 2007, 2009a) a estudios previos mediante un enfoque cuantitativo y explorar la psicometría mediante el uso de personas no psíquicas. Sin embargo, el enfoque cuantitativo por sí solo habría indicado que los no psíquicos están calificados para dar lecturas más precisas que los psíquicos, pero sin explorar ni cómo ni por qué. De forma manera, un enfoque cualitativo por sí solo habría sugerido diferencias en las narraciones de las lecturas, pero sin necesariamente demostrar el impacto que ésto tiene. La fusión de ambos métodos nos permite una comprensión más rica y profunda de los datos del estudio; que las lecturas no psíquicas se califican sistemáticamente como más precisas, pero esto se debe principalmente a las diferencias estilísticas porque las lecturas no psíquicas se presentan con más claridad, en segunda persona, generalizables y socialmente deseables en naturaleza.



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* Publicado originalmente bajo el titulo: A controlled study of psychometry: Using psychic and non-psychic claimants with actual and false readings using a miex-methods approach en Journal of the Society for Psychical Research. Vol.81, No.2, Abril 2017. Pp.108-122.

** Ian S. Baker tiene un BSc y un MSc por la Universidad de Edimburgo en 2007 con un doctorado en psicología y fue uno de los últimos estudiantes supervisados por el Profesor Dr. Robert L. Morris. Ha sido profesor en psicología en la Universidad de Derby y es psicólogo colegiado, miembro asociado de la British Psychological Society y miembro de la Fellow of the Higher Education Academy (Academia de Educación Superior, FHEA). Es coordinador del programa para la licenciatura en psicología, y ha supervisado a varios estudiantes de doctorado (PhD), es revisor de docenas de revistas de parapsicología y psicología, y ha sido editor de la European Journal of Parapsychology (EJP) durante varios años. Ha participado en investigaciones parapsicológicas, y sus intereses de investigación incluyen métodos de investigación electrofisiológicos (particularmente el uso del EEG), particularmente interesado en examinar las creencias y las experiencias paranormales, espirituales y religiosas.

Jane Montague PhD. es psicóloga social experta en métodos cualitativos. Sus áreas de interés son los problemas de género y envejecimiento en el contexto del estudio de la identidad. Ha participado en diversos campos de la salud y la psicología social. Su investigación actual se basa en la compasión y la hermenéutica.

Abigail Booth completó su licenciatura en psicología de la Universidad de Derby en 2012, después de haber desarrollado estudios sobre la influencia de la creencia en el comportamiento paranormal. Actualmente está interesada en las lecturas psíquicas.


Investigación II

DIAGNÓSTICO MÉDICO Y DETECCIÓN DE LA MUERTE: UNA REPLICA AL ESTUDIO DE LA LECTURA DE CARAS A TRAVÉS DE FOTOGRAFÍAS*

Marcelo Eremián**


Marcelo Eremián
Marcelo Eremián
m.eremian@alipsi.es


INTRODUCCIÓN

Un procedimiento común para los psíquicos es obtener impresiones paranormales con la ayuda de un inductor (u objeto), o un elemento que pertenece a la persona objetivo sobre la cual se solicita información. Se lo conoce también como “lectura del objeto”, “efecto de objeto-tocado” o “lectura psíquica”. Pero un término más antiguo para este método es psicometría. El uso de un objeto personal (por ejemplo, una prenda de vestir) o la fotografía de la persona objetivo (Anderson, 2006; Parra, 2011; Parra & Argibay, 2015; Rogo, 1974) puede ser un detonante apropiado. Sin embargo, el uso de un inductor no es de ninguna un requisito necesario; muchos psíquicos dan impresiones sobre personas objetivo sin el uso de ningún inductor, a veces solamente sus nombres y fecha de nacimiento.

Los psíquicos europeos como el ingeniero polaco Stephan Ossowiecki (Stevenson, Barrington, & Weaver, 2005) y Gerard Croiset (Pollak, 1964) ganaron reputación utilizando la psicometría. En la comunidad espiritista se afirma que son simplemente instrumentos, y que los espíritus hacen la lectura. Los médiums en trance a veces piden objetos pertenecientes a los muertos para establecer contacto, como el caso de la Leonora Piper (Sage, 1902) y Caroline Chapman (Schmeidler, 1958).

El uso de un objeto personal (por ejemplo, una prenda de vestir) o la fotografía de la persona objetivo puede ser un detonante apropiado.
El uso de un objeto personal (por ejemplo, una prenda de vestir) o la fotografía de la persona objetivo puede ser un detonante apropiado.


Sin embargo, en las lecturas psíquicas el rostro es con frecuencia una fuente importante de identificación con otros y transmite información social significativa (Nelson, 2001; Bruce & Young, 1986). La experiencia perceptiva temprana es crucial para el desarrollo de la percepción visual; esta respuesta de orientación, sin duda, alienta el rápido desarrollo de habilidades específicas de la cara, como la capacidad de identificar a otros amigos y una comunicación pre-verbal compleja. De hecho, cualquiera que sea la fuente de las declaraciones de los psíquicos, su experiencia en ciertas áreas puede hacer que valga la pena consultarlos, incluso si no hicieran genuinas lecturas paranormales.

En un estudio previo, Parra y Argibay (2008) compararon un grupo de personas comunes con psíquicos para determinar si los participantes eran capaces de distinguir entre personas vivas y muertas impresas en fotografías, aunque ninguno de los grupos obtuvo resultados altamente significativos. Más recientemente, Parra y Argibay (2013a) compararon luego dos condiciones de detección psíquica utilizando imágenes de personas muertas como objetivos: mental (psicometría) y motora (mediante un péndulo, como en radiestesia) (en comparación con un “control” de personas vivas); y en otro estudio, utilizaron representaciones icónicas altamente emocionales, es decir, imágenes de personas que se habían suicidado (en comparación con personas con enfermedades terminales como “control”). Después de una serie de medidas de seguridad, incluidos procedimientos aleatorios y grupos de control, los resultados mostraron que la condición “mental” (psicometría) obtuvo una puntuación significativamente superior a lo esperado por azar (p < .001), y también obtuvieron una puntuación significativamente más alta que la condición “motora” (con péndulo, p = .004). Aunque concluyeron que el estudio confirma que la representación icónica usando la psicometría es más facilitadora para psi, sin embargo, el estudio con fotografías de personas suicidas la información psi pudo quedar estaba “bloqueada” por algún mecanismo de defensa psicológica en respuesta a una asociación negativa o desagradable con el estímulo a causa de un notable efecto de psi missing.

En las lecturas psíquicas con fotografías, el rostro es una fuente importante de identificación y transmite información social significativa.
En las lecturas psíquicas con fotografías, el rostro es una fuente importante de identificación y transmite información social significativa.


Muchos sanadores en diferentes tiempos y culturas tambien dicen poder diagnosticar enfermedades usando fotografías, prendas u otros objetos (Benor, 1992), a veces se pueden obtener a través del del “cuerpo energético” de su cliente, como el caso del sanador psíquico estadounidense Edgar Cayce (Stearn, 1967). Aunque, hay pocos estudios evaluados cuantitativamente con psíquicos, Vaughan (1974), Shealy (1988), Young y Aung (1997), Mison (1968) y Brier, Savits y Schmeidler (1974) encontraron correspondencias entre diagnósticos psíquicos y los datos médicos de los pacientes, pero eran insuficientes para justificar el diagnóstico psíquico como un método alternativo útil (Benor, 2002; Krieger, 1979; Stearn, 1967). Los sanadores pueden mostrar diferentes sensaciones corporales (por ej. dolor), olfativas, imágenes visuales de sus disfunciones orgánicas; o simplemente un “conocimiento interior” (Moga, 2018; Brennan, 1987; Freed, 1992; Schwartz, 1967).

En otro estudio usando objetos personales, Parra y Argibay (2013) usaron a cuatro voluntarios adultos que sufrían enfermedades médicamente diagnosticadas. Se agruparon como psíquicos y no psíquicos, y aunque ninguno de ambos grupos obtuvo resultados altamente significativos, se encontró una alta variabilidad en una dirección positiva para los psíquicos y en una dirección negativa para los no psíquicos. En un segundo diseño, Parra y Argibay (2013b) compararon dos condiciones: “psicometría” y “radiestesia” (basado en su estudio anterior, ver Parra y Argibay, 2013a) utilizando imágenes de rostros de las personas como objetivos para determinar si las puntuaciones eran diferentes según dos tipos de estímulos (enfermos y sanos) también agrupados como psíquicos y no psíquicos. Las fotografías pertenecían a cuatro “enfermos” con una enfermedad diagnosticada médicamente y cuatro fotografias de personas sin tales enfermerdades (“sanas” o grupo “control”). Los resultados obtenidos no sólo dieron por encima de lo esperado por azar (p < 0,001) a favor de los enfermos, sino que la psicometría funcionó mejor que la radiestesia, pero no se encontraron diferencias significativas entre psíquicos y no psíquicos.

Muchos sanadores en diferentes tiempos y culturas dicen poder diagnosticar enfermedades usando fotografías, prendas u otros objetos; otras veces a través del “cuerpo astral” de su cliente. Los sanadores pueden mostrar diferentes sensaciones corporales (por ej. dolor), olfativas, imágenes visuales de sus disfunciones orgánicas; o simplemente un “conocimiento interior”.
Muchos sanadores en diferentes tiempos y culturas dicen poder diagnosticar enfermedades usando fotografías, prendas u otros objetos; otras veces a través del “cuerpo astral” de su cliente. Los sanadores pueden mostrar diferentes sensaciones corporales (por ej. dolor), olfativas, imágenes visuales de sus disfunciones orgánicas; o simplemente un “conocimiento interior”.


En el presente estudio, me interesó replicar dos experimentos previos de Parra y Argibay (Parra y Argibay, 2007a, b; 2008; 2009a, b; 2012, 2013a, b; 2015) llevado a cabo con personas comunes (no psíquicos) utilizando fotografías de los rostros de personas-objetivos basados únicamente en el procedimiento de psicometría, pero con experiencias psíquicas y creyentes en lo paranormal. El objetivo era utilizar las mismas imágenes de personas muertas y personas enfermas como objetivos para, específicamente, determinar si los participantes obtenían puntuaciones diferenciales por encima de lo esperado por azar con los dos tipos de estímulos: fotografías de personas vivas vs. muertas y enfermedades vs. personas sanas como una réplica independiente de Parra y Argibay (2007a, b; 2008) en España.


MÉTODO

Participantes

La muestra estuvo compuesta por 50 participantes, 32 (64%) mujeres y 18 (36%) varones, cuyas edades oscilaron entre 30 y 76 años de edad (M = 51 años). Antes de participar en el estudio, a través de una encuesta, se evaluó el grado de creencia, experiencia y habilidad psi (Parra y Argibay, 2007a; 2007b). La mayoría de los participantes tuvieron sobre experiencias extrasensoriales tales como telepatía, clarividencia y precognición (84%), conocimiento de la enfermedad de otras personas (62%), conocimiento en torno a eventos pasados (58%), tocando objetos (42%) y tocando fotografías (44%). Los participantes fueron reclutados en exposiciones y ferias dedicadas al esoterismo, conferencias y seminarios sobre parapsicología dictadas en varias regiones de España (principalmente la región de Cantabria y otras ciudades). También se colocó un anuncio en una página web (www.alipsi.es). El anuncio proporcionó una breve explicación del procedimiento de prueba. Todos firmaron un formulario de consentimiento informado, la participación fue voluntaria, y los datos se trataron de forma confidencial.


Materiales

Un coexperimentador (AP) ausente durante las sesiones con los participantes seleccionó cuatro fotografías de personas que aún estaban vivas y otras cuatro personas que ya estaban muertas, y el mismo coexperimentador seleccionó cuatro fotografías de personas que padecían enfermedades altamente sintomáticas no contagiosas, cuatro de ellas estaban “enfermas” con una enfermedad diagnosticada médicamente en el momento de la sesión experimental: Linfoma no Hodgkin, Diabetes mellitus Tipo 2, Anosmia, y Osteoartritis. Estas fotografías se combinaron con cuatro fotografías de personas sanas (“controles”) que no poseian tales enfermedades. Las personas que aparecen en esas fotografías eran desconocidas para el experimentador (ME).


Procedimiento y Medidas de seguridad

Se evaluaron en forma individual o en grupos por separado. ME creó un ambiente social amigable e informal. AP envió las fotografías por internet al experimentador (ME). Para evitar el entrar en contacto directo con las fotografías originales el coexperimentador escaneó las fotografías e imprimió las imágenes en blanco y negro en papel satinado de alta calidad. El coexperimentador también codificó las 4 fotografías de las personas vivas y 4 fotografías de las personas muertas (8 fotografías en total) y 4 fotografías de las personas enfermas y 4 fotografías de las personas sanas (8 fotografías en total). En cuanto al estado de salud o enfermedad, todas las imágenes de personas enfermas se tomaron meses o años antes de que se descubrieran las enfermedades, por lo que no había señales visuales de la enfermedad en el rostro. Para la condición de vida/muerte, la edad promedio de su muerte era de 64 años y de 70 años para los vivos.

Junto a las dieciséis fotografías los participantes recibieron una hoja de respuestas que incluía instrucciones escritas de la prueba, aunque también se dieron verbalmente. El orden de las fotos dentro fue también contrabalanceado al azar, aunque ME ignoraba a qué fotografías correspondían a los objetivos vivos/muertos y enfermos/sanos.

Una vez que los participantes completaron las hojas de respuestas,no se les proporcionó ninguna retroalimentación específica durante el período. Antes de cada ensayo, el experimentador solicitó a los participantes que “permanezcan con los ojos cerrados, tranquilos, esperando las indicaciones sobre el objeto durante unos minutos”.


RESULTADOS

Se realizaron ocho ensayos para la condición “enfermos/sanos” y ocho para la condición “vivo/muerto”, por lo que el MCE es 8 x 0,5 = 4 para cada prueba (Tabla 1 y 2).

TABLA 1:
DIFERENCIAS DE LOS OBJETIVOS PARA LA CONDICIÓN “ENFERMOS/SANOS” Y “VIVO/MUERTO”

Persona-Objetivo Ensayo Media
Esperada
Media
Obtenida
DT t1 p* (1-t)
   HM (Muerto)
   FS (Muerto)
   RA (Muerto)
   PR (Muerto)
1
1
1
1
.5
.5
.5
.5
.60
.44
.70
.56
.49
.50
.46
.50
1.42
0.84
3.05
0.84
n.s.
n.s.
.004
n.s.
   RQ (Sano)
   LC (Sano)
   AC (Sano)
   LD (Sano)
Total
1
1
1
1
8
.5
.5
.5
.5
4
.52
.44
.72
.58
4.56
.50
.50
.45
.49
2.12
0.28
0.84
3.43
1.13
1.86
n.s.
n.s.
0.001
n.s.
.04
   AB (Vivo)
   MT (Vivo)
   GG (Vivo)
   MV (vivo)
1
1
1
1
.5
.5
.5
.5
.42
.46
.36
.68
.49
.50
.48
.47
1.13
0.56
2.04
2.70
n.s.
n.s.
n.s.
.009
   EN (Muerto)
   MM (Muerto)
   RM (Muerto)
   CP (Muerto)
Total
1
1
1
1
8
.5
.5
.5
.5
4
.46
.44
.60
.42
3.84
.50
.50
.49
.49
1.89
0.56
0.84
1.42
1.11
0.59
n.s.
n.s.
n.s.
n.s.
n.s.
*df= 48 (p a una cola).
1. Test de t a una muestra.


Como se muestra en la Tabla 1, enfermos/sanos tuvieron una puntuación significativamente superior al azar 4.56, t (48) = 1.86; p = .004, pero la condición de vida/muerte obtuvo una puntuación de 3,84, t(48) = .59, p = n.s.


TABLA 2:
DIFERENCIAS DE GÉNERO EN AMBAS CONDICIONES

Varones
(n= 18)
Mujeres
(n= 32)
Condición Media DT Media DT t p* (2-t)
Enfermos/Sanos
Vivos/Muertos
4.28
4.61
2.16
1.65
4.72
3.41
2.13
1.91
0.70
2.24
.03

*df= 48 (p a dos colas).
1. Test de t de dos muestras.

Se realizó un segundo análisis para determinar diferencias de género con los dos tipos de estímulos (Enfermos/Sanos y Vivos/Muertos). Como se muestra en la Tabla 2, los varones (M = 4,61) obtuvieron puntuaciones significativamente más altas que las mujeres (Media = 3,41; t(48) = 2,24, p = .03) para Vivo/Muerto pero no significativo para Enfermos/Sanos.


DISCUSIÓN

En el primer diseño, utilizando fotografías de personas sanas y enfermas, el resultado parcialmente confirma que la representación icónica (psicometría) es facilitadora de psi, en coincidencia con el resultado de Parra y Argibay (2013b). En este caso, se encontró una diferencia significativa en dos personas-objetivo: RA (enferma) y AC (sana) y la puntuación total para la condición de enfermo/sana, pero no en la condición de vivos/muertos, excepto MV) en coincidencia con el resultado de Parra y Argibay (2013b), donde hubo un resultado significativamente por encima del azar.

Sin embargo, aunque no hay un resultado significativo en condiciones de vida/muerte. Los varones obtuvieron puntajes significativamente más altos que las mujeres, pero no fueron significativos para personas enfermas o sanas. Este resultado es una segunda coincidencia con los hallazgos de Parra y Argibay (2009a) en términos de diferencias de género, donde los hombres también obtuvieron puntuaciones más altas, pero no se encontraron otras variables demográficas, como la edad y las experiencias psi previas. Sin embargo, aunque los estudios de Parra y Argibay obtuvieron resultados mixtos (el primer experimento no fue significativo y el segundo fue altamente significativo), los resultados del presente estudio no fueron significativos en absoluto. Es posible que futuros experimentos, permitan inferir resultados más introspectivos. No obstante, como réplica parcial e independiente del estudio valida el presente estudio, e inspira futuros diseños.


AGRADECIMIENTOS

El autor agradece la generosa colaboración de Alejandro Parra, quien actuó como coexperimentador y nos proporcionó fotografías y útiles consejos metodológicos y estadísticos.


Referencias

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  * Originalmente presentado en la 60ma. Convención Anual de la Parapsychological Association en Atenas, Grecia, en 2017.

** Marcelo Eremian es coordinador de la delegación española del Instituto de Psicología Paranormal (IPP-E) en Castro Urdiales, Cantabria. Sus areas de interés son el estudio de experiencias espontáneas y episodios de caracter anómalo en la niñez. En 2011 completó el programa “Psicologia Paranormal”, basado en la orientación y abordaje de experiencias psicológicas no convencionales por la Universidad Abierta Interamericana (Buenos Aires). Sus áreas de interés se consolidan en las reacciones emocionales a las experiencias paranormales y cómo trabajar su procesamiento e integración. Es miembro de la Comisión Directiva del Instituto de Psicología Paranormal de Buenos Aires, Argentina (2009) y colaborador de las revistas españolas Año Cero y Más Allá de la Ciencia. También ha publicado artículos en Paranormal Review (Reino Unido), Parapsykologiske Notiser, E-Boletín Psi y El Quinto Hombre (ambas de Argentina). Ha impartido conferencias en diferentes países y ciudades, entre ellas: Madrid, San Sebastián, Barcelona, Atenas, Buenos Aires, y Londres. Es miembro Asociado de la Parapsychological Association y la Society for Psychical Research. Participa activamente en entrevistas y es consultado por diversos medios de comunicación interesados en el asesoramiento y realización de documentales relacionados con experiencias paranormales.



Eventos I

IMAGINARIOS TECNOLÓGICOS Y CIENTÍFICOS DE LAS PARA-CIENCIAS EN ARGENTINA Y CHILE: SIMPOSIO EN LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTIAGO

Alejandro Parra*


Alejandro Parra
Alejandro Parra
rapp@fibertel.com.ar

El pasado Viernes 5 de octubre tuvo lugar el simposio "Imaginarios tecnológicos y científicos de las para-ciencias en Chile y Argentina" bajo el subtítulo "Una exploración histórica de conexiones entre dominios" organizado por la Profesora Diana Espírito Santo PhD, psicóloga con un doctorado en antropología de nacionalidad portuguesa pero radicada en Chile desde hace varios años1. El evento tuvo lugar bajo los auspicios de la Pontificia Universidad Católica de Santiago, lo cual fue una elegante excusa para retornar a la capital trasandina, visitar a varios colegas y conocer algunos sitios bonitos de la ciudad de Santiago, por lo que agradezco a las autoridades de la PUC su generosa invitación.

Organizado en el Auditorio MODE, el evento contó con la participación de tres expositores invitados (Algranti y Parra de Argentina y Mulberger de España) y cuatro chilenos, quienes unieron esfuerzos para exponer sus perspectivas históricas, antropológicas y psicosociales de las prácticas espiritistas y el desarrollo de la parapsicología de ambos lados de la cordillera, en un intento por discutir -no sólo tales perspectivas- sino también producir la sinergia necesaria para una recíproca cooperación en común. Después de unas palabras de bienvenida, Diana Espírito Santo expuso "Tecnologías, conceptos de fuerzas y la constitución de mundos psíquicos-espirituales en las ciencias de frontera". Según ella, la modernidad electrónica y tecnologías han sido imprescindibles durante el siglo XIX para la búsqueda de legitimidad, tanto de la parapsicología moderna como de la psychical research. Ambos movimientos heredaron el positivismo a partir del espiritismo francés que naturalizaba el mundo de los espíritus a través de un prisma filosófico y empírico, y la adquisición de un "status" científico. En ese marco, el espiritualismo esencialmente daba paso a nociones de "liberación electrónica discorporativa"; de hecho se hablaba de "baterías espirituales" o "telégrafos espirituales". De modo semejante, las ondas de radio eran vistas análogamente con ondas de pensamiento, mientras que la tecnología inalámbrica y los rayos-X estaban asociados a las nociones de "éter".

La psicóloga española Annettte Mulberger, del Centro de Historia de la Ciencia de la Universitat Autónoma de Barcelona, condujo numerosos estudios históricos del espirirismo y la parapsicología en España. La mayoría de los científicos se mantuvieron distantes respecto al espiritismo y permanecieron en un terreno firmemente anclado entre los límites del naturalismo y las leyes físico-químicas -sostiene Mulberger- pero otros se vieron implicados en calidad de jueces para confirmar el contacto con los espíritus. Además, el entusiasmo por ampliar los límites explicativos de la ciencia alimentó la esperanza por encontrar una fuerza física o psíquica desconocida. Por ejemplo, el químico William Crookes, quiso captar con sus aparatos una fuerza psíquica que podría ser la causa de fenómenos paranormales, como la levitación. Espiritistas e investigadores de lo paranormal de cualquier orientación (investigación psíquica, metapsíquica o parapsicología) compartían una actitud optimista, que queda expresada en la creencia en el progreso de la humanidad y en un poder anímico o espiritual que sobrepasaba los límites de tiempo y espacio. La Gran Exposición de 1900 mostró una magia que salía de los laboratorios, en forma de fé-e-électricité, radio, radioactividad, luz negra, etc. Los finales del siglo XIX se había caracterizado por un culto a las maravillas científicas. Inventos nuevos, como la fotografía, el teléfono y el telégrafo, habían ayudado a superar las limitaciones del tiempo y el espacio. La proyección de tal capacidad sobre la mente humana dio lugar a la idea de la telepatía que permitiría "percibir a distancia" y suponía un intercambio directo de información entre dos mentes sin soporte material o intervención de los sentidos.

De izquieda a derecha, Alejandro Parra, Yerko Muñoz, Diana Espirito Santo, Annette Mulberger, Miguel Algranti, Luis Bahamonde, Cesar Parra, y Sergio Salinas Cañas.”.
De izquieda a derecha, Alejandro Parra, Yerko Muñoz, Diana Espirito Santo, Annette Mulberger, Miguel Algranti, Luis Bahamondes, Cesar Parra, y Sergio Salinas Cañas.

El psicólogo argentino Alejandro Parra del Instituto de Psicología Paranormal expuso sobre la mediumnidad y la patologización de las prácticas espiritistas, con énfasis en el desarrollo del espiritismo kardeciano en Buenos Aires, gracias a la motivación de un comerciante malagueño, Don Justo de Espada en 1870, y que se expandió rapidamente entre los progresistas cultos de la revolución de 1880. Parra divide a la historia de la parapsicología en Argentina en al menos cuatro periodos períodos generales: Espiritismo (a partir de 1877) con la fundación de la Sociedad Espiritisma Constancia, la cual inicialmente impulsó el estudio experimental de la mediumnidad, el Magnetismo animal (o Mesmerismo, entre 1896 a 1924) con la creación de la Sociedad Magnetológica Argentina que condujo estudios sobre efluvios humanos, sanaciones de mediums y otros instrumentos a cargo del quimico Ovidio Rebaudi y sus colegas (en su mayoría espíritas adherentes de Constancia), la investigación psíquica (1924 a 1953) que comenzó con el interés de neurólogos y psiquiatras como Fernando Gorriti, algunos de ellos profundamente "anti-espiritistas" como Wilfrido de la Torre o Jose Maria Ramos Mejía, y en el polo opuesto Jose S. Fernandez, un ingeniero civil adherido al espiritismo kardeciano que tradujo las obras de J.B.Rhine al español, asi como la creación de un Departamento de Psicología Paranormal a cargo del antropólogo David Efrón en el Instituto de Psicologia de la Facultad de Filosofía y Letras, y finalmente el surgimiento de la Parapsicología con la creación del Instituto Argentino de Parapsicología en 1953 a cargo de J.Ricardo Musso (1917-1989). En la década del 40 y 50, el Gobierno de General Perón tuvo un vivo interés en el debate entre espiritistas y médicos, y se creó el Gabinete de Parapsicología a cargo del psiquiatra Orlando Canavesio (1915-1957), quien estudió los correlatos de EEG del de psíquicos como Eric C. "Mister" Luck e Irma Maggi en Buenos Aires y Enrique Marchesini en Córdoba en el Instituto de Psicopatología Aplicada -un area del reciente Ministerio de Salud Pública a cargo de Dr. Ramon Carrillo (1906-1956). Los psicoanalistas también prestaron atención al estudio de los "fenómenos ocultos", como Enrique Racker, Fidias Cesio y Arnaldo Rascovsky, incluyendo varios representantes de la Iglesia Católica, como el jesuita Enrique Novillo Pauli (1919-1989).

El antropólogo argentino Miguel Algranti, miembro del Centro Argentino de Etnologia Americana (CAEA) y becario del CONICET, expuso el tema "Lo Sagrado en el Medio: Tecnología, Materialidad, y mediación espiritual en la Escuela Científica Basilio" exploró los procesos históricos de adaptación y acomodaciones sociales del espiritualismo, focalizo en el surgimiento de la Escuela Científica Basilio (ECM), inicialmente, que promueve prácticas mediúmnicas, fundada en 1917 por Bernardo Eugenio Portal y Blanca Aubreton de Lambert. Algranti examinó su análisis discursivo a través de entrevistas a mediums y lecturas de sus discursos y clases de entrenamiento, y observación de sus prácticas rituales -un "sincretismo" de saber científico y doctrina religiosa. De acuerdo a Algranti, la Escuela Científica Basilio logró dominar el discurso espiritualista porteño, y en 1950 sus miembros celebraron un acto popular masivo en el estadio Luna Park con la presencia de 15.000 personas en uno de sus cinco actos, presumiblemente amparado por el poder político de entonces. En virtud del talento y sociabilidad de su segundo "Director Espiritual" a cargo, el Hermano Hilario "Lalo" Fernández (1925-1974) su expansión internacional, logró colocar sus primeras sedes en Uruguay y en diversos países de Europa y América del sur. Algranti concluye indicando que la ECB estimula la mediumnidad entre dos polos: primero, el cuerpo humano en su relación con el espíritu que lo controla y segundo, el espacio habitado tanto por objetos como por entidades espirituales superpuestas y ensambladas. La mediumnidad funciona como un "instrumento" del espíritu y la idea de incorporación lo vuelve un espacio susceptible de ser ocupado y habitado por múltiples entidades.

"El Espiritismo como hipótesis o la conformación de una ciencia espiritual" fue la presentación del historiador y sociólogo chileno Yerko Muñoz, docente en la Facultad de Educación de la PUC en Santiago, donde analizó el surgimiento y expansión del espiritismo en Chile hacia fines del siglo XIX. Yerko reconoce que gracias a los esfuerzos de conservación de la Biblioteca Nacional de Chile, se pudo rescatar un gran número de antiguas revistas espiritistas tales como Revista de Estudios Psíquicos entre otras, y relevó en su presentación la articulación narrativa del debate público de tales prácticas, usualmente condenadas por la Iglesia Católica que hegemonizó practicas religiosas "virtuosas… en contraste con la superstición espírita", así como comprender las prácticas espiritistas de la sociedad chilena a principios de siglo, el reconocimiento de la tradición de investigación empírica procedente de Europa y los Estados Unidos, y la modulación de los programas de sentido disponibles en aquel período, tales como el materialismo, el espiritualismo, el liberalismo, el catolicismo y diversas variantes de positivismo.

Anuncio del evento.
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El escritor Sergio Salinas, miembro de la Sociedad Chilena de Parapsicología, discutió la vida y obra Jaime Galté y el surgimiento de la parapsicología en Chile. Galté (1903-1965) fue un influyente abogado, político y profesor de Derecho Procesal, y miembro de una logia masónica, que mostró condiciones excepcionales como médium y sanador durante décadas (decía incorporar a su "guía", al "Dr. Lowe" y a "Erik Halfanne", un supuesto médico suizo-alemán), y era varios consultado por presidentes chilenos, como Salvador Allende y Carlos Ibáñez del Campo. Salinas describió los trabajos de la Sociedad de Parapsicología de Chile, creada por el jurista Eduardo Chiorrini y el psiquiatra Brenio Onetto Bachler. De hecho, Galté fue examinado por el psiquiatra Onetto -su amigo personal- quien estudió su personalidad, lejos de cualquier especulación patológica. Relató varias jugosas anécdotas de su vida relevantes a la condición como psíquico y medium, por ejemplo, durante un viaje en tren a Valparaíso, Galté tuvo una visión en sueños donde su padre le indicaba el nombre de un abogado que tenía en su poder ciertos títulos e instrucciones sobre la herencia para su familia. Cuando Galté llega a Valparaíso sigue las informaciones recibidas en el sueño y encuentra al abogado que le entrega los documentos de la herencia paterna. Salinas releva la breve pero rica historia de la Sociedad Chilena, los estudios llevados a cabo por Onetto y otros colegas con Galté, y numerosos detalles casi desconocidos de su vida y obra.

El periodista y divulgador paranormal César Parra, autor de Fantasmas y Casas Embrujadas de Chile (2005) y Guia Magica de Santiago (2008) reflexionó críticamente el "Panorama de la parapsicología chilena y su desintegración". Su exposición de tono mas abierto y desestructurado, fue un queja por una mejor comprensión del fenómeno parapsicológico, y recordó a otros miembros de la Sociedad Chilena, como la médica chilena y psíquica Elcira Pinticart, la fundación de la Revista Chilena de Parapsicología editada por Brenio Onetto Bachler (1924-1998), el psiquiatra que dictó cursos en la Universidad de Chile en tiempos políticamente turbulentos en la vida chilena de los años setenta. También relató un número de casos en los que participó en la investigación de casos poltergeist, como el caso de Puerto Montt en 2017, y sitios presuntamente encantados que forman parte de un mapa de visitas turísticas que Parra conduce por varios sitios de la ciudad de Santiago.

Finalmente, Luis Bahamondes, una autoridad nacional e internacional como historiador y antropólogo chileno, con un doctorado en Ciencias de las Religiones por la Universidad Complutense de Madrid, experto en teoría de la religión, religiosidad tradicional latinoamericana y neo-movimientos religiosos, sintetizó las presentaciones de los expositores argentinos y chilenos en pocas palabras, pero manifestó su interés por la puesta en común de ambos paises en cuanto al desarrollo y vicisitudes del espiritismo y la parapsicologia latinoamericanos, sus enfrentamientos y coincidencias con la Iglesia y otras disciplinas científicas atravesadas por los discursos políticos y sociales y el impacto que ambas -espiritismo y parapsicología - guardan con estas disciplinas en España como idioma común y ascendencia cultural.

En síntesis, el simposio fue un formidable ejemplo del tratamiento histórico de disciplinas no convencionales (o paracientíficas), los problemas de la marginación cultural, y el espíritu vanguardista que cultivaron sus principales defensores a principios de siglo XIX. Sobretodo por primera vez en ambos paises, ya que nunca se habían nucleados historiadores, antropólogos y parapsicólogos para discutir estos temas. El esfuerzo de Diana Espírito Santo y el personal de la PUC fue ejemplar, a pesar de una asistencia reducida y escaso debate. Por otra parte, naturalmente, no faltó oportunidad de mencionar en más de una ocasión al considerado "padre" de la parapsicología chilena, el medico psiquiatra Brenio Onetto Bachler (1924-1998). También, la posibilidad de entrevistas coordinadas por el psicólogo Sergio Schilling y colaboradores para su canal en la web (dos visitas al Museo de la Memoria y "La Moneda"), y una conferencia organizada por los miembros de la nueva Sociedad Chilena de Parapsicología esa misma tarde, en el Salón de la Corporación Educacional Pedro Aguirre Cerda (CEPAC) en Santiago.


 
NOTAS
1 Espírito Santo obtuvo un subsidio para llevar a cabo su proyecto de investigación titulado "Tecnologías del Encantamiento: La generación de la evidencia en el imaginario científico-espiritual contemporáneo en Chile" en 2015 otorgada por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT) del Gobierno de Chile. Aunque su interés por la antropología la condujo a las fronteras entre la ciencia y la religión, llevó a cabo estudios en terreiros de umbanda en Brasil y cultos vudí en Haití, entre otras culturas, convirtiéndose en una experta internacionalmente reconocida en el campo y autora de varios libros de texto, entre ellos, Developing the Dead: Mediumship and Selfhood in Cuban Espiritismo (2015) y más recientemente Fluid Spirits. Cosmology and Change in Contemporary Brazilian Umbanda (2018).

* Alejandro Parra es doctor en psicología graduado en UCES. Es profesor en psicología en la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y psicoterapeuta en la práctica privada. Fue editor de la Revista Argentina de Psicología Paranormal. Actualmente es presidente de la Instituto de Psicología Paranormal, Asoc. Civil y coordinador de la Agencia Latinoamericana de Informacion Psi (www.alipsi.com.ar). Es autor de Fenómenos paranormales: Una introducción a los eventos sorprendentes (Kier, 2003), Sueños: Como interpretar sus mensajes (Kier, 2006), y El Mundo de los Sueños (Kier, 2009). Ha ganado becas para participar en simposios y congresos de parapsicología en los Estados Unidos y varios países de Europa.



Eventos II

MEDITACION, MINDFULNESS & SALUD MENTAL: SEGUNDO SIMPOSIO DE CIENCIAS DE FRONTERA

Coordinado por Alejandro Parra*


Alejandro Parra
Alejandro Parra
rapp@fibertel.com.ar

El día Viernes 9 de Noviembre a las 19hs. tuvo lugar el Segundo Simposio de Ciencias de Frontera en la Localización Centro (Salón Auditorio) de la Universidad Abierta Interamericana de Buenos Aires, con el propósito de nuclear profesionales expertos en áreas de controversia en psicología, medicina y otras ciencias. Este año, el simposio focalizó las prácticas de meditación y Mindfulness bajo la pregunta: "¿Meditar mejora la salud mental?" Se examinó la meditación como un práctica que procede de las tradiciones orientales (especialmente el budismo) y de su reciente adaptación a la cultura y la ciencia occidentales, la psicología cognitiva y la psicoterapia moderna.

La palabra mindfulness es la traducción del término que implica conciencia, atención y recuerdo, o atención o conciencia plena. En la vida diaria es frecuente hablar de meditación aunque ambos términos no sean sinónimos, ya que meditación tiene un significado menos preciso y abarca a un conjunto de prácticas bastante heterogéneas. Las técnicas neurobiológicas aplicadas al cerebro que medita, están dejando entrever que su práctica continuada produce cambios neurales en los estados mentales que se van transformando poco a poco en nuevos rasgos de personalidad, disminuyen la ansiedad, el estrés, la depresión y otras psicopatologías.

Para debatir tales prácticas asi como el arte y la ciencia del Mindfulness, la meditación, los estados de consciencia y Ataraxia, el abordaje de la depresión y otros trastornos, y la desregulación emocional mediante Mindfulness, expondrán los psicólogos Guido Korman (UBA), Carlos Bautista (Ataraxia Evolución©), Denise Scheines (Asociación Argentina de Medicina Integrativa), y Guillermo Lencioni (Beam Up Psicología para el Cambio) coordinados bajo un panel moderado por Alejandro Parra (UAI/IPP).


ARTE Y CIENCIA DEL MINDFULNESS: ¿QUÉ ES? ¿CÓMO SE ENTRENA? ¿PARA QUÉ SIRVE?

Denise Scheines*


Denise Scheines
Denise Scheines
dscheines@gmail.com

La palabra Mindfulness es una traducción inglesa de la Palabra Sati (escrita en Pali, idioma de las enseñanzas Budistas) y hace referencia a la noción de recordar, atender y ser conscientes. Mindfulness llega a occidente en la década del 70. Se hace conocido gracias al trabajo pionero del Medico Jon Kabat-Zinn, quien en el año 1979 funda la Clínica de reducción del estrés en el centro médico de la Universidad de Massachusetts. Allí diseña un programa que se conoce como MBSR (reducción del estrés basado en la práctica de Mindfulness). Jon Kabat Zinn fue uno de los pioneros en incluir las practicas contemplativas al campo de la salud y de la medicina.

Desde esa fecha hasta la actualidad se han llevado numerosas investigaciones que avalan los beneficios y la eficacia de implementar los programas de reducción del estrés en el campo de la salud y en otras áreas (educación, empresas, etc.). Ahora bien, ¿Que es mindfulness?¿Una práctica, un proceso?¿Un estado?Intentaremos lograr una definición. Hay varias maneras de definir lo que es el Mindfulness, sin embargo, lo que en su mayoría todas las interpretaciones tienen en común es que aluden al Mindfulness como a aquella capacidad humana universal que todos tenemos y que se asocia al estar conscientes y despiertos. Mindfulness esvisión clara, es atención plena, es tanto un entrenamiento de la atención como una práctica, un cultivo y un modo de estar en el mundo.El entrenamiento en Mindfulness aporta enormes beneficios para la salud, no solo para la reducción del estrés, la ansiedad, la depresión y el dolor crónico, sino que también el mindfulness esta fuertemente asociado con el cultivo y el florecimiento del bienestar. En el world happines report del año 2015, el Dr. Richard Davidson de la Universidad de Wisconsin,uno de los investigadores más importantes del Mindfulness en Occidente, aporta evidencia basada en sus investigaciones de que el bienestar se cultiva y que la práctica del Mindfulness puede aportar enormes beneficios en su consecución.

Aquí entra también el concepto de neuroplasticidad, que alude a que la practica produce cambios en nuestro cerebro y que cuanto más se practica, mayores son los beneficios y los cambios producidos. En conclusión, Mindfulness es una habilidad y requiere entrenamiento y práctica. Su cultivo aporta una enorme vía de acceso al bienestar tanto porque permite que florezca una mente más balanceada como porque aumenta la capacidad de estar y ser cada vez mas conscientes y despiertos. El entrenamiento en Mindfulness promueve el equilibrio mental aumentando nuestra capacidad de ser más felices, menos reactivos y más equilibrados.

  *Denise Scheines es psicóloga graduada por la Universidad de Belgrano y Profesora Universitaria por la Universidad del Museo Social. Es Directora Ejecutiva de la Asociacion Argentina de Medicina Integrativa (AAMI).


MEDITACIÓN, ESTADOS DE CONSCIENCIA Y ATARAXIA

Carlos L. Bautista*


Carlos L. Bautista*
Carlos L. Bautista*
carlos.bautista@coaching-cb.com

El Programa Ataraxia® es un método occidental que estimula el desarrollo integral de la personalidad con una visión transpersonal; es decir, el desarrollo del cuerpo, del espíritu y del alma. Los ejercicios corporales, de respiración y de expresión, aspecto central del método, tienen como objetivo eliminar bloqueos físicos y psíquicos; permitiendo así que nuestra energía vital fluya naturalmente.Ataraxia presentaun trabajo sistemático para liberar a las personas de sus ataduras físicas y psíquicas y se basa en el concepto de que todas las experiencias vividas se reflejan o manifiestan en el cuerpo. Las experiencias negativas, los condicionantes, las desilusiones y los traumas provocan tensiones musculares que encogen a las personas y dificultan su desarrollo personal. Por medio de un aprendizaje transformacional se promueve el desarrollo de los propios talentos y recursos latentes. A medida que el alumno avanza va experimentando una transformación personal en su cuerpo, mente y emociones.

Ataraxia®es un método para el estudio de la consciencia humana en sus diferentes niveles y estados. La Ataraxia no puede comprenderse sobre bases teóricas únicamente; es un método fenomenológico, por diversos ejercicios físicos, mentales y espirituales, observamos un cambio del estado de consciencia que, para cada uno, representa una experiencia personal. Poco a poco, con la repetición regular de dichas experiencias, el fenómeno encuentra su explicación científica. En suma, la experiencia precede a la comprensión. Es superfluo, pues, ser demasiado racional practicando los diversos ejercicios; basta con practicarlos como experiencias vividas en el momento actual y poco a poco te vas a conocer mejor y estarás en condiciones de poder asumir tu salud y tu felicidad. El hecho de que los ejercicios ataráxicos estimulan la energía vital y las ganas de vivir, liberen las emociones, hagan más profunda la respiración y eliminen el estrés, hace que sus efectos se manifiesten claramente en la salud. Debido a la relación directa existente entre cuerpo y espíritu, cuando la mente sufre el cuerpo enferma.

Ataraxia®trabaja con los músculos de todo el cuerpo -o mejor dicho juega- con los músculos del cuerpo, ya que muchas veces nos encontramos sonriendo después de los ejercicios aplicados. Los ejercicios están inspirados en el método de yoga chino llamado Nei-Kung. Es muy importante la concentración sobre la percepción de la contracción de los músculos necesarios al movimiento del ejercicio y sobre la sensación de recuperación después del movimiento.

  *Carlos Bautista es psicólogo graduado por la Universidad del Salvador y Doctor en Psicología Clínica por la Universidad de Belgrano. Es creador del método "Ataraxia Evolución" para la ampliación de los estados no ordinarios de consciencia.




MINFULNESS & DEPRESIÓN: NUEVOS MODELOS COGNITIVO-CONDUCTUALES

Guido Korman*


Guido Korman
Guido Korman
guidokorman@gmail.com

En las últimas décadas ha estado surgiendo un novedoso conjunto de modelos dentro de la orientación cognitivo-conductual; uno de los más difundidos es la Terapia Cognitiva basada en la Conciencia Plena (MBCT). Se destacarán los resultados obtenidos en depresión así como las nuevas aplicaciones de este modelo, destacando las virtudes y limitaciones del mismo. Asimismo, se presentará la Terapia focalizada en la compasión (CFT, sus siglas en inglés). El modelo desarrollado por Paul Gilbert muestra, una vez más, la heterogeneidad de las llamadas "terapias de tercera generación", con la consecuente duda sobre el valor de esta clasificación y periodización histórica. Inspirada en modelos evolucionistas, la CFT representa una innovación teórico-técnica respecto de los modelos cognitivo-conductuales tradicionales. Originada en la investigación de la depresión, se ha desarrollado fundamentalmente como un abordaje para pacientes afectados por marcada vergüenza y autocrítica. Se presentarán los aspectos centrales de este modelo. Finalmente, el estudio del rol de la metacognición en los trastornos mentales es relativamente reciente y ha dado lugar a nuevos modelos para la comprensión y abordaje de los trastornos ansiosos y depresivos. Los modelos cognitivo-conductuales han ido evolucionando e incluyendo aspectos inicialmente no contemplados en el procesamiento de la información de pacientes con dichos trastornos. Se presentarán estudios recientes acerca del posible rol de la meta-cognición en las estrategias de regulación emocional, particularmente aquellas referidas a la práctica de la atención plena (mindfulness).

La MBCT fue estudiada inicialmente en pacientes con diagnóstico de trastorno depresivo mayor, recurrente según DSM-IV (APA, 1995). Teasdale y cols. (2000) reclutaron 145 pacientes con ese diagnóstico, quienes habían alcanzado la remisión con diferentes antidepresivos. Los pacientes discontinuaron el tratamiento farmacológico tres meses antes de iniciar es estudio. El grupo control recibió la evaluación de posibles recaídas y recurrencias por parte de un profesional idóneo. Cuando se estudiaron las tasas de recaídas, se observó una notable diferencia entre aquellos pacientes que habían padecido tres o más episodios depresivos mayores (que constituían el 77% de la muestra) y los pacientes que solamente habían padecido dos episodios depresivos mayores. Se observó que los primeros (tres o más episodios), al recibir MBCT tenían una tasa considerablemente menor de recaídas mientras que los segundos (dos episodios) tenían una tasa mayor. Concretamente, recayó el 37% de los pacientes con tres o más episodios que recibieron MBCT versus el 66% de los que recibieron solamente evaluación por parte de un profesional. Por el contrario, el 54% de los pacientes con dos episodios que recibieron MBCT recayeron versus el 31% de aquellos que recibieron la evaluación.

En primer lugar, la MBCT está bien establecida para la depresión recurrente con tres ó más episodios. En segundo lugar, existen estudios en las formas resistentes y crónicas de depresión, incluyendo la depresión bipolar. En tercer lugar, y en estrecha relación con lo anterior, la sintomatología depresiva actual parece no afectar la habilidad del paciente depresivo para realizar prácticas de meditación, contra lo planteado inicialmente por Teasdale y cols. (2000). En cuarto y último lugar, la aplicación de la MBCT está en clara expansión y podemos agregar que existen además autores que aplicaron este modelo a pacientes depresivos con trastornos de ansiedad comórbidos (Finucane y Mercer, 2006; Ree y Craigie, 2007) así como en el trastorno de ansiedad generalizada (Hofmann, Sawyer, Witt, y Oh, 2010; Kim y cols., 2009) y pacientes con problemas de salud. Este modelo comporta una serie de interesantes implicaciones clínicas. Nos ofrece herramientas para que podamos elegir el tratamiento en función del paciente y no hacer coincidir al paciente con el modelo. Si el paciente tiene un estilo rumiador, discutir el contenido de pensamiento podría dificultar el descentramiento; desde esta perspectiva, cuestionar el contenido del pensamiento es menos importante que reconocer que los pensamientos no son más que hechos mentales. Por otra parte, el distanciamiento se vería facilitado por la utilización de recursos experienciales (experimentos conductuales, evocación en imagen o en vivo). La práctica de las habilidades relativas a la mindfulness sería útil para lograr el descentramiento, especialmente en pacientes con historia de recidivas. Pero por otra parte sabemos que es cierto que cuestionar el contenido de un pensamiento es una excelente manera de mostrar por qué debemos ser cautos y no creer que nuestros pensamientos son fieles reflejos de la realidad.

  *Guido Korman es psicólogo graduado por la Universidad de Buenos Aires, investigador CONICET y Profesor Adjunto en Clínica Psicológica y Psicoterapias en la Facultad de Psicología de la UBA.




DESREGULACIÓN EMOCIONAL MEDIANTE MINDFULNESS

Guillermo Lencioni*


Guillermo Lencioni
Guillermo Lencioni
glencioni@gmail.com

Dentro del marco de las psicoterapias basadas en evidencia, el estudio de las emociones y su regulación comenzó a cobrar más importancia en los últimos 15 años. Asi mismo el estudio sobre algunas tradiciones meditativas, sus beneficios y su auge es relativamente reciente. Entendemos por emociones a las respuestas integrales o experiencias multidimensionales con diferentes intensidades en su activación y distintos grados de placer-displacer. Las mismas se asocian a una experiencia subjetiva, sensaciones somáticas y la tendencia a la acción (motivación). Esta experiencia está controlada por factores contextuales y culturales y puede ser regulada, en algún sentido, por procesos intra e interpersonales.

Los principales teóricos de la emoción la toman como un fenómeno secuencial y en tanto tal plausible de ser regulado en diferentes momentos. Mindfulness o atención plena es útil en el proceso de regulación por al menos dos motivos, primero y principal pone atención o conciencia sobre el fenómeno y nos ayuda a verlo y observar sin prejuicio o críticas. Este tipo de acercamiento nos ayuda a disminuir el malestar propio de la activación (arousal). El otro objetivo a señalar de la mindfulness es permanecer atento intencionalmente en el momento presente a nuestra respiración, esto permitiría y ayudaría al momento de regular las emociones a poder sostener objetivos independientemente de nuestros estados emocionales, por ello se considera una herramienta intrínseca que interviene en el plano motivacional de la emoción, favoreciendo varios procesos regulatorios tales como la flexibilidad psicológica (la posibilidad de buscar otros vías posibles de acción y la defusión -procesos a través del cual podemos diferenciarnos de nuestros pensamientos y emociones y no tomarlos como la realidad o verdad absoluta.

  *Guillermo Lencioni es psicólogo graduado por UBA con una formación en terapia cognitiva de tercera generación (Terapia Dialéctico Conductual, DBT). Coordina el equipo de profesionales de la institución Beam Up Psicología para el Cambio.











Revista de libros
EVRARD, Renaud (2016). Enquête sur 150 ans de parapsychologie. La légende de l'esprit. Escalquens: Piktos/Trajectoire. Pp. 479. ISBN: 978-2-84197-702-4.

La obra comienza con una introducción técnica al problema de la diferencia (ciencia vs pseudociencia) que es relevante para los interesados en la historia de psicología y parapsicología, y focaliza las dificultad y las soluciones producidas por la sociología, filosofía, historia y psicología de la ciencia. El prólogo resume el trabajo del psicólogo francés Bertrand Méheust sobre cómo los científicos han percibido la cuestión del magnetismo animal hasta su rechazo explícito por parte de la Academia de Medicina en 1842. Luego, el autor comienza con una historia de parapsicología centrada en diez figuras francesas, cada una de ellas abordando la parapsicología a su modo. Evrard presenta capítulos por figura: Agénor de Gasparin, Timothée Puel, Pierre Janet, Charles Richet, Pierre Curie, René Sudre, Eugene Osty, René Warcollier, François Favre y Nicolas Maillard, cubriendo 150 años de parapsicología francesa.

Autor del libro Folie et paranormal (2014), como psicólogo clínico, Evrard se pregunta cómo escuchar a personas que creen que experimentan fenómenos paranormales. La dimensión cultural desempeña un papel importante en la capacidad para integrar (para bien o para mal) tales experiencias en modelos de realidad, por lo tanto, los franceses han cultivado una relación contradictoria respecto a lo paranormal: son extraoficialmente muy fanáticos de estos temas y las prácticas paranormales, pero oficialmente afirman que son racionalistas cartesianos incapaces de aceptar estos temas.

Sin embargo, la gran pregunta que se formula el autor es ¿por qué Francia está tan atrasada, en comparación con otros países europeos, en la aceptación de una psicología científica de creencias y experiencias paranormales? ¿Por qué -considerando que estaba en la cima de la "metapsíquica" francesa- nunca hubo una unidad académica para estudiar este campo? Otro problema se refiere a la relación entre la psicología y la parapsicología. Según Evrard, se ha producido un divorcio irreversible entre ambas disciplinas: la psicología y la parapsciología. Pero no parece haber un acuerdo acerca de cuándo ni cómo se realizó tal ruptura. Evrard sugiere que esta distinción tiene lìmites dinámicos, que aún fluctúan entre una relegación de la parapsicología en la historia del pensamiento francés quitándole mérito a su desarrollo contemporáneo. Por otra parte, en cada capítulo, Evrard se ocupa de corregir mucha información errónea difundida por otros historiadores y no académicos. Uno de los virtudes de Enquête sur 150 ans de parapsychologie [Estudio de los 150 años de la parapsicología] es que aborda el período contemporáneo (después de la Segunda Guerra Mundial), que no suele encontrarse en otras obras, especialmente cuando varias personas involucradas aún están vivas y tienen recuerdos de estos eventos.

Los lectores van a apreciar todos los hallazgos que Evrard presenta en su libro, por ejemplo, el caso de figuras poco conocidas como Agénor de Gasparin, Timothée Puel, Louis Favre, que muchos historiadores ignoran en sus estudios del tema más allá del trabajo de los "grandes hombres". Se presentan muchas anécdotas que el autor intenta ilustrar en el contexto de la época, y en cada capítulo, a través de la presentación de una figura histórica, escrita en un estilo riguroso y documentado, y que no defiende ni a los parapsicólogos ni a los escépticos. En la conclusión, Evrard extrae lecciones de esa historia a lo largo de varios ejes, a saber: las funciones de la heterodoxia parapsicológica para la psicología (historia de la ciencia); la construcción de credibilidad científica y la experiencia en la puesta de límites (sociología de la ciencia); la elusividad natural y social como un obstáculo epistemológico (filosofía de la ciencia); y el análisis reflexivo de los vicios y las virtudes epistemológicas (psicología de la ciencia).

En el trabajo de Renaud Evrard sobre los 150 años de la parapsicología, este profesor de psicología de la Universidad de Lorraine se ocupa de una larga introducción para justificar filosófica y epistemológicamente la validez y el interés de su objeto de estudio, que contiene más de 2100 notas y 1300 referencias en varios idiomas. Es una obra profundamente ética porque si bien sus implicaciones y su simpatía por el movimiento parapsicológico aparece claramente en sus páginas, nunca interfieren con el rigor de los análisis, la objetividad de la mirada y la medición de sus conclusiones.

En sus más de 470 páginas, la obra se divide en diez capítulos, cada uno de los cuales aborda un personaje que ha contribuido al estudio de los fenómenos psíquicos. Algunos son famosos, como el caso de Pierre Janet (Capítulo 4) que practicaba hipnosis a distancia, el Premio Nobel Charles Richet (Capítulo 5), cuya participación en la famosa materialización fantasmal de Villa Carmen se analiza aquí en profundidad, Pierre y Marie Curie (Capítulo 6) quienes tuvieron interés en vistar y examinar a a la médium napolitana Eusapia Palladino, el teólogo Agénor de Gasparin (Capítulo 2) que a mediados del siglo XIX estudió las "mesas giratorias", el médico Timothée Puel (Capítulo 3) que fundó el Journal of Experimental Psychology en 1874, la primera revista enteramente dedicada a la psicología, o el periodista René Sudre (Capítulo 7) que fue al mismo tiempo un crítico del espiritismo y un explorador de los fenómenos psíquicos. Otros siguen vivos, como el psiquiatra François Favre 3 (Capítulo 10), pionero en la creación del Grupo de Estudios e Investigaciones en Parapsicología en la Universidad de París, y el periodista Nicolás Maillard (Capítulo 11). Todos tienen en común haberse interesado en estudiar fenómenos inexplicables como objeto de la ciencia. Finalmente, poniendo a la investigación metapsíquica y parapsicológica como relevante en la historia de la ciencia y la psicología, Evrard produce un trabajo útil y contribuye a una nueva perspectiva de la historia contemporánea de la ciencia en Francia.



MASCARO, Kimberly R. (2018). Extraordinary Dreams: Visions, announcements and premonitions across time and place. Jefferson, MC: McFarland. Pp. 86. ISBN-13: 978-1476668826.

Kimberly R. Mascaro es una psicoterapeuta americana que por más de veinte años ha trabajado en la interpretación de sueños, el empoderamiento femenino, y el trauma, el dolor y la pérdida, y ha sido docente en la Universidad del Estado de Arizona durante once años. La autora comienza esta obra señalando que los sueños han sido siempre de interés para la humanidad. Desde entonces, ocupan una posición privilegiada en las personas y las culturas pre-alfabetizadas. Para algunos individuos, los sueños y las visiones han sido siempre una parte integral de la vida, desde la infancia. Para otros, estas realidades subjetivas no se recuerdan ni se consideran significativas, y mucho menos se ven como canales directos para la comunicación con el mundo espiritual. Por lo tanto, varias comunidades tienen diferentes actitudes y creencias acerca de los sueños, asi como la vasta literatura académica sobre el tema.

La autora divide a los sueños en dos grandes grupos, los sueños "mundanos", que pueden olvidarse al despertar y ser un embrollo de acontecimientos cotidianos: Despertar para recordar un paseo de compras o la frustración que acompaña haber dejado el papel higiénico en el carrito, o conversaciones casuales con compañeros de trabajo son algunos ejemplos; sin embargo, estos sueños aparentemente sin sentido tienen como propósito mejorar las funciones relacionadas con la memoria. Por le contrario, los sueños extraordinarios ocurren en períodos de tiempo significativos, como meses o incluso varios años después de la experiencia inicial, y pueden incluir diversas formas de percepción a distancia, como la clarividencia, la telepatía y la precognición (premoniciones o anticipaciones), además de mayor lucidez y comunicación con el difunto. Estos pueden ser mucho más vívidos que los sueños mundanos e incluso pueden aparecer mientras uno está soñando lúcidamente, es decir, soñando a sabiendas que uno está soñando.

Debido a que el inicio del dormir y el momento del despertar no siempre es un momento preciso, la hipnagogia es el estado que a veces experimentamos cuando nos estamos quedando dormidos, a veces plagados de imágenes inusuales a medida que las ondas cerebrales disminuyen. Más tarde, entramos en varios episodios de sueño con movimientos oculares rápidos (REM), cuando los sueños son más vívidos. Cuando nos estamos despertando, a veces nos encontramos en un estado hipnopómpico porque todavía podemos percibir estímulos visuales, auditivos, táctiles y sensoriales. Muchas personas tienen imágenes, sonidos y sensaciones cuando se están quedando dormidos o al despertar, y estas visiones, que pueden ocurrir cuando uno está dormido, despierto o en algún punto intermedio, a veces ocurren durante esos estados. Estas visiones puede dejar a una persona impactada como lo haría un sueño, o incluso aun más. Además, como es el caso de muchos estados de conciencia no ordinarios, incluidos los sueños extraordinarios, algunas personas prefieren no revelar sus experiencias. En consecuencia, tener una visión puede considerarse raro o inusual en algunas culturas, incluso pueden ser juzgadas de manera negativa. Sin embargo, al igual que los sueños, existen visiones tan antiguas, como las descritas en la Biblia y más antiguas también.

Algunos grupos distinguen entre las visiones que tienen lugar en los sueños y las visiones del estado de vigilia, como las de los profetas. Junto a estas tradiciones se encuentra la sabiduría andina, así como las perspectivas contemporáneas occidentales de los sueños. También se describen los sueños con imágenes de animales e insectos. Aquí la autora hace una distinción entre las culturas monofásicas y polifásicas, con el valor que cada uno le otorgaba al sueño, las explicaciones de por qué los humanos sueñan y de algunas teorías e investigaciones sobre la incubación de sueños. Se presentan formas en que la humanidad se ha beneficiado con descubrimientos importantes a través de los sueños, y se describen los sueños que han alentado a la paz o provocado violencia.

El capítulo dos, "Sueños extraordinarios", aborda el concepto de los sueños no convencionalesy su valor en la antigüedad. Estos sueños se entienden como historias relatadas a través del tiempo y en diferentes culturas, como los sueños como presagios. A continuación, se explora la Inquisición, la caza de brujas y las visiones transculturales de los sueños, el espíritu y el alma. A través de estudios antropológicos, los occidentales consideran a los sueños de manera diferente a lo que creemos: Los "grandes" sueños están separados en categorías comunes para tener una comprensión de ellos. La percepción extraordinaria del sueño, como la precognición y la telepatía preceden a la discusión de los sueños lúcidos y las experiencias extracorpóreas. Este capítulo concluye con la interpretación de los sueños en las tradiciones y prácticas religiosas y espirituales.

El capítulo tres, Sueños durante el embarazo, aborda los sueños durante una transición importante de la vida: el momento de la gestación. Los sueños en el embarazo resultan en la predicción del sexo fetal y el folclore popular. Los sueños de embarazo pueden estar al servicio del individuo y de la familia. En todas las culturas, más allá del "síndrome de couvade", las experiencias de los futuros padres también tienen un significado, los sueños individuales de los padres seguidos de los sueños de las parejas embarazadas. En el capítulo cuatro, "Sueños que anuncian un nacimiento", presenta un fenómeno particular para las embarazadas: el sueño anunciador. Junto con los sueños de fertilidad y concepción, está lleno de episodios de sueño que anuncian el embarazo; asi como las experiencias de los padres.

El capítulo cinco y seis, describen los "Sueños Anunciadores", presentan la investigación de mi doctorado, uno de los primeros de su tipo, que destaca el anuncio en sueños y su impacto en las mujeres embarazadas que los tienen. Los sueños se agrupan en categorías de edad, antes de nacer, recién nacidos o bebés, e infantes y niños en edad escolar. La autora concluye con un resumen del sexo fetal, la edad gestacional en la que tuvo lugar el sueño, y analiza la importancia y el impacto experiencial de los sueños anunciadores. El capítulo siete, los "Sueños de Despedida", toma un brusco giro debido a que enfoca los sueños relacionados con la muerte. A medida que las personas envejecen y se acercan a su propia muerte, pueden surgir sueños significativos, los cuales contrastan con los sueños de seres queridos fallecidos, un fenómeno experimentado por los murientes en diversas culturas. Los seres queridos fallecidos aparecen en sueños para instruir o enseñar, también pueden aparecer en sueños para advertir o preparar a los vivos para lo que está por venir, y muchos soñadores afirman haber sido atacados por sus muertos. En el Capítulo Ocho, se analiza las experiencia de la muerte en el sueño, la toma de decisiones después de un sueño anunciador es importante para reconocer el rol que los sueños pueden desempeñar en las vidas de las familias; se presta especial atención a los conflictos no resueltos, en particular si se planificó el embarazo.La primera parte del capítulo concluye en cuanto a la influencia y el impacto que tienen los sueños al anunciar, y la segunda parte, la muerte y la conciencia desde el punto de vista de las creencias culturales. Finalmente, el Capítulo Nueve, "Consejos y Técnicas para Sueños Extraordinarios," ofrece consejos y técnicas para mejorar el recuerdo de los sueños, y cómo se puede aumentar la lucidez en los sueños y en la vida cotidiana. La autora enlista una serie de ejercicios y la aplicación de técnicas de incubación de sueños, y se incluye un guión de relajación general.



CHEUNG, Theresa & MOSSBRIDGE, Julia (2018). The Premonition Code: The science of precognition, how sensing the future can change your life. London: Watkins Publishing; ISBN-10: 1786781611. Pp.213.

El propósito de este libro es analizar el fenómeno de la precognición y la posibilidad de viajar en el tiempo, escrito por Theresa Cheung, psicóloga egresada del King´s College de Cambridge y autora de varios libros sobre el mundo psíquico junto a la neurocientìfica cognitiva, Julia Mossbridge, directora del Laboratorio de Innovación en el Instituto de Ciencias Noéticas (IONS). Ambas revelan investigaciones que muestran que es posible detectar el futuro y proporcionan herramientas prácticas y técnicas para ayudar a comprender mejor el futuro y convertirse en lo que ellas llaman un "Precog Positivo", o sea, alguien que usa la precognición para ayudar al mundo. La precognición es el nombre del conocimiento o percepción del futuro por medios extrasensoriales, también llamada "premonición".

La precognición es la más frecuente de todas las experiencias de percepción extrasensorial, y que ocurren con mayor frecuencia en sueños. También puede ocurrir espontáneamente bajo la forma de visiones de vigilia, alucinaciones auditivas, pensamientos intermitentes que ingresan a la mente, la "sensación de certeza" y cambios fisiológicos. La autoras explican la precognición y sus diferentes tipos; lo que se conoce y lo que todavía continua siendo un misterio, un breve resumen del concepto del tiempo en física, psicología y neurociencia, las herramientas experimentales para ayudar a cultivarla y aprovechar sus experiencias precognitivas para ayudar a mejorar su carrera, relaciones, situación financiera y servir a la humanidad y las experiencias personales de los autores, detallando cómo la premonición ha dado forma a sus vidas, y entrevistas con científicos destacados y expertos en el campo.

En este libro, las autores presentan además un conjunto de experimentos controlados que investigan lo que creen, es una habilidad humana inherente que permite una predicción de los eventos futuros sin inferencias. Si bien tomar en serio esta línea de investigación puede parecer bastante descabellada para algunos, vale la pena recordar que los avances en psicología y física han demostrado repetidamente que las intuiciones cotidianas sobre la naturaleza de la realidad solo reflejan parcialmente la naturaleza de la realidad en sí misma. El concepto de una "flecha del tiempo" como una línea fija es lo que que Einstein calificó como "ilusión persistente y obstinada".

En otras palabras, el sentido común acerca de los eventos que se desarrollan en el tiempo reflejan, en nuestra recreación perceptiva de esos eventos, el mismo orden en que ocurrieron. La recreación de los eventos físicos, primero en la percepción y luego en la memoria, ocurre en un orden lineal basado en nuestra percepción original de los eventos. Por lo tanto, dado dos eventos y asumiendo una perfecta percepción y memoria, se dice que el Evento A ocurre antes que el Evento B. Si en algún momento recordamos el Evento A pero aún no hemos experimentado el Evento B, y luego, después del Evento B, recordamos ambos eventos; solo se puede decir que el evento A "causa" el evento B si el evento A precede al evento B; lo que recordamos ha ocurrido en el pasado. Esto parece razonable porque surge y gracias a innumerables experiencias de vigilia consciente.

Sin embargo, como la psicología y física ha demostrado repetidamente, las autoras se preguntan ¿Qué métodos nos permiten verificar dos veces nuestras intuiciones sobre la naturaleza del tiempo? Si nuestras intuiciones son correctas y asumimos que ciertos eventos futuros no pueden inferirse a partir de las circunstancias actuales o extrapolaciones basadas en circunstancias pasadas, y si también reconocemos que las coincidencias ocurren ocasionalmente por casualidad, entonces: (a) Los sueños no guardan relación con eventos futuros impredecibles más allá del nivel del azar; (b) los individuos no pueden estar conscientemente por encima de eventos futuros, impredecibles a un ritmo mayor que el azar; (c) las medidas del comportamiento administradas en el presente no se verán afectadas por eventos futuros; (d) las medidas fisiológicas no se verán afectadas por eventos futuros; (e) los eventos en el futuro no influyen en lo que ocurre en el presente, excepto en los casos de planificación prospectiva (por ejemplo, "Necesito prepararme para la lluvia mañana, por lo que hoy compraré un paraguas"). No se necesita la precognición para adivinar que los investigadores que hayan realizado experimentos examinen estas predicciones, ni que algunos de estos estudios sugieren que las intuiciones acerca del tiempo son empíricamente falseables. Las autoras analizan los sueños precognitivos, los experimentos de precognición de elección forzada y respuesta libre, la precognición implícita y el presentimiento.

Otro enfoque para estudiar la precognición es poner a prueba si las personas podemos acceder conscientemente a información futura mediante una tarea simple de elección forzada, donde a un participante se le ofrecen dos o más opciones, una de las cuales ocurrirá al azar en el futuro, como el resultado del lanzamiento de una moneda. En una tarea de precognición de respuesta libre, se le pide al participante que describa el contenido de un objetivo visual seleccionado al azar que se mostrará al participante en el futuro, donde en el momento en que el participante tiene sus impresiones, nadie (ni siquiera una computadora) sabe cuál será el objetivo. Solo después que el participante haya grabado y enviado sus impresiones, se seleccionará un objetivo al azar y se le presentará al participante.

Un método más nuevo para estudiar la precognición es el utilizado en los experimentos de "precognición implícita", que a primera vista pueden parecer bastante diferentes de los antes comentados, pero que son similares en cuanto a que las tareas de precognición implícita permiten examinar si las acciones presentes están relacionadas con eventos futuros impredecibles. Por ejemplo, sabemos que practicar o estudiar el material que uno desea recordar generalmente mejora la recuperación del material estudiado en el futuro. Daryl Bem en 2011 realizó un inteligente experimento en el que invirtió este efecto de práctica a tiempo para examinar si la práctica "futura" podría influir en el rendimiento "presente" de una tarea de recuerdo. Bem indicó que los resultados de las dos primeras de estas pruebas revelaron que los participantes recordaban mejor las palabras que iban a practicar en el futuro.

En las últimas décadas, los experimentos de precognición implícitos se han vuelto cada vez más populares porque implican "reversiones de tiempo" de tareas que se utilizan comúnmente en psicología social y experimental. Estos experimentos son relativamente fáciles de implementar y evitan la necesidad de exigir a los participantes que adivinen conscientemente eventos futuros, que los investigadores creen que impiden el acceso a información futura. El estudio de Bem sobre una serie de nueve experimentos de precognición implícita, todos con resultados estadísticamente significativos o casi significativos, es quizás el artículo publicado en una revista reciente más discutido, aunque Bem fue criticado por el uso de pruebas estadísticas a una cola, falta de claridad en la descripción de sus métodos y uso de análisis múltiples para obtener los resultados deseados.

Finalmente, las autoras recopilan abundante información, en base a datos experimentales que sugieren que los procesos inconscientes son en gran medida responsables de la precognición. La autora también señalan que históricamente, los científicos y el público en general se resisten a la idea de que una parte de la mente funciona de manera que está absolutamente más allá de la conciencia. Por ejemplo, la percepción subliminal hoy día se explica en la mayoría de los libros de textos y cursos de psicología, pero durante muchas décadas la idea de los procesos cognitivos no conscientes era considerada ridícula, incluso asociada a los sueños (cuando se demostó que los sueños influyen en el aprendizaje). Además, en los últimos 15 años, la mayoría de los investigadores en psicología y neurociencia reconocen que los procesos cognitivos inconscientes a veces pueden ayudar a los recuerdos, a tomar decisiones y a resolver problemas complejos mejor que los procesos cognitivos conscientes. En otras palabras, Cheung y Mossbridge demuestra que nuestras intuiciones sobre la naturaleza, el alcance y las capacidades de nuestra conciencia e inconsciente no son necesariamente "exactas."



BERLANDA, Néstor (2018). Detrás de la Niebla: La historia real de un encuentro extraordinario. Rosario: Elipsis. ISBN: 978-987-42-9539-2. Pp.208.

El autor es un reconocido psiquiatra de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina) y co-autor, junto a Juan Acevedo, de Los Extraños: Abducciones Extraterrestres en la Argentina (2000), donde llevó a cabo previamente un exhaustivo análisis de casos de abducción en Argentina. Pero -en palabras del autor- Detrás de la Niebla es algo diferente y examina "uno de los casos más interesantes de encuentros extraordinarios que refleja la literatura mundial" (p. 15). Clasificada bajo la denominación Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, ocurrido en una zona rural próxima a la ciudad de Venado Tuerto, Juan Oscar Pérez, un niño de 12 años experimentó un encuentro inusual el 6 de Septiembre de 1978.

La obra de Berlanda no sólo exhibe un modelo más "psicológico" que "ufológico" de la experiencia del niño, sino que analiza la experiencia que, durante varias décadas, Pérez padeció con un alto nivel de estrés postraumático y la incomprensión de un entorno estigmatizante. En buena medida, según Berlanda, es que el fin -o al menos la disminución de este conflicto- ocurrió cuando un documentalista produjo un interesante film que recogió su testimonio (ver https://testigodeotromundo.com/), y lo cual ayudó en buena medida a aliviar la angustia de su "experiencia de encuentro OVNI". El documental, en línea con la tesis de Berlanda en relación con la experiencia, y otros expertos OVNI y líderes espirituales que defienden su modelo, examina el impacto psicosocial de la experiencia.

Detrás de la Niebla rescata el episodio de Juan Oscar Perez, un trabajador rural en la Estancia La Victoria, quien dijo haber experienciado cinco encuentros con OVNIs. Tuvo un encuentro cercano con varios seres extraterrestres, incluso, haberse subido a la supuesta nave y viajar en ella. Luego, descubrió cicatrices en su hombro consecuencia del contacto con estos extraños seres. Berlanda argumenta que para comprender su relato es necesario involucrarse en estados no ordinarios de conciencia, las tradiciones de los pueblos originarios y el mundo de los sueños para delinear cómo operan estos encuentros en la mente del testigo y la estructura psíquica -más que física- de la experiencia de encuentro. Berlanda desarrolla la teoría del Trickster1 como un modo de comportamiento paradojal de la estructura de la consciencia; un disparador para producir un abrupto cambio de consciencia que resulte en un aprendizaje nuevo y revelador.

Un dato relevante es el seguimiento que el autor condujo a lo largo de varios años desde 1978 a 2016. Sin embargo, no observó distorciones o "adornos" en el testimonio inicial de su experiencia. Además, tres técnicas de regresión de la memoria conducidas entre junio del 2016 y abril a mayo del 2018 contribuyeron a recuperar los recuerdos de la secuencia de eventos de 1978. Uno de los atributos de esta obra es la relación entre los estados no ordinarios de consciencia y la experiencia OVNI. Es notable que Berlanda distingue entre la categorización de testigo de un evento OVNI (evidencia física, objetiva) cuya connotación presume un evento más psíquico y subjetivo que "objetivo." En efecto, Berlanda sostiene que su experiencia guarda puntos en común con las prácticas iniciáticas chamánicas, que posiblemente pudieron ocurrir al protagonista de esta obra, en lugar de un legítimo encuentro con seres extraterrestres, como plantean por lo general los defensores de las teorías ufológicas. En sus palabras:
"Desde que investigué el fenómeno OVNI siempre consideré que en realidad investigábamos la conciencia […] la percepción que había tenido un testigo de algo que irrumpía en su realidad y no solo la modificaba sino que le cambiaba la percepción de la vida y de su entorno… las condiciones en las que el fenómeno se "prepara" para manifestarse no son azarosas, hay algo en el testigo, en su vida, en su momento que crea las condiciones. No es azar" (p.17).
 
1. La teoría de tramposo (Trickster theory), como se la conoce en parapsicología y ufología, proviene del libro The Trickster and the Paranormal de George Hansen (2001), donde el autor sugiere que muchos eventos anómalos, como las experiencias de encuentro con ETs y las apariciones de fantasmas, tienen una semejanza notable con los relatos del tramposo y las mitologías de otras culturas.

* Jorge Villanueva fue Redactor en Jefe de la Revista Argentina de Psicología Paranormal (1990-2004), Secretario del Instituto de Psicología Paranormal, Asoc. Civil, y becario de la Fundación BIAL. Es autor y traductor de artículos sobre historia de la parapsicología, investigación ganzfeld, y psicomanteum publicados en la Revista Argentina de Psicología Paranormal y Journal of the Society for Psychical Research. Ha sido expositor en varias conferencias de parapsicología en Buenos Aires. Tiene particular interés en el estudio de los psíquicos y sus estrategias para estimular psi bajo condiciones de laboratorio, y la biografía de psíquicos e investigadores. Actualmente colabora en el proyecto SIPSI para crear la más completa base de datos en parapsicología en español.
Jorge Villanueva.
Por Jorge Villanueva*.
jovillanu@yahoo.com.ar

Enquête sur 150 ans de parapsychologie. La légende de l'esprit.

Extraordinary Dreams: Visions, announcements and premonitions across time and place.

The Premonition Code: The science of precognition, how sensing the future can change your life.

Detrás de la Niebla: La historia real de un encuentro extraordinario.
Noticias
V DIPLOMATURA UNIVERSITARIA EN PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL 2019

Organizado por el Departamento de Extensión Universitaria de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), Alejandro Parra y un equipo docente invitado, iniciará la cursada 2019 de la Diplomatura Superior en "Diplomatura Superior en Psicología Transpersonal: Modelos Teóricos, Socioculturales y Aplicaciones Clínicas". El propósito del este programa es evaluar las variedades de las experiencias espirituales e integrar sus hallazgos en teoría, investigación, educación y práctica clínica, analizar los descubrimientos y las interpretaciones de la psicología de las prácticas espirituales y su incorporación al cuerpo de la psicología clínica convencional, presentar una diversidad de experiencias que pueden aparecer en individuos sin que estén acompañados de indicadores de disfunción psicológica o médica, enseñar estrategias generales para interactuar con los pacientes que describen experiencias religiosas/espirituales, y desarrollar métodos de exploración e investigación. Algunos de los temas del programa son: La espiritualidad en la sesión terapéutica, espiritualidad como un proceso de cambio, el aspecto cognitivo-existencial de la espiritualidad, experiencia religiosa y teorías antropológicas de la religión, trastornos psiquiátricos y espiritualidad, afrontamiento religioso espiritual del duelo, integración de la religión y la espiritualidad en la psicoterapia, el abordaje psicoanalítico de las experiencias místicas y/o religiosas, abuso emocional y manipulación psicológica en grupos pseudo-espirituales, modelos cognitivos en tradiciones religiosas, Mindfulness y budismo, mediumnidad y obsesión espírita, y prácticas y herramientas facilitadoras del desarrollo espiritual. La Diplomatura comenzará el día Sábado 13 de Abril (un módulo mensual, los Sábados), y continuará durante ocho encuentros hasta el Sábado 18 de Noviembre. El curso se dictará en Av. de Mayo 776, 4to Piso (Subte Línea "A", Est. Piedras), en el rango horario de 10 a 18hs. (con intervalo para almuerzo). Mas información en: https://www.uai.edu.ar/cursos-y-eventos/psicolog%C3%ADa-y-relaciones-humanas/diplomatura-en-psicolog%C3%ADa-transpersonal-modelos-te%C3%B3ricos-socioculturales-y-aplicaciones-cl%C3%ADnicas/?fbclid=IwAR2mXHI-MBF5M4NTsuXuXXHBwGlfkCqOOUBxkHI4oDZpqvTxM8DELk-0P7I



TECNICATURA SUPERIOR EN "SABERES ALTERNATIVOS" 2019: CONOCIMIENTOS MAS ALLÁ DE LA RAZÓN

El Instituto de Psicología Paranormal comenzará el curso bianual: "Saberes Alternativos: Conocimientos más allá de la razón" a cargo de Alejandro Parra, de dos años de duración, cuyo eje central gira en torno a temas tales como sensibilidad psíquica, radiestesia, sanación psi, energías sutiles y aura, transcomunicación instrumental, reencarnación y terapia de vidas pasadas, y premoniciones & profecías (durante 2019), y el segundo año (en 2020), que continúa con temas tales como meditación, interpretación de los sueños, estados hipnagógicos, ganzfeld y psicomanteum, hipnosis, experiencias fuera del cuerpo, mediumnidad, y aplicaciones terapéuticas y orientación en psicología transpersonal. Este programa está destinado a nuclear a personas interesadas en trabajar en estas sabidurías y técnicas, revisar aspectos teóricos y conceptuales -por la mañana- y tomar parte de experiencias destinadas a llevar a cabo ejercicios vivenciales basados en estos temas -durante la tarde. El ciclo "Saberes Alternativos" propone un legítimo desafío intelectual, que incluye textos (artículos y libros en formato pdf), y proyección de material audio-visual en PowerPoint. También se pueden tomar módulos independientes. El inicio de la actividad será a partir del día Sábado 22 de Abril, de 10 a 18hs. Para más informacion ver: http://www.alipsi.com.ar/cursos.asp?id_curso=17



61ta. CONVENCIÓN ANUAL 2019 DE LA PARAPSYCHOLOGICAL ASSOCIATION EN PARIS, FRANCIA

La 61ta. Convención Anual de la Parapsychological Association (PA) se llevará a cabo en el Centro FIAP Jean Monnet (30 rue Cabanis, Montparnasse http://www.fiap.paris/Paris) del 4 al 6 de Julio, cuyo programa de actividades estará a cargo de Ramsés D'Leon y el presidente de Mario P. Varvoglis. Este evento reunirá a investigadores internacionales y otros académicos para presentar las últimas investigaciones psi y fenómenos relacionados, percepción extrasensorial, psicokinesis, sanación psíquica, estados alterados de conciencia, mediumnidad y supervivencia después de la muerte. El programa será una mezcla sinérgica de presentaciones de miembros de la PA. Se prevén varios paneles y discusiones interdisciplinarias, y se presentarán oradores procedentes de diferentes países. El énfasis de las ponencias será la investigación experimental de la percepción extrasensorial, estudios de visión remota, ganzfeld, y sanación a distancia, modelos téoricos, clínicos y educacionales, estudios de campo y casos espontáneos. Además habrá una ceremonia de premios a las contribuciones a la parapsicología y la cena de camaradería al cerrar el evento. Aunque información detallada estará disponible en un par de meses, los interesados pueden visitar: http://www.parapsych.org/



ARTÍCULO DE PARAPSICOLOGÍA EN AMERICAN PSYCHOLOGIST: LA REVISTA OFICIAL DE LA AMERICAN PSYCHOLOGICAL ASSOCIATION

Bajo el título "La Evidencia Experimental del Fenómeno Parapsicológico: Una revisión" Etzel Cardeña, psicólogo mexicano radicado en Suecia y Profesor de Parapsicología e Hipnosis en la Cátedra Thorssen de la Universidad de Lund (Center for Research on Consciousness and Anomalous Psychology, CERCAP), presenta una integración completa de la evidencia experimental actual y las teorías de los fenómenos parapsicológicos (psi) en American Psychologist (Julio-Agosto 2018, Vol. 73(5), pp. 663-677). El mérito de su artículo es presentar una pormenorizado resumen acerca de los últimos hallazgos en parapsicología. Según Cardeña, un número de psicólogos han estado a la vanguardia de la investigación de estos fenómenos con sofisticados protocolos de investigación y teorías, en tanto que otros han dedicado gran parte de sus carreras a criticar el campo, principalmente debido a la experiencia de los psicólogos en procesos tales como la percepción, la memoria, las creencias y los procesos conscientes y no conscientes. Este artículo resume recientes teorías en física y en psicología que presentan a los fenómenos psi como al menos plausibles, y proporciona una visión general de metanálisis recientes. La evidencia proporciona apoyo a la realidad de la psi, que no puede explicarse fácilmente por la calidad de los estudios, el fraude, la información selectiva, la incompetencia experimental o analítica u otras críticas frecuentes. La evidencia de psi es comparable a la de otros fenómenos publicados en psicología y en otras disciplinas, aunque no hay una comprensión consensual de ello. Cardeña concluye con recomendaciones para un mayor progreso en el campo, incluyendo la realización de estudios multidisciplinarios con suficiente poder, el desarrollo de nuevas medidas inconscientes de psi y teorías falseables, el análisis de las características de los diseños y los participantes exitosos, la mejora en la validez ecológica de los estudios, cómo aumentar el tamaño del efecto, el reclutamiento de más investigadores abiertos a la posibilidad de psi, y colocar alos fenómenos psi en dominios mucho más amplios, como el estudio de la conciencia. [DOI http://dx.doi.org/10.1037/amp0000236].
Revistas recibidas
Journal of Scientific Exploration. Vol.32, No. 1, 2018.
Journal of Scientific Exploration. Vol.32, No. 2, 2018.
Journal of Scientific Exploration. Vol.32, No. 3, 2018.
Paranormal Review. No.85, Invierno 2018.
Paranthropology: Journal of Anthropological Approaches to the Paranormal. Vol.8, No.1, Marzo 2017.
The AIPR News. Vol. 12, No.2, Septiembre 2018.
Edge Science.No. 35, Septiembre 2018.
Edge Science.No. 36, Diciembre 2018.
Journal of Exceptional Experiences and Psychology. Vol.6, No.1, Verano 2018.
Skeptical Inquirer. Vol.42, No.6, Noviembre-Diciembre 2018.
Parapsykologische Notiser. No.85, 2018.
Parapsykologische Notiser. No.86, 2018.
Parapsykologi: Forskning och Nyheter. No.92, Mayo 2018.
Skeptical Inquirer. Vol.42, No.5, Septiembre-Octubre 2018.
Skeptical Inquirer. Vol.42, No.6, Noviembre-Diciembre 2018.
Skeptical Inquirer. Vol.43, No.1, Enero-Febrero 2019.
Journal of the International Society of Life Information Science. Vol.36, No.2, Septiembre 2018.


E-BOLETÍN PSI. Vol.14, No.1, Enero 2019


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Editor
Alejandro Parra

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Revisión de Libros
Jorge Villanueva

Colaboran en este número
Juan Carlos Argibay, Ian S. Baker, Carlos L. Bautista, Abigail Booth, Marcelo Eremián, Guido Korman, Guillermo Lencioni, Jane Montague, Alejandro Parra, William G. Roll, Denise Scheines, Jorge Villanueva, y Zofia Weaver.
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