|
||
|
Índice
|
Desde el escritorio del editor |
|
Investigación |
INFLUENCIA DE LAS PRÁCTICAS ESPIRITUALES COMO ESTRATEGIA PARA EL AFRONTAMIENTO AL ESTRÉS EN PACIENTES ONCOLÓGICOS
Antonella Balmaceda Mascio*
INTRODUCCIÓN
METODO
RESULTADOS
TABLA 1: CORRELACION ENTRE ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO Y RELIGIOSIDAD/ESPIRITUALIDAD
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
Alcorn, S., Balboni, M., Prigerson, H., Reynolds, A., Phelps, A., Wright, A., Block, S., Peteet, J., Kachnic, L., & Balboni, T. (2010). “If god wanted me yesterday, I wouldn't be here today”: Religious and spiritual themes in patients´ experiences of advanced cancer. Journal of Palliative Medicine, 13(5), 581-588.
* Antonella Balmaceda es psicóloga graduada por la Universidad Abierta Interamericana (UAI) de Buenos Aires con orientación en psicología cognitivo-conductual. Se ha especializado en trastornos de ansiedad por la Fundación Foro, cuidados paliativos en el equipo de salud del Instituto Nacional del Cáncer y psicooncología, cuidados paliativos y resilencia en el Centro de Terapia Cognitiva de la Universidad de Morón. Actualmente se desempeña en el Espacio Terapéutico “Alegra” y en el centro de tratamiento interdisciplinario y de apoyo a la integración escolar “Puertas Abiertas”. El presente artículo es una versión abreviada y revisada de la tesis de grado para obtener la licenciatura en psicología por la Universidad Abierta Interamericana.
|
Historia |
“NINGUNA RELIGIÓN PUEDE SER MÁS ESPIRITUAL QUE LA NUESTRA”: LAS SOCIEDADES ESPIRITUALISTAS ANGLO-JUDIAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS
Samuel Glauber-Zimra** y Boaz Huss***
El 17 de julio de 1929, se reunió una gran multitud en el Caxton Hall de Westminster, Londres, para la reunión inaugural de la Ha-aur Yisrael [Sociedad Judía para la Investigación Psíquica o SJIP]. Varios oradores, algunos de los cuales hablaban inglés con acento yiddish, subieron al estrado para exaltar las virtudes del espiritismo – el movimiento que asesura que los muertos sobreviven en forma de espíritus y pueden ser contactados por los vivos – la importancia de la misión de la naciente sociedad, a saber, servir como “una asociación judía de investigación psíquica en general y su aspecto judío en particular”.1 Un punto culminante de la reunión fue la lectura de unos comentarios enviados por Sir Arthur Conan Doyle (1859–1930), el célebre autor y principal propagandista espiritista, quien manifestó estar “encantado de escuchar que un pueblo que alguna vez tuvo relaciones espirituales tan directas, como el judío, debía volver su atención al presente y hacer de la religión algo vivo”. Cuando la reunión terminó, luego de ratificar la constitución de la sociedad y la elección de la comisión, se hizo una oración declarando la unidad con Dios y la recitación del Shema.2
El espiritismo era muy practicado por los judíos británicos en el período de entreguerras y la Sociedad Judía de Investigación Psíquica fue solo una de las muchas organizaciones espiritistas judías creadas en Inglaterra durante aquellos años.3 Los judíos británicos adoptaron el espiritismo por muchas de las mismas razones que sus compatriotas no judíos. Bajo la promesa de contactar a sus parientes fallecidos y lo que se entendía ampliamente como demostraciones empíricas de la supervivencia después de la muerte, el espiritismo atrajo a sastres y comerciantes de habla yiddish del “East End” de Londres así como a los miembros aculturados de clase media en ascenso; de hecho, el interés por el espiritismo alcanzó niveles altos entre la judería británica. Para algunos, las organizaciones espiritistas judías formaban parte de un movimiento cada vez más popular dentro de la sociedad británica, mientras que ciertos espiritistas anglo-judíos buscaron en el espiritismo un significado más importante y tenían la esperanza de que el espiritismo llevaría a un renacer de la vida religiosa judía. Significativamente, el espiritismo ofrecía una traducción de las creencias tradicionales acerca de la vida después de la muerte a una forma más moderna.4 A pesar de la oposición de muchos dentro de la comunidad judía, estas organizaciones espiritistas florecieron durante casi dos décadas hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial, produciendo un cuerpo de literatura que aún no ha recibido suficiente atención en el mundo académico.
El espiritismo surgió en 1848 en el norte del estado de Nueva York y se extendió rápidamente por todo el mundo.5 El espiritismo británico se había organizado en el siglo XIX, dando la impresión de que el movimiento había declinado a comienzos de la Primera Guerra Mundial.6 Sin embargo, fue en el período de entreguerras cuando el movimiento alcanzó su cénit en Inglaterra.7 Este resurgimiento espiritista se alimentó, en parte, a causa del duelo masivo padecido durante la Gran Guerra, cuando innumerables familias buscaban contactar con sus esposos e hijos caídos en batalla.8 El espiritismo británico se caracterizaba particularmente por su estructura organizativa, el número de sociedades espiritistas aumentaba rápidamente después de la guerra y en 1934, se estima que había más de dos mil sociedades activas en Inglaterra.9 El espiritismo británico también se cientifizó cada vez más durante este período; se creó la Society for Psychical Research cuyos distinguidos miembros habían estado investigando los fenómenos espiritistas desde 1882 junto a otras organizaciones, como el British College of Psychic Science fundado por J. Hewat y Barbara McKenzie en 1920 y el National Laboratory of Psychical Research de Harry Price, fundado en 1923.10 Ambos factores, a saber, el modelo organizativo de las sociedades espiritistas y la imagen científica cuidadosamente preservada del movimiento, contribuyeron al éxito del espiritismo anglo-judío de entreguerras. A continuación, ofreceremos un análisis preliminar de las organizaciones espiritistas anglo-judías de entreguerras y cómo se relacionó el espiritismo con el judaísmo. Si nos concentramos en los judíos de Londres, enfocaremos dos esferas distintas: los inmigrantes judíos de habla yiddish de Europa del Este que formaron las primeras sociedades espiritistas judías de la ciudad en el corazón del East End, y los miembros más ricos y cultos de la SJIP, muchos de los cuales también estaban involucrados en otros movimientos esotéricos. Luego vamos a dirigir nuestra atención a varias de las respuestas rabínicas que se daban al espiritismo anglo-judío y las formas en que los espiritistas anglo-judíos negociaron su identidad judía con sus convicciones y prácticas espiritistas. Muchos judíos británicos estaban preocupados por la creciente indiferencia religiosa en el período de entreguerras y estas ansiedades se desarrollaron en ambos lados del debate sobre la participación judía con el espiritismo.11 Mientras que algunos rabinos condenaban al espiritismo y lo culpaban por su creciente popularidad al abandono generalizado de la religión, los espiritistas judíos y sus partidarios argumentaban a favor de la permisibilidad del espiritismo bajo la ley judía, a pesar de la aparente prohibición bíblica contra la nigromancia, y muchos de ellos recurrieron al espiritismo en un esfuerzo por lograr un renacimiento espiritual del judaísmo contemporáneo. El East End de Londres era un centro de inmigración judía de Europa del Este a fines del siglo XIX, cuando miles de judíos rusos que huían de los pogromos y la inestabilidad económica llegaron a establecerse en el distrito de Whitechapel.12 En aquel momento el espiritismo había comenzado a extenderse por toda Europa del Este, pero fue recien al llegar a Inglaterra, con su modelo bien organizado de sociedad espiritista, cuando los inmigrantes judíos de Europa del Este establecieron organizaciones espiritistas judías formales.13 La primera sociedad espiritista judía en Inglaterra, la National Jewish Spiritualist Society (NJSS), se fundó en abril de 1919 con el objetivo declarado de “investigar y demostrar los fenómenos espirituales y propagar los beneficios materiales, intelectuales y espirituales del espiritismo a la humanidad”.14 Esta entidad se creó para un pequeño círculo de espiritistas judíos del East End dirigida por la familia Blaustein (o Blanstein), inmigrantes de Galicia que, a inicios de 1915, celebraban sesiones semanales en su apartamento de la vecindad en Whitechapel Road. Tobias Blaustein (1859–1939) y su esposa Ethel (1865–1933), la médium principal del círculo (se la describe hablando seis idiomas cuando entraba en trance, “aunque estaba limitada a dos cuando estaba en estado normal”), abogaron por el espiritismo en yiddish junto a su hijo Maurice (nacido en 1898), quien también hablaba inglés.15
En sus varios años de existencia, la NJSS organizaba sesiones, demostraciones públicas de clarividencia y conferencias sobre temas espiritistas en varias instituciones judías del East End, como la Central Jewish Literary Society, el Jews’ Free School Old Boys’ Club de la Escuela Libre de Judíos y el Circulo Social del Ghetto de Bethnal Green.23 Su “recluta” más prominente fue Maurice Barbanell (1902–1981), que tuvo una gran carrera como una de las principales voces del espiritismo británico y fue editor-fundador del periódico espiritista Psychic News, aunque su identidad espiritista llegó a reemplazar a cualquier otra filiación más comprometida con el judaísmo.24 El evento más notable de la sociedad fue una conferencia dada por Conan Doyle en enero de 1922 sobre “La Nueva Revelación”, organizada por Barbanell, ante una audiencia de varios cientos en el People’s Palace de Mile End Road en el East End.25 La sociedad aspiraba por entonces a crear una sinagoga espiritista con la creencia de que “los muchos, muchos judíos que recurren a esta causa sabemos que obtendrán una concepción más verdadera y mejor de su creencia judaica, y la enseñanza espiritista ayudará a unirlos más espiritualmente a su maravillosa fe”. La empresa propuesta, proclamó audazmente el secretario del NJSS, sería “lo más grande que un judío haya hecho en ningún otro momento [sic]”.26 Después de esto, la NJSS se disolvió a mediados de la década, seguido en parte por una serie de sociedades espiritistas judías más pequeñas que continuaron operando en el East End durante el período de entreguerras, con ramificaciones en Holloway, Tufnell Park y Stamford Hill, y el London Jewish Spiritualist Centre de Londres, que contó con la médium de habla yiddish Ann Novak, quien pronunciaba conferencias, organizaba sesiones abiertas y hacía demostraciones de clarividencia y psicometría.28 Todos estos grupos por lo general realizaban sesiones semanales, demostraciones de clarividencia y conferencias sobre temas relacionados con el espiritismo, con oradores y médiums tanto judíos como no judíos (por ejemplo, en 1937, se fundó una sociedad espiritista judía en Golders Green), incluso hasta 1939 se supo que tres sociedades espiritistas judías continuaban funcionando en el East End.30 De modo que la sociedad espiritista anglo-judía más importante del período de entreguerras se materializó más allá de los límites del East End y sus residentes judíos de habla yiddish.
La Sociedad Judía de Investigación Psíquica
Me he interesado profundamente en el movimiento espiritista y desde hace algún tiempo he estado investigando el tema. Esta verdad ha sido maravillosamente reconfortante para mí y para muchos en mi entorno, y me gustaría mucho encontrar a otros de nuestra religión que también estén interesados. Espero pronto iniciar un centro para el estudio de todo este tema. Entonces, ¿puedo pedir correspondencia en sus columnas sobre el tema?33 La carta de Blumenthal suscitó más de una docena de respuestas publicadas en ediciones posteriores del periódico aquella primavera.34 Si bien algunos corresponsales criticaron la propuesta de Blumenthal, ya sea en base a la prohibición bíblica de la nigromancia, que el espiritismo era fraudulento y resentía un peligro psicológico, o que los judíos debían concentrar sus energías en “ayudar mejor a los vivos y no preocuparse por los espíritus de los muertos” – la mayoría expresó un considerable entusiasmo por la formación de un sociedad espiritista judía. Un respaldo importante provino del equipo editorial del propio Jewish Chronicle (el periódico era editado por Leopold J. Greenberg [1862-1931]), quien escribió en un editorial que apareció el 8 de febrero de 1929
Por lo tanto, el espiritismo debía considerarse como un modo de investigación científica alineado con la creencia judía. Este sentimiento se expresó además en otra carta, firmada como “ortodoxa”, que llegó a argumentar que “negar la existencia de fenómenos psíquicos”… es equivalente a negar el electromagnetismo”.36 Otros defensores enfatizaron las cualidades espiritistas inherentes al judaísmo. Una corresponsal, Regina M. Bloch, opinó que si bien “la actitud judía hacia el espiritismo parece propensa a conceptos erróneos... Ninguna religión puede ser más espiritual que la nuestra”.37 Bloch (1889–1938), una reconocida poeta y periodista que había participado en la fundación de la Logia Teosófica Judía en Londres y el de un libro sobre religión sufí, el maestro Inayat Khan, se unió a Blumenthal para fundar la sociedad propuesta, solicitando personalmente el respaldo de Conan Doyle38 y rápidamente fue elegida presidenta de la sociedad, cargo que ocupó durante varios años. Como se describió antes, la reunión inaugural de la JSPR tuvo lugar en julio de 1929. Los artículos de la prensa de las reuniones iniciales de la sociedad relacionan las disposiciones de su constitución, así como los objetivos que sus miembros fundadores pretendían lograr al establecer una sociedad espiritista judía. Según la constitución de la sociedad:
Estos tres objetivos, en resumen, adquirir conocimiento de primera mano sobre el más allá, refutar la oposición del judaísmo al espiritismo y facilitar el desarrollo de los poderes espirituales fueron los más expuestos por los ponentes. Alexander Victor, su secretario honorario, argumentó que el espiritismo hizo que la creencia fuera empírica. “Con el conocimiento”, afirmó, “Leolam Habo (el Mundo por venir) dejó de ser una promesa para convertirse en un hecho”. La declaración de Víctor reflejó un desarrollo sociológico más amplio, a saber, que la modernización de la sociedad judía había llevado a un debilitamiento de la autoridad religiosa y un mayor escepticismo hacia las creencias tradicionales sobre el más allá. Este cambio, junto con el aumento concomitante de la autoridad científica, provocó un giro hacia las fuentes empíricas de creencia, como el espiritismo.40 De hecho, Víctor esperaba que la JSPR “ejercería una influencia espiritual que haría aceptable y comprensible mucho de lo que ciertos maestros [los miembros de la sociedad] aceptarían sin explicaciones convincentes e incluso en forma incuestionable”, mientras que en una reunión posterior expresó que el espiritismo “permitiría a aquellos que estaban espiritualmente en Golus [exilio] visualizar verdaderamente su Gan Eden”.41 La sociedad también consideró urgente corregir ciertas percepciones erróneas de que el espiritismo estaba en desacuerdo con el judaísmo. Mientras que muchos opositores anglo-judíos al espiritismo citaban fuentes bíblicas y rabínicas que prohibían la comunicación con los muertos, Víctor atribuyó la reticencia judía al espiritismo a factores sociológicos. Aunque los espiritistas habían confrontado durante mucho tiempo con la cuestión de si su movimiento constituía o no una religión, las sociedades y publicaciones espiritistas británicas eran nominalmente sociedades espiritistas cristianas, y dado que “los trabajadores gentiles por la causa espiritual naturalmente verían este tema desde el ángulo de su propia religión”, estos judíos consideraban que el espiritismo era completamente no judío.43 La JSPR serviría así como un espacio cómodo para que los judíos británicos estén comprometidos con el espiritismo, junto con sus correligionarios, en un ambiente religioso familiar.
Los planes de la JSPR incluían la formación de varios subgrupos a cargo de Leonard Bosman (1879–1936), director de investigaciones de la sociedad y un teósofo judío que había publicado varios trabajos sobre Cabalá y Teosofía.44 Estos grupos debían incluir uno de sanación, otro filosófico para “estudiar los poderes de los hombres desde el punto de vista judío”, y un grupo de autopreparación para el cultivo de “esos poderes mencionados en las lecturas hebreas”.45 Bosman argumentó que era necesario que los miembros de la sociedad desarrollaran “conocimiento de realidades internas” para que “se vinculen con aquellos a quienes el mundo llamó muertos”. Además, afirmó que “hebreos invisibles” estaban ayudando en la formación de la sociedad y que el apodo hebreo de la sociedad, Ha-aur Yisrael (la Luz de Israel), había sido sugerida en un mensaje desde el “otro lado”.46 Aparte, a partir de los objetivos declarados delineados en su constitución, los miembros fundadores de la JSPR expresaban con frecuencia la aspiración de lograr una renovación judía a través del espiritismo. Muchas de sus declaraciones reflejaban preocupaciones generalizadas sobre el malestar religioso por parte de los judíos británicos de entreguerras, aunque con un toque espiritista.47 “El judaísmo como religión viva cierta vez estuvo plagado de misticismo”, observó Bloch en sus comentarios en la reunión inaugural, sin embargo, “en el cuidado del lado materialista de la vida, el judío había perdido tradiciones que alguna vez fueron suyas”. Aludiendo al asentamiento judío en Palestina, exclamó que “el pueblo judío estaba regresando en masa a Sion. ¡Ojalá acudieran a la Sion del espíritu!”48 Argumentó que el judaísmo, había perdido su “templo interior del espíritu” de tal manera que “la Shechena ya no tenía un lugar de descanso”,49 mientras se lamentaba, tras una discusión de “lecturas áuricas” en la tercera reunión de la sociedad, que “el judío de hoy parecía haber perdido los hermosos dones que alguna vez poseyó. Con el movimiento promovido por su Sociedad se podrá establecer un medio por el cual sea bendecido con su regreso”.50 La fundación de la JSPR recibió una considerable cobertura de prensa. Mientras que las actividades de otras sociedades espiritistas judías en general solo se discutían en periódicos espiritistas como Light, The Two Worlds y, desde 1932 en adelante, en Psychic News, la reunión inaugural de la JSPR no solo se cubrió en London Jewish Chronicle y su rival, The Jewish Guardian, sino también en la prensa judía de Europa, África del Norte y América del Norte.51 A muchos les llamó la atención el nombre de la sociedad: Sociedad Judía para la Investigación Psíquica, que claramente emulaba a la prestigiosa Society for Psychical Research.52 Sin embargo, este mismo nombre llevó a cierta confusión sobre la relación de la sociedad con el espiritismo, ya que la sociedad original de investigación psíquica no era una sociedad espiritista sino una sociedad científica para el investigación de las fuerzas psíquicas en su conjunto, incluidas las supuestamente producidas por médiums espiritistas.53 Parece que la ambigüedad inherente al nombre de la JSPR era un reflejo, en parte, de la amplia gama de intereses esotéricos más allá del espiritismo que caracterizaba a sus constituyentes. Los miembros fundadores Bosman, Bloch, Henry S. L. Polak (1882–1959) y Blumenthal tenían vínculos con la Sociedad Teosófica,54 mientras que Samuel Sarna (1878–1967), que pronunció varias conferencias ante la sociedad, era un destacado frenólogo.55 Al calificarse a sí mismos como una sociedad para la “investigación psíquica” en lugar de estrictamente espiritista, la JSPR pudo servir como una gran organización para esoteristas judíos de diversas filiaciones.56 Blumenthal, en particular, quien instigó la cadena de correspondencia en el Jewish Chronicle que finalmente condujo a la creación de la JSPR, tenía una visión más amplia de las actividades de la sociedad. En otra carta al periódico en diciembre de 1929, proponía dar a la sociedad un nuevo nombre igualmente cargado de significado, “La Aurora Dorada”, una clara alusión a la Orden Hermética de la Aurora Dorada, una sociedad mágica activa en Gran Bretaña a principios de siglo.57 La Aurora Dorada, escribió Blumenthal, constituiría “un núcleo de personas que estaban interesadas en algo superior al plano físico” con “énfasis… puesto en el desarrollo Espiritual”. “¿Por qué no acostumbrarnos a meditar?”, instó a los lectores del Jewish Chronicle: “Aporta fuerza y poder y conduce a lo más alto. Solo de esta manera podemos aprender a conocer a Dios y el Amor Divino”.58 Evidentemente, la JSPR no se movió en esta dirección, y Blumenthal en 1932 organizó un centro independiente para “curación espiritual y fotografía supranormal” en el sur de Londres.59 La JSPR mantuvo un programa activo de actividades semanales en varios lugares del centro de Londres hasta su aparente desaparición en 1937.60 Al igual que las sociedades espiritistas judías del East End, éstas incluían conferencias sobre temas espiritistas y ocultismo en general y demostraciones de clarividencia y psicometría, así como actuaciones dramáticas con temas espiritistas y reuniones informales para el “intercambio de puntos de vista y experiencias psíquicas”.61 Es difícil establecer con precisión cuántos judíos se unieron a la JSPR, aunque parece que su membresía se contaba por cientos. Un informe de 1935 en el Jewish Chronicle relata que la sociedad estaba dirigida entonces por un consejo de gobierno de dieciséis y tenía “más de 200 miembros contribuyentes, con una lista de correo de otros 200”, aunque la membresía no se limitaba a los judíos.62 Una indicación de su interés, fuera de Londres, proviene de un informe de abril de 1930 sobre el establecimiento de la Manchester Jewish Psychic Research Society, que se comprometió a cooperar con la JSPR.63 Si bien varios líderes de las sociedades espiritistas judías del East End, como Ann Novak y Maurice Blaustein, participaron en las reuniones de la JSPR, la sociedad no intentó cooperar con sus correligionarios de habla yiddish.64 La JSPR sirvió por su parte como puente entre sus miembros judíos y los espiritistas y líderes religiosos no judíos. De hecho, muchos, si no la mayoría, de los disertantes que hablaron en el JSPR no eran judíos, por ejemplo, Aftab-ud-din Ahmad (1901–1956), el imán de la mezquita de Woking65 en Londres; el erudito indio Hara Prasad Shastri (1882–1956) en sánscrito, que se había desempeñado como presidente de la Logia Teosófica Saturno 66 en Shanghái; y los influyentes expositores científicos del espiritismo J. Arthur Findlay (1883-1964) y Harry Price (1881-1948).67 En resumen, la JSPR en sus actividades aspiraba a forjar lazos con un medio espiritista británico más amplio y establecer una sociedad espiritista judía de buena fe para igualar a las sociedades no judías existentes, como correspondía a su membresía de clase media culta.
Actitudes Rabínicas hacia el Espiritualismo Anglo-Judío
Sin embargo, no todos los rabinos británicos se opusieron al movimiento; incluso algunos se unieron a las filas del espiritismo anglo-judío. Uno de esos rabinos fue Alec Eli Silverstone (1897–1982), rabino de la sinagoga ortodoxa de Southport y vicepresidente de la Federación Mizrachi de Gran Bretaña.73 Silverstone fue ordenado por la Yeshiva de Manchester en 1918 y posteriormente obtuvo su doctorado en lengua semítica de la Universidad de Manchester en 1924 sobre las traducciones bíblicas de Aquila y Onkelos.74 Estuvo involucrado durante muchos años en la actividad espiritista y se desempeñó como vicepresidente honorario de la JSPR; también dirigió a la Sociedad Psíquica Judía, una sucesora en la posguerra de la anterior organización.75 En 1930, Silverstone abogó por el espiritismo en las páginas del Jewish Chronicle en un largo ensayo que argumentaba que la prohibición halájica de la nigromancia se aplicaba solo a los modos idólatras de la comunicación espiritual, no al enfoque científico del espiritismo contemporáneo. Concluyó que “no es necesario, por lo tanto, no tener escrúpulos indebidos en cuanto a la permisibilidad de interesarse en la investigación de los fenómenos espiritistas”, un tema que necesita “una atención más cercana y una consideración más seria”.76 Silverstone fue recordado además remarcando lo que “es justo”: que “el judío vaya un paso más allá de la mera credulidad y busque comunicarse con los que han fallecido”.77
Gaster había tenido durante mucho tiempo interés académico por la Cabalá y la magia judía y en la década de 1920 comenzó a forjar conexiones con varias organizaciones esotéricas activas en Londres publicando artículos en las revistas de Theosophical Society y Quest Society79 y se hizo amigo en aquel momento del teósofo británico y erudito independiente G. R. S. Mead (1863-1933), fundador de Quest Society, con quien intercambió una serie de cartas.80 Lo más notable es que el hijo de Gaster recordaba en sus memorias “las visitas regulares de G. R. S. Mead, el erudito gnóstico, y cómo, hacia el final de su vida, se dedicó fuertemente a la investigación psíquica e incluso engatusó a mi padre para que asistiera a un par de sesiones de espiritismo” antes que Gaster se involucrara públicamente por primera vez con el espiritismo, pronunciando un discurso ampliamente difundido ante la JSPR sobre “El aspecto espiritista de la vida, según la enseñanza judía”.82 En su conferencia, resumida en la prensa judía, tanto en Inglaterra como en América del Norte así como en varios periódicos espiritistas, proclamó a los espiritistas anglo-judíos de la JSPR que “desde el punto de vista estrictamente ortodoxo... Fue una idea equivocada que sus investigaciones iban más allá de la esfera tradicional y adecuada del judaísmo” en el Jewish Chronicle.84 Reconociendo la oportunidad de propaganda que se le había brindado, Barbanell promovió enérgicamente el respaldo de Gaster a la investigación espiritista, publicando un titular en Psychic News que decía: “El judaísmo de nuestro lado: la mediumnidad admitida por Brave Rabbi.85 Pero eso no fue todo.
Menos de dos meses después, la primera página de Psychic News estaba dominada por el titular “El rabino más valiente de la judería: Un gran erudito avala una fotografía espiritual”.86 Se supo que Gaster había realizado una sesión de espiritismo el 10 de julio de 1932 en su casa de Maida Vale con el prometedor médium y fotógrafo espírita judío John Myers (que falleció en 1972). Myers, cuyo suegro era un rabino ortodoxo, ganó fama en los círculos espiritistas ese año por una serie de fotografías de espíritus que presuntamente produjo.87 La sesión se menciona en una carta, firmada en conjuntamente con Gaster y publicada en Psychic News, del destacado erudito de manuscritos judíos Morris Lutzki (1895–1976), que entonces trabajaba en la biblioteca de Gaster. Dos fotografías recortadas de la sesión, publicadas en Psychic News, muestran a Gaster sentado en su solárium; en la segunda fotografía, su rostro está oscurecido por dos figuras identificadas por los presentes como los espíritus de Benjamin Disraeli y el padre de Dora E. Blumenthal, la fundadora de la JSPR.88 En una entrevista con Barbanell después de la sesión, se dice que Gaster había expresado plena confianza en la autenticidad de la mediumnidad de Myers y que dado su permiso para publicar su propia fotografía espiritual. Si bien se esforzó por enfatizar que no aceptaba todas las afirmaciones del espiritismo, reveló que tenía “gran estima por la Sra. Blumenthal”, con quien dijo que hablaban a menudo sobre espiritismo.89 Blumenthal, “creía haber haber alcanzado un alto nivel de desarrollo psíquico y de tener un estrecho contacto con el mundo espiritual”. En cuanto a la prohibición bíblica de comunicarse con los espíritus de los muertos, afirmó Gaster, esto se refería únicamente al uso de cadáveres para ritos mágicos. Al reflexionar sobre el significado de la sesión de Gaster con Myers, Barbanell declaró a los lectores de Psychic News que “miles de judíos, con sus mentes serias, penetrantes e inquisitivas, pronto comenzarán un examen del espiritismo, ayudados por las valientes declaraciones del Dr. Gaster”. 90
Los espiritistas anglo-judíos incorporaron muchos elementos judíos en su práctica espiritista. Un escritor que visitó una sesión celebrada por Ann Novak bajo los auspicios de la Sociedad Espiritualista Judía de Londres escribió que los presentes “abrían y cerraban el círculo con oraciones en hebreo y que se esperaba que todos los asistentes masculinos usasen sus sombreros durante las oraciones”.95 Las reuniones del JSPR a menudo se abrían con las recitaciones del Kaddish del doliente, la oración tradicional judía que se pronuncia en honor del difunto.96
Más allá de la inclusión del ritual judío, muchos espiritistas anglo-judíos, como hemos visto, buscaron en el espiritismo un camino hacia la renovación religiosa judía. El NJSS abogó por el espiritismo entre los judíos del East End para que, en parte, “obtuvieran una concepción mejor y más verdadera de su creencia judaica” ya que “la enseñanza espiritista ayudará a unirlos más espiritualmente a su maravillosa fe”.97 Sentimientos similares expresaron los miembros fundadores de la JSPR, quienes esperaban que su búsqueda por el espiritismo y la investigación psíquica, en las palabras que les dirigió Conan Doyle, “hagan de la religión algo vivo”. En esto, sus objetivos se parecían mucho a los de los teósofos judíos (muchos de los cuales también formaban parte de la JSPR) y otros judíos de movimientos esotéricos del período de entreguerras.98 Al igual que el espiritismo británico en general, el espiritismo anglojudío declinó rápidamente con el estallido de la Segunda Guerra Mundial y no logró restablecerse firmemente en la posguerra.99 La historia del espiritismo anglo-judío de entreguerras habla de un mejor momento en el que se encontraba la judería británica en los años anteriores a 1939. En una encrucijada entre la tradición y la modernidad, los judíos de Inglaterra se estaban aculturando rápidamente en la sociedad británica en un momento en que el espiritismo alcanzaba gran popularidad. Adoptar el espiritismo, entonces, fue una expresión de anglicización en muchos sentidos. A medida que decaía la observancia religiosa, el espiritismo ofreció a los judíos escépticos una formulación más moderna de las creencias tradicionales sobre el alma y el más allá. Además, al adoptar el judaísmo como el espiritismo, los espiritistas anglo-judíos esperaban revitalizar lo que muchos veían como una vida religiosa judía cada vez más decadente. Aunque muchos en la comunidad judía criticaron el giro hacia el espiritismo, los espiritistas anglo-judíos rechazaron toda noción de que el espiritismo fuera incompatible con el judaísmo, argumentando, por el contrario, que “ninguna religión podría ser más espiritual que la nuestra”.
REFERENCIAS Y NOTAS AL PIE
1 “Jewish Society for Psychical Research: Inaugural Meeting”, Jewish Chronicle (a partir de aquí, JC), 26 Julio 1929, p. 23; “A naye khevre ‘Or Yisroel’ in London: der gloyben in spiritualizm”, Lubliner togblat, 13 Sept. 1929, 6; “The Jewish Society for Psychic Research: A New Society Launched”, Light, 10 Aug. 1929, 380; “Jewish Society Inaugurated”, The Two Worlds, 9 Aug. 1929, 508.
2 “Jewish Society Inaugurated” Sobre las actividades espiritistas de Conan Doyle, ver Arthur Conan Doyle, The Wanderings of a Spiritualist (New York: George H. Doran, 1921).
3 Sobre la judería británica de entreguerras, ver David Dee, The “Estranged” Generation? Social and Generational Change in Interwar British Jewry (London: Palgrave MacMillan, 2017); Todd Endelman, The Jews of Britain, 1656 to 2000 (Berkeley, Los Angeles, and London: University of California Press, 2002), pp. 183–226.
4 See Jenny Hazelgrove, Spiritualism and British Society Between the Wars (Manchester and New York: Manchester University Press, 2000), p. 23.
5 Para historias generales del espiritismo, ver entre otros a Frank Podmore, Modern Spiritualism: A History and a Criticism, 2 vols. (London: Methuen & Co., 1902); R. Laurence Moore, In Search of White Crows: Spiritualism, Parapsychology, and American Culture (New York: Oxford University Press, 1977); John Patrick Devaney, “Spiritualism”, in Dictionary of Gnosis & Western Esotericism, ed. Wouter J. Hanegraaff (Leiden and Boston: Brill, 2006), 1074–1082; Catherine L. Albanese, A Republic of Mind and Spirit: A Cultural History of American Metaphysical Religion (New Haven and London: Yale University Press, 2007), pp. 177–253.
6 See Janet Oppenheim, The Other World: Spiritualism and Psychical Research in England, 1850–1914 (Cambridge: Cambridge University Press, 1985); Alex Owen, The Darkened Room: Women, Power, and Spiritualism in Late Victorian England (Philadelphia: University of Pennsylvania Press, 1990).
7 Geoffrey K. Nelson, Spiritualism and Society (London: Routledge & Kegan Paul, 1969), 161; para narrativas del espiritismo británico de entreguerras, 155–62; Hazelgrove, Spiritualism and British Society. 8 Jay Winter, Sites of Memory, Sites of Mourning: The Great War in European Cultural History (Cambridge: Cambridge University Press, 1995), 54–77.
8 Jay Winter, Sites of Memory, Sites of Mourning: The Great War in European Cultural History (Cambridge: Cambridge University Press, 1995), pp. 54–77.
9 Nelson, Spiritualism and Society, 161.
10 Hazelgrove, Spiritualism and British Society, 16; Elizabeth R. Valentine, “Institutionalisation and the History of Psychical Research in Great Britain in the 20th Century”, in Okkultismus im Gehäuse Institutionalisierungen der Parapsychologie im 20. Jahrhundert im internationalen Vergleich, ed. Anna Lux and Sylvia Paletschek (Berlin: De Gruyter, 2016), 133–48. On the Society for Psychical Research, ver Alan Gauld, The Founders of Psychical Research (New York: Schocken Books, 1968).
11 Dee, “Estranged” Generation?, 149–52.
12 Para relatos del “East End” judío, véase William J. Fishman, East End Jewish Radicals: 1875–1914 (London: Duckworth, 1975); J. Green, A Social History of the Jewish East End in London, 1914–1939 (Lewiston, Queenston, and Lampeter: Edwin Mellen Press, 1991); Ed Glinert, East End Chronicles (London: Allen Lane, 2005), 122–47. Sobre esta ola de inmigración, ver Endelman, Jews of Britain, 127–80.
13 Sobre el naciente espiritismo judío del siglo XIX en Europa del Este, ver J. H. Chajes, “Entzauberung and Jewish Modernity: On ‘Magic’, Enlightenment, and Faith”, Simon Dubnow Institute Yearbook 6 (2007): 191–200; Isaac Ewen, “A Seance in the Shtetl, translated and introduced by Sam Glauber-Zimra”, The Barnacle Goose 2 (2021), 30–33.
14 “Formation of a Jewish Spiritualist Society”, The Two Worlds, 18 April 1919, p. 127; “Formation of Jewish Spiritualist Society”, Light, 25 April 1919, p. 135.
15 Maurice Blanstein, “A Good Clairvoyant Description”, The Two Worlds, 18 Feb. 1921, p. 77; “Death of a Jewish Spiritualist”, The Two Worlds, 31 March 1933, p. 254; Maurice Barbanell, “An Atheist has his Psychic Career foretold”, Psychic News, 13 March 1937, p. 5; Barbanell, “Jewish Spiritualist Pioneer passes on”, Psychic News, 10 June 1939, p. 5; Henry Sanders, “In London’s East End”, Psychic News, 17 June 1939, p. 11. Maurice Blaustein más tarde se involucró en el JSPR.
16 “Formation of a Jewish Spiritualist Society”; “The International Congress”, The Two Worlds, 14 July 1922, 322. On Pugh’s activities, see Nelson, Spiritualism and Society, 157. 17 T. Blaustein, Spiritualizm: meynungen, fakten un erklerungen (London: Fraynd, 1925). El primer libro en yiddish sobre espiritismo, A. Almi’s Di tsveyte ekzistenz, apareció en Nueva York en 1921.
17 T. Blaustein, Spiritualizm: MMeynungen, fakten un erklerungen (London: Fraynd, 1925). El primer libro en Yiddish sobre spiritismo Di tsveyte ekzistenz de A. Almi, se publicó en New York in 1921.
18 “From the Lighthouse Window”, Light, 5 Nov. 1921, p. 717.
19 Sobre Lodge, ver James Mussell and Graeme Gooday, eds., A Pioneer of Connection: Recovering the Life and Work of Oliver Lodge (Pittsburgh, PA: University of Pittsburgh Press, 2020) . 20 Blaustein, Spiritualizm, 17–18, 26. On Karo and his magid, ver R. J. Zwi Werblowsky, Joseph Karo: Lawyer and Mystic (Oxford: Oxford University Press, 1962).
21 Blaustein, Spiritualizm, p. 13.
22 Isaac Stone (Der Zokn), “Unzer lebn nokh’n toyt, oder hashares hanefesh: interesanter iberblik iber professor Bergson’s filozofya”, Rashe Alfe Yisrael, 1 (1915), 41–57; Stone, “Neshome’s unshterblikhkayt un menshens eybige perzenlikhkayt: di shita fun sir Oliver Lodzsh”, Rashe Alfe Yisrael 2 (1916): 21–6. On Stone, see Leksikon fun der nayer yiddisher literatur, vol. 6 (New York: Congress for Jewish Culture, 1965), 375–377. Rashe Alfe Yisrael fue editado por el Rabbi Joseph Shapotshnik (1882–1937), una figura controvertida del “East End” y autoproclamado rabino principal que ganó notoriedad en los círculos religiosos; ver Harry Rabinowicz, A World Apart: The Story of the Chasidim in Britain (London and Portland, OR: Vallentine Mitchell, 1997), 56–66.
23 Henry Sanders, “The Activities of the National Jewish Spiritualist Society”, The Two Worlds, 2 Feb. 1921, 51–52.
24 “Maurice Barbanell’s Huge Contribution to Spiritualism”, Psychic News, n.d., https://www.psychicnews.org.uk/articles/contribution-spiritualism (23 May 2021); “How Dare a Jew be a Spiritualist! Some Credulous Ideas about ‘Divine Protection’”, Psychic News, 22 June 1935, p. 9.
25 “Sir A. Conan Doyle at the People’s Palace”, The Two Worlds, 10 Jan. 1922, 29.
26 “The Jews and Spiritualism”, The Two Worlds, 17 Feb. 1922, 81.
27 Ver “Correspondence Epitomised: Jews and Spiritualism”, JC, 21 June 1929, 34.
28 Para conocer las ubicaciones del centro espiritista judío, consulte los anuncios en The Two Worlds, 18 April 1930, 256; 10 June 1932, 384. Sobre Novak, ver “Spiritualism among the Jews: Medium’s Brave Fight in London’s East End”, Psychic News, 23 Junio 1934, 3; “She tells how she is controlled: A Medium describes her Sensations”, Psychic News, 22 Feb. 1936, 8; “Praise for Mrs. Novak”, Psychic News, 5 Sept. 1936, 11; “Mrs. Novak: Tribute”, Psychic News, 28 Aug. 1937, 11. Sobre psicometría, ver Wouter J. Hanegraaff, “The Theosophical Imagination”, Correspondences: Journal for the Study of Esotericism 5 (2017): pp. 3–39.
29 Ver The Two Worlds, 21 Feb. 1930, p. 127.
30 “Spiritualism is spreading among the Jews: Dirigido por los Maestros Hebreros Fallecidos Psychic News, 8 Mayo 1937, p. 5; Barbanell, “Jewish Spiritualist Pioneer.”
31 Acerca de JC, ver The Jewish Chronicle 1841–1941: A Century of Newspaper History (London: Jewish Chronicle, 1949); David Cesarani, The Jewish Chronicle and Anglo-Jewry, 1841–1991 (Cambridge: Cambridge University Press, 1994).
32 Cesarani, Jewish Chronicle, p. 133.
33 “Correspondence Epitomised: Spiritualism”, JC, 25 Enero 1929, p. 12.
34 Estas letras se encuentran como “Correspondence Epitomised: Spiritualism”, JC, todas 1929, 1 Feb., 14; 8 Feb., 11; 15 Feb., 9; 1 Marzo, 11; 8 Marzo, 11; 22 Mar Marzo, 12; 5 Abril, 14; 12 Abril, 20.
35 “Jews and Spiritualism”, JC, 8 Feb. 1929, 7.
36 “Correspondence Epitomised: Spiritualism”, JC, 22 Marzo 1929, 12.
37 Ibid., 15 Feb. 1929, p. 9.
38 Regina M. Bloch, The Confessions of Inayat Khan (London: Sufi Publishing Society, 1915); “Jews and Spiritualism”, JC, 7 June 1929, 12. Bloch también fue subeditora de The Sufi: A Quarterly Magazine in 1915–20. Sobre las actividades de Bloch, ver “Jews and Theosophists: From Miss R. M. Bloch”, JC, 9 Marzo 1928, 28; “Obituary: Miss R. M. Bloch”, JC, 4 March 1938, 12.
39 “The Jewish Society for Psychic Research: A New Society Launched”, Light, 10 Aug. 1929, 380.
40 Ver James R. Lewis, “How Religions appeal to the Authority of Science”, en Handbook of Religious Authority and Science, ed. James R. Lewis and Olav Hammer (Leiden and Boston: Brill, 2010), 23–40. Sobre las tendencias religiosas de los judíos británicos de entreguerras, ver Dee, “Estranged” Generation?, 149–204.
41 “Jewish Society for Psychical Research”; “Jewish Psychical Research”, The Two Worlds, 15 Nov. 1929, 730; “Gan Eden”, el Jardín del Edén bíblico, es un término tradicional para “morada celestial.”
42 Para un estudio inigualable del espiritismo como religión, ver George Lawton, The Drama of Life after Death: A Study of the Spiritualist Religion (New York: Henry Holt, 1932).
43 “Jewish Society for Psychical Research”.
44 Leonard Bosman, The Mysteries of the Qabbalah (London: Dharma Press, 1913); Bosman, The Music of the Spheres, or, Cosmic Harmony: An Occult Revelation (London: Dharma Press, 1914); Bosman, A Plea for Judaism (Adyar, India: Association of Hebrew Theosophists, 1926). On Bosman, ver R. A. Gilbert, “Introduction”, en Leonard Bosman, The Meaning and Philosophy of Numbers (Berwick, ME: Ibis Press, 2005), viii; Boaz Huss, “‘Qabbalah, the Theos-Sophia of the Jews’: Jewish Theosophists and their Perceptions of Kabbalah”, in Theosophical Appropriations: Esotericism, Kabbalah, and the Transformation of Traditions, ed. Julie Chajes and Boaz Huss (Beer Sheva: Ben Gurion University of the Negev Press, 2016), 137–66; Huss, “‘To Study Judaism in Light of Theosophy and Theosophy in the Light of Judaism’: The Association of Hebrew Theosophists and its Missions to the Jews and Gentiles”, en Theosophy Across Boundaries: Transcultural and Interdisciplinary Perspectives on a Modern Esoteric Movement, ed. Hans Martin Kramer and Julian Strube (Albany: State University of New York Press, 2021), 253–278.
45 “Jewish Society for Psychical Research: Inaugural Meeting”.
47 See Dee, “Estranged” Generation?, 149–152.
48 “Jewish Society Inaugurated”, The Two Worlds, 9 Ago. 1929, p. 508; “Jewish Society for Psychical Research”.
49 “Jewish Psychical Research”. En una carta de 1929 a Moses Gaster, Blumenthal hizo referencia al “glorioso objetivo del JSPR, el comienzo de la reconstrucción del Templo”. Gaster Papers, UCL Special Collections, London, 47/177.
50 “Jewish Researchers discuss the Aura”, The Two Worlds, 13 Dic. 1929, p. 791.
51 “Jewish Society for Psychical Research: Inaugural Meeting”; “Jewish Society for Psychic Research”, Jewish Guardian, 26 July 1929, 11; “Form Jewish Society for Psychic Research”, Jewish Daily Bulletin (New York), 2 Aug. 1929, 8; “Une societe juive de recherches”, Israël (Cairo), 16 Aug. 1929, 3; “A naye khevre ‘Or Yisroel’ en Londres”; ver “International Notes”, Psychic Research: The Journal of the American Society for Psychical Research 23, No. 10 (Oct. 1929), p. 563.
52 El corresponsal del Lubliner togblat consideró el nombre “resonante” (klingendigen).
53 La revista de la American SPR expresó confusión en cuanto a por qué una organización espiritista se llamaría a sí misma una “sociedad para la investigación psíquica”, mientras que un informe en el Neues Wiener Journal, 24 de febrero de 1930, p. 6, se refirió a la organización como la “Sociedad Judía para la Investigación Espiritualista”.
54 Polak era un amigo cercano de Gandhi y partidario del movimiento independentista indio; ver Shimon Lev, “Gandhi and his Jewish Theosophist Supporters in South Africa”, en Chajes y Huss, Theosophical Appropriations, 245–70. Para sus actividades en la JSPR, ver “Jewish Interest in Reincarnation”, The Two Worlds, 22 March 1935, p. 187.
55 Las conferencias de Sarna se publicaron como S. Sarna, My Attitude towards Psychical Research: An Address given before the Jewish Society for Psychic Research (Manchester: Two Worlds Publishing Co., 1932); Sarna, Psychical Research and the Spirit Hypothesis (Manchester: Two Worlds Publishing Co., 1935); Sarna, “Truth in Relation to Survival (Summary of Address given before the Jewish S.P.R.)”, The Two Worlds, 19 June 1936, 389. Respecto a su pertenencia a la British Phrenological Society, ver “Editorial Effervescence”, The Popular Phrenologist 5, No.52 (April 1900): p. 42.
56 This is apparent from Yehuda Amias, “Searching the Beyond: Psychic Research and the Jew”, World Jewry, 12 Oct. 1934, 566–7. Amias era por entonces secretario honorario de la JSPR.
57 Ver Alex Owen, The Place of Enchantment: British Occultism and the Culture of the Modern (Chicago and London: University of Chicago Press, 2004).
58 “Jewish Society for Psychic Research”, JC, 6 Dec. 1929, 12.
59 “Newsy Notes”, The Two Worlds, 3 June 1932, p. 3. Blumenthal en 1933 le escribió al gurú indio Meher Baba describiéndose a sí misma como una “sanadora natural” y declarando que su vida estaba dedicada a “los asuntos de mi Padre Divino”; Avatar Meher Baba http://52.76.1.228/CA_1_7/jaibaba/index.php/Detail/objects/4308
60 La última indicación de la existencia de JSPR que hemos encontrado es un anuncio en Psychic News, 2 Jan. 1937, p. 10.
61 “Spiritualists in a Psychic Play: Jewish Society Stages ‘Outward Bound’”, Psychic News, 3 Feb. 1934, p. 8; “Jewish Researchers discuss the Aura”.
62 “Jews and Psychical Research: A steadily increasing Society”, JC, 18 Jan. 1935, 34. Un artículo en la prensa austríaca de que miles se habían unido a la sociedad a principios de 1930 seguramente es una exageración; “Eine judische Gesselschaft fur Seelenforschung”, Neues Wiener Journal, 24 Feb. 1930, 6.
63 “Spiritualism among the Jews”, The Two Worlds, 4 Apr. 1930, 215.
64 Novak ocasionalmente sirvió como un intermediario para las reuniones de JSPR; ver publicidad en Psychic News, 1 Oct. 1932, 16. Blaustein dió una conferencia en la JSPR, The History of Jewish Spiritualism”, Psychic News, 15 July 1933, p. 12.
65 The Two Worlds, 18 Jan. 1935, 45; 12 July 1935, 457; “Moslem tells the Jews”, Psychic News, 3 Aug. 1935, 6.
66 The Two Worlds, 12 April 1935, 241. Sobre Shastri y sus actividades en la Sociedad Teosófica de China, ver Chuang Chienhui, “Theosophical Movements in Modern China: The Education provided by Theosophists at the Shanghai International Settlement,” en Kramer and Strube, Theosophy across Boundaries, 149–78, esp. 171–2, No. 29.
67 Findlay, cuyo libro más famoso, On the Edge of the Etheric (1931), luego se convirtió en el primer trabajo sobre espiritismo traducido al hebreo, pronunció un discurso, “Survival after Death, scientifically explained”; Psychic News, 13 May 1933, 12. Para la conferencia de Price, ver Psychic News, 30 Dec. 1933, 12.
68 “A Sermon for the Week: The Witch of Endor”, JC, 13 Dic. 1913, pp. 18–19.
69 Dee, “Estranged” Generation?, 149–52.
70 “A Sermon for the Week: Judaism and Spiritualism”, JC, 3 Dic. 1920, p. 15.
71. Revd. M. Bloch, “Spiritualism and the Jew”, JC Supplement, Aug. 1931, iii. Para una respuesta de la JSPR a la acusación de Bloch, ver “Attitude of Judaism to Spiritualism”, Light, 11 Dic. 1931, p. 592.
72 “The Week’s Pulpit”, JC, 9 Feb. 1934, p. 9.
73 William D. Rubinstein, Michael A. Jolles, and Hilary L. Rubinstein, eds., The Palgrave Dictionary of Anglo-Jewish History (New York: Palgrave MacMillan, 2011), 915; John Cowell, Philanthropy, Consensus, and broiges: Managing a Jewish Community: A History of the Southport Jewish Community (Southport: Cazneau Publishing, 2019).
74 Publicado como A. E. Silverstone, Aquila and Onkelos (Manchester: Manchester University Press, 1931).
75 “Jewish Society for Psychical Research”, Light, 29 June 1934, 388; “Jewish Views on Spiritualism: Claims of Communication with Dead”, JC, 9 Dec. 1949, 8.
76 Rabbi Dr. A. E. Silverstone, “The Great Beyond”, JC Supplement, Jan. 1930, i–iii, republicado, con otros ensayos relacionados, en The Great Beyond and Other Essays on Resurrection, Immortality, Spiritualism, and Cognate Matters (London: Arthur H. Stockwell, [1932]).
77 “Newsy Notes: Spiritualism and the Jews”, The Two Worlds, 24 June 1932, p. 407.
78 Simon Rabinovitch, “Jews, Englishmen, and Folklorists: The Scholarship of Joseph Jacobs and Moses Gaster”, in The Jew in Late-Victorian and Edwardian Culture: Between the East End and East Africa, ed. Eitan Bar-Yosef and Nadia Valman (New York: Palgrave Macmillan, 2009), 113–30; Maria Haralambakis, “Representations of Moses Gaster (1856–1939) in Anglophone and Romanian Scholarship”, New Europe College Yearbook 13 (2013): 89–128.
79 Moses Gaster, “A Gnostic Fragment from the Zohar,” The Quest 14 (1923): 452–69; Gaster, “Review of Books: The Mandaean ‘Treasure’. By Mark Lidzbarski”, The Theosophical Review, n.s., 2, no. 4 (April 1926): 222. La Quest Society era una sociedad esotérica para el estudio de la religión y la filosofía fundada en 1909 por G. R. S. Mead tras su salida de la Sociedad Teosófica (anteriormente se había desempeñado como secretario privado de H. P. Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica); ver Joscelyn Godwin, “Mead, George Robert Stowe”, en Hanegraaff, Dictionary, 785–786.
80 Analizado por Boaz Huss, “‘The Quest Universal’: Moses Gaster’s Interest in Kabbalah and Western Esotericism”, Kabbalah: Journal for the Study of Jewish Mystical Texts 40 (2018): 255–66; Huss, “Academic Study of Kabbalah and Occultist Kabbalah”, in Occult Roots of Religious Studies, ed. Yves Muhlematter and Helmut Zander (Oldenbourg: De Gruyter, 2021), 104–131.
81 Theodor Gaster, “Prolegomenon”, en Moses Gaster, Studies and Texts in Folklore, Magic, Medieval Romance, Hebrew Apocrypha and Samaritan Archaeology, 3 vols. (New York: Ktav Publishing, 1971), 1: xxxvii.
82 Los informes sobre la conferencia de Gaster incluyen “Newsy Notes: Spiritualism and the Jews”; “Judaism on our Side: Mediumship admitted by Brave Rabbi”, Psychic News, 4 Junio 1932, 1, 3; “Jews and Spiritualism: Address by Haham Dr. Moses Gaster to Jewish Society for Psychic Research”, JTA Bulletin, 31 May 1932, 8–9; “Dr. Gaster al ha-spiritualismus”, ha-Olam, 2 June 1932, 333; “Judaism and Psychic Research: Address by Haham Dr. Gaster”, JC, 10 June, 1932, 14. Los miembros de la JSPR habían pedido a Gaster que se dirigiera a la sociedad en 1929, sugiriendo que apareciera en un panel con Sir Oliver Lodge; véanse las cartas de Dora Blumenthal a Gaster, Gaster Papers, 12/477 y 47/177.
83 “Judaism and Psychic Research: Address by Haham Dr. Gaster”. Jewish Chronicle. Al reconocer la oportunidad de propaganda que se le había brindado, Barbanell promovió enérgicamente el respaldo de Gaster a la investigación espiritista, publicando un titular en Psychic News que decía “Judaism on our Side: Mediumship admitted by Brave Rabbi”.
84 Ver el anuncio grande en Psychic News con firma “Spiritualism and the Jews: Striking Address by the Very Rev. Dr. Moses Gaster”, JC, 3 June 1932, 29.
85 “Judaism on our Side”. Los informes de Barbanell, intentos no disimulados de promover el espiritismo, son la única fuente de gran parte de las actividades espiritistas de Gaster, lo que exige un cierto grado de cautela por parte de los estudiosos.
86 Maurice Barbanell, “Jewry’s Bravest Rabbi: Great Scholar vouches for a Spirit Photograph”, Psychic News, 23 July 1932, 1, 4. 3 y 4. Dos fotografías de Moses Gaster en una sesión de 1932 con el fotógrafo de espíritus judíos John Myers. En la fotografía de la derecha, Gaster está oscurecido por “extras espirituales” identificados como los espíritus de Benjamin Disraeli y el padre de Dora E. Blumenthal de Mauricio Barbanell, He walks in Two Worlds: The Story of John Myers Psychic Photographer, Healer and Philanthropist (London: Herbert Jenkins, 1964). Courtesy of the Widener Library, Harvard University, Cambridge, Massachusetts.
87 La vida de Myers se trata en Maurice Barbanell, He walks in Two Worlds: The Story of John Myers Psychic Photographer, Healer and Philanthropist (London: Herbert Jenkins, 1964). Sobre la historia de la fotografía de espíritus, ver Simone Natale, Supernatural Entertainments: Victorian Spiritualism and the Rise of Modern Media Culture (University Park, PA: Pennsylvania State University Press, 2016), 135–169.
88 “Jewry’s Bravest Rabbi”. Reproducciones sin recortar de alta calidad de las fotografías aparecen en Barbanell, He walks in Two Worlds, 64–65.
89 Blumenthal a Gaster, 15 Nov. 1929, Gaster Papers, 47/177, describió una reciente sesión de fotografía de espíritus realizada con un medio no judío en la que apareció la imagen de Rashi como un “espíritu extra” en su fotografía.
90 “Jewry’s Bravest Rabbi”; ver Maurice Barbanell, “Famous Rabbi who stood by Spirit Picture passes on”, Psychic News, 11 March 1939, 5. Otro rabino británico (y asociado de Gaster) que participó en sesiones espiritistas fue el cabalista Zev Wolf Tannenbaum (1839-1927); en 1922 publicó Sefer mafte'ah ha-kabbalah (La clave de la Cábala), una interpretación de la Cábala a la luz de la ciencia moderna, que contó con la aprobación del rabino Abraham Isaac Kook. Su filiación como espiritista está atestiguada en Maurice Barbanell, “East End Jewry has a Remarkable Medium”, Psychic News, 26 de noviembre de 1938, p. 3.
91 “All Worlds are One: Seeking the Truth”, Psychic News, 24 Sept. 1932, p. 6.
92 El marcado aumento de espiritistas judíos fue tal que el periodista Hannan Swaffer, un destacado espiritista, “comentó con humor” que “pronto tendremos que formar una rama antisemita del Movimiento Espiritualista”; “Notas de actualidad: el espiritismo y los judíos”.
93 “Form Jewish Society for Psychic Research”; “Jewish Society for Psychic Research: ‘Judaism and Super-Normal Phenomena’”, JC, 23 Enero 1931, p. 30.
94 “‘I have found a Rational Religion at last’: Jew–Agnostic–Spiritualist”, Psychic News, 5 Nov. 1932, 2.
95 “Spiritualism among the Jews”.
96 “Jewish Investigation”, The Two Worlds, 16 May 1930, p. 311; “Jewish Society for Psychical Research”, Light, 27 Nov. 1931, p. 567.
97 “Jews and Spiritualism”.
98 Huss, “To Study Judaism”
99 Nelson, Spiritualism and Society, 162–72. Una sociedad espiritista anglo-judía de la posguerra, la Sociedad Psíquica Judía, funcionó desde 1949 hasta al menos 1954. Un relato del espiritismo anglo-judío de la posguerra, así como las historias más localizadas de la actividad espiritista anglo-judía de entreguerras fuera de Londres, siguen siendo un desiderátum.
* Una versión del presente artículo se publico en Jewish Historical Studies, Vol. 53, 2021, p. 83 https://doi.org/10.14324/111.444.jhs.2022v53.005 Aquí se ilustra con fotos y otros datos complementarios. Traducido del inglés por Mariano Galarza.
|
||||||||||||||||||||
Ensayo |
EXPERIENCIAS DE SUEÑOS INUSUALES DURANTE EL EMBARAZO* Kimberly Mascaro**
Las narraciones de sueños durante el embarazo aparecen muchas experiencias de predecir el sexo del feto. Estos sueños de embarazo pueden estar al servicio tanto del individuo como de su familia. En todas las culturas, más allá del síndrome de couvade,1 las experiencias de los futuros padres también tienen significado, por ejemplo, los sueños de los padres, los sueños de las madres embarazadas y sueños que anuncian la llegada del bebé representan un fenómeno particular durante embarazo: el “sueño de anunciación”. Estos sueños y los sueños de fertilidad o de concepción son episodios oníricos en muchas mujeres embarazadas; sin embargo, también vamos a prestar atención a las experiencias de ambos padres que ocurren en otras partes del mundo.
Existen numerosas semejanzas y diferencias entre los sueños de la mujer embarazada y los de algunos varones antes que las madres den a luz. Algunos son bastante comunes, mientras que otras recuerdan sueños extraordinarios, aunque no todos los sueños de parto y nacimiento indiquen embarazo. Por ejemplo, el 19 de agosto de 2011, yo misma sentí que mi sueño duraba horas y horas. Durante todo el sueño yo estaba embarazada, próxima a la fecha de parto. Casi al final del sueño, comencé mi trabajo de parto, ya que se sentía mayor nivel de sensaciones intensas, pero carentes de dolor. En el sueño, anticipaba un aumento del dolor y entré en modo preparatorio. Quería profundizar más en mí misma, estar en un estado hipnótico relajada en una habitación oscura. Había otros tres presentes, pero sus identidades no estaban claras. No creo que estuviera en un hospital, quizá en casa. Una partera estaba presente junto a otra figura conocida, así que me sentí segura en el sueño. Me desperté de repente y deseé volver a ese sueño, pero ya no pude volver a dormirme.
La mujer continuó y me dijo que “el bebé era tan real y de tamaño casi natural”. Antes de quedar embarazada, recordaba que sus sueños sobre bebés contenían imágenes de bebés pequeños, incluso del tamaño de un guisante. Ella bromeó diciendo que dado que estos sueños tenían lugar durante un embarazo real, el bebé soñado entonces debía ser de tamaño natural. Me dijo que estos sueños la ayudaron a sentirse más conectada con el bebé que crecía dentro de ella.
Las teorías planteadas para explicar por qué los sueños durante el embarazo son diferentes de otros, indican que hay cambios hormonales, posibles cambios en el estilo de vida y patrones de sueño irregulares que explican la singularidad de este tipo de sueños (Maybruck, 1989). Dagan, Lapidot y Eisenstein (2001) propusieron que “la mujer embarazada procesa lo que está viviendo, emocional y cognitivamente, a través de diferentes canales, uno de los cuales es soñar” (p. 19). Hace más de una década, Krippner y sus colegas (2002) sintetizaron la literatura existente sobre los sueños de embarazo revelando que cuando una mujer está embarazada, el contenido de sus sueños refleja cambios sorprendentes respecto a sus sueños antes del embarazo. Investigaciones recientes respaldan esta noción: los sueños de las mujeres embarazadas, de hecho, reflejan los cambios que ocurren en la transición hacia la maternidad (Coo, Milgrom & Trinder, 2014). Sin embargo, no existe una teoría única para explicar el contenido inusual manifiesto de algunos sueños, que consisten típicamente en imágenes de frutas maduras, anfibios, peces o pequeños animales peludos (Knaan-Kostman, 2006; Maybruck, 1986, 1989). Una joven mujer embarazada de su primer hijo de casi siete meses, me dijo recientemente que cuando soñó con su bebé, el bebé aparecía como un tiburón. Este sueño del bebé-tiburón ocurría con frecuencia y la dejaba perpleja.
Stanley Krippner y sus colegas también realizaron uno de los primeros estudios sobre sueños de embarazo a principios de la década del setenta. En este estudio se analizaron treinta y tres sueños de once mujeres embarazadas (tres sueños cada una) (Krippner, Posner, Pomerance & Fischer, 1974). Los hallazgos se publicaron en el Journal of the American Society for Psychosomatic Dentistry and Medicine bajo el título “Una investigación del contenido de los sueños durante el embarazo”. Estos investigadores notaron que “los sueños sugieren un intento por parte del sujeto por mantener un ambiente tranquilo, un intento que no siempre tiene éxito” (p. 120). En comparación con la muestra normativa, las gestantes soñaban más con la actividad física y los ambientes. Además, los investigadores encontraron que el contenido de los sueños de las embarazadas tenía más ira, nuevamente, en comparación con la muestra normativa. Los investigadores (1974) concluyeron afirmando que “el análisis de contenido de sus sueños indica que el proceso de embarazo es saludable para la muestra estudiada” (p. 120).
Predicciones del sexo
Algunos sueños de embarazo contienen un elemento “predictivo”, en particular con respecto al sexo del feto en desarrollo. Una variedad de creencias, métodos y prácticas folclóricas rodean este elemento del embarazo, por ejemplo, hay prácticas folclóricas que son una forma mediante la cual una mujer considera al embarazo o el uso de dispositivos similares a un péndulo suspendido sobre el cuerpo de la mujer para adivinar el sexo del feto. Una práctica es atar con un hilo el anillo de bodas de la mujer, que un amigo o familiar sostiene sobre el abdomen de la mujer embarazada, usándolo como si fuera un péndulo. Esta es una forma de determinar el sexo del bebé. Mi madre me contó una historia sobre cuando estaba embarazada de mí o de mi hermana, me dijo: “Bueno, en mi época, era común que una mujer embarazada se acostara boca arriba con otra persona allí para sostener el anillo de bodas sujeto a un hilo, por encima de la mujer embarazada. Si giraba en círculo de un lado al otro; esto dirá si es un niño o una niña”. Mi madre no podía recordar qué significaba el giro del anillo en comparación con el movimiento en línea. Un movimiento indica niño y el otro, niña. “Fue hace demasiado tiempo”, me dijo.
Los sueños son otra vía a través de la cual una mujer embarazada puede descubrir el sexo del bebé que está esperando, como lo demuestra el siguiente estudio: Perry, DiPietro y Costigan (1999) reclutaron a 104 mujeres de un importante hospital universitario en Baltimore: las mujeres tenían dieciocho semanas o más de embarazo y no sabían el sexo de sus fetos. Más de la mitad de las participantes se identificaron como afrodescendientes (57 %) y las participantes restantes se identificaron como caucásicas (37%) y otras (6%). La edad promedio de las madres era de 27,3 años. Los investigadores administraron cuestionarios para explorar las predicciones de sexo y los fundamentos para tales predicciones pero los resultados de este estudio mostraron que estas predicciones eran pobres en general: sin embargo, entre las que eran más educadas (más de doce años) el 71% predijo correctamente el sexo, mientras que las que tenían menos educación sólo el 43% hicieron predicciones correctas. El grupo con más educación, especialmente aquellas con títulos universitarios de cuatro años, la predicción tendía a ser más alta. Además, se encontraron aciertos entre quienes hacían pronósticos basados en criterios psicológicos, como un sueño o impresiones en general, a diferencia de quienes utilizaban métodos folklóricos. Ocho de las participantes bien educadas hicieron predicciones del sexo a partir de un sueño, y todas acertaron en su predicción. Perry y sus colegas (1999) afirmaron: “No sabemos cómo explicar una diferencia basada en la educación para un tema que no está directamente relacionada con el logro educativo” (p. 176). Especularon que las mujeres en el grupo menos educado (no más allá de la escuela secundaria) le dan al tema “el mismo grado de importancia” que el grupo más educado (Perry et al., 1999, p. 176) y parecía más probable que permitieran el sexo preferentemente para influir en sus predicciones. Perry et al. (1999) sugirieron que las predicciones del sexo de las madres podían contribuir al vínculo entre la madre y el hijo.
Independientemente de si estas predicciones son o no precisas, las mujeres a través del tiempo y el lugar sueñan con el sexo del bebé durante sus embarazos y, a veces, antes de la concepción. Estos sueños además dejan a muchas mujeres con una sensación de convicción. Una mujer de treinta y tres años, reconociendo este saber interno, escribió que “en mis embarazos anteriores siempre soñaba con el sexo de mis hijos y los sueños siempre eran correctos”.
Resolución de Problemas Relacionados con el Embarazo
Cuando una mujer está embarazada, sus sueños pueden representar una variedad de temas psicológicos internos no resueltos, conflictos sobre el embarazo o el dilema de convertirse en madre (Winget & Kapp, 1972). Durante el quinto mes, una mujer de treinta y ocho años me dijo que el bebé de sus sueños “nació sin extremidades, sin ojos, siempre con algún tipo de deformidad horrible causada por las elecciones sobre lo que ella comía, bebía o pensaba”. ¿Podrían de alguna manera ser útiles esas imágenes? El estudio de Winget y Kapp (1972) investigó la relación entre el contenido de los sueños durante el embarazo y la duración del parto. Ambos autores examinaron los sueños de setenta mujeres, de quince a veintiséis años, en el tercer trimestre de su primer embarazo. Las participantes fueron reclutadas en servicios de neonatología, estaban sanas y eran de clase baja a media-baja, el 75% era afrodescendiente y el 67% no estaba casada. Los investigadores agruparon a las participantes en tres tipos: el Grupo 1 tenía 31 mujeres que dieron a luz en menos de diez horas; el grupo 2 también tenía 31 mujeres que dieron a luz entre diez y veinte horas; el grupo 3 tenía a 8 mujeres cuyo trabajo de parto duró más de veinte horas, lo que se consideró un parto prolongado. Winget y Kapp (1972) encontraron que “las mujeres embarazadas para quienes los temas de ansiedad y amenaza no aparecen en sus sueños, tienen más probabilidades de pasar por un parto prolongado debido a una acción uterina ineficiente en comparación con sus contrapartes cuyos sueños contienen ansiedad y amenaza” (p. 317). Curiosamente, aquellas mujeres con trabajos de parto más breves (Grupo 1, menos de diez horas) tenían sueños que contenían altos niveles de ansiedad y amenaza. Winget y Kapp (1972) interpretaron sus hallazgos en el sentido de que soñar funciona como un mecanismo de adaptación; en este caso, como mecanismo de afrontamiento del embarazo.
En su tesis de doctorado, Kostman (2006) analizó el contenido de los diarios de sueño de 41 mujeres embarazadas, entre 21 a 43 años, a lo largo de su gestación temprana, media y tardía, para explorar los sueños como una vía para trabajar a través del conflicto, ya que se piensa en el embarazo como un momento de transición. Un aspecto del estudio utilizó el método del Tema Relacional Conflictivo Central (Core Conflictual Relational Theme o CCRT). El CCRT es una lista de los patrones frecuentes, intensos y generalizados de un deseo, respuesta de otros y una respuesta propia, y se usa para medir y representar patrones en las relaciones de una persona. Dos jueces calificaron la frecuencia de estos tres episodios relacionales y encontraron patrones de tolerancia que indicaban un leve aumento de temas agresivos.
|
Ensayo |
IRMA MAGGI (1882 - 1972): UNA PSÍQUICA ARGENTINA DE EXCEPCIÓN*
Jorge Villanueva***
Los denominados médiums, dotados o psíquicos constituyen un elemento indispensable en toda experimentación relacionada a la fenomenología paranormal. Desde el inicio de la investigación psíquica hasta nuestros días han sido estudiados intensamente por parte de calificados científicos e investigadores, tales como Eusapia Palladino, Leonore Piper, los hermanos Willy y Rudy Schneider, Pascal Forthuny, entre otros, fueron minuciosamente examinados durante los experimentos llevados a cabo por científicos de la talla de F.W.H. Myers, Eugene Osty, Gustave Geley, y Charles Richet, por citar algunos de los cuales comprobaron las extraordinarias dotes de estos sensitivos, y aún más cercanos en el tiempo, psíquicos como Ingo Swann o Gerard Croiset, quienes estuvieron bajo la atenta observación de Gertrude Schmeidler y W.H.C.Tenhaeff, respectivamente. Sería extensa la lista de nombres, tanto de psíquicos como de investigadores en cuanto a este tema, ya que tales estudios son parte esencial en la historia de la experimentación parapsicológica. En la Argentina, existieron dotados con notables capacidades extrasensoriales, (por ej. Osvaldo Fidanza, María Amanda Ravagnan, Ronald Warburton, Ricardo Marchessini y Federico Poletti) son solo algunos de los nombres que exhibieron tales aptitudes. La mayoría de ellos fueron fiscalizados científicamente por brillantes investigadores, entre ellos, José S. Fernández, J.Ricardo Musso y Eduardo del Ponte (Parra, 1990).
Una de las figuras más recordada es Irma Maggi. Nacida en Italia en 1882, desde muy joven puso de manifiesto su sensibilidad paranormal, manifestando fenómenos extrasensoriales. Durante su niñez, la muerte de su madre provocó un trastorno emocional, siendo tal vez este hecho, el detonante de sus capacidades extrasensoriales, como ocurre con cierto número de psíquicos. En la Italia de 1922 conoció al psiquiatra Ferdinando Cazzamalli, director del Hospicio de la Ciudad de Como, buscando desarrollar sus facultades latentes. Respecto a esos trabajos, transcribía el David Efrón en el diario Le Matin de Paris declaraciones del médico Lasareff, quien había publicado en 1923 una Memoria a la Academia de Ciencias de su país con el objeto de demostrar que el cerebro humano emite radiaciones. Utilizando una Cabina de Faraday perfeccionada, el doctor Cazzamalli se servía para sus experimentos con individuos hipnotizables, particularmente con una señorita italiana, Irma Maggi, celebrada por sus facultades de clarividencia (Maggi, 1964, p. 65). Acerca de este mismo hecho, expresó Cazzamalli:
Irma Maggi fue invitada a dar cuenta de sus habilidades a pedido del neurólogo y psiquiatra italiano Enrico Morselli en la revista médica Cuadernos de Psiquiatría. Otros investigadores, como Cayetano Boschi, Eugene Osty, director del Instituto Metapsíquico Internacional de Paris y S. de Santis de la Universidad de Roma, estimularon a Maggi seguir sus estudios. Diversos medios de difusión por entonces hicieron eco de sus aptitudes, uno de estos L'Arengo, de marzo de 1924, trascribe en los siguientes términos una psicometría llevada a cabo por Maggi:
Irma Maggi arribó a Argentina en 1927. Debido a su renombre en Italia, no tarda en conectarse con los investigadores psíquicos, formándose una sociedad la cual llevó el nombre de Sociedad Psikesophia. Fue asimismo invitada por las más conocidas familias de nuestro país y en esas reuniones demostraba sus habilidades. Maggi agrupó a diversos profesionales con el propósito de realizar numerosas experiencias: combinaba con integrantes de ese grupo el día y la hora en que se llevaría a cabo tal experiencia.
La gente, el público que no sabe, que no quiere saber, y que quiere anular las cosas que no puede comprender, viene a nosotros para que le hagamos ver el milagro, y esperan en la parte infantil de su inteligencia, encontrar la nulidad de nuestros estudios para poder proclamar absurdos todos nuestros esfuerzos, porque para ellos, en su mezquino entendimiento, estos son fenómenos llamativos y por ello echan sobre nosotros la censura y a veces el ridículo. No pueden convencerse, porque en ellos mismos no hay la preparación necesaria para comprender o por lo menos la humildad para admitir que fuera de la lógica esta la intuición o la maravillosa evolución del alma.En las Memorias de dichas experiencias (Psikesophia, 1929-1935), extraemos una experiencia donde recibe una perla de un collar para lectura psicométrica. Maggi expresa como conclusión de sus impresiones: Vida tronchada, vida que tuvo gratos momentos de celebridad, aún se diría de gloria; pero luego se produjo en esa vida como una oscuridad, como si todo se cerrara a su alrededor, porque el divino ritmo sonoro que era su gloria y su placer no pudo ya penetrar en su alma, endulzándola. Algo de trágico y de tremendo, y que se despedazó en el vertiginoso correr de un vehículo de hierro; sangre, dolor, muerte. Un carácter y una línea magnífica de altruismo, de bondad y belleza. Adoro el arte, que la besó en la frente, pero luego imperó dentro de su corazón la amargura, el sueño se disipó y al final el horrendo desastre que tronchó su vida, malogrando todo lo que había de bueno y de bello en ella. Los ojos, que habían llorado tanto, se cerraron en el horror de la muerte, para abrirse una esfera de luz para su alma, para su atribulado corazón, que tanto sufrió. El collar pertenecía a una eximia pianista que llevaba puesto al ser arrollada por un tren, en la estación ferroviaria de Belgrano en Buenos Aires. Vivió para su arte y todas sus amarguras y tristezas provenían de los últimos años que precedieron a su trágica muerte; ella había ido perdiendo el sentido auditivo y esa sordera progresiva la sumía en una gran angustia. De ahí el acierto de Maggi al decir: “... una oscuridad se hizo dentro de ella porque el ritmo sonoro que era su gloria no podía seguir llegando a su alma endulzándola” (p. 18). La revista Constancia de la sociedad espírita del mismo nombre, publicó varios artículos acerca de Irma Maggi a quien calificaba como “una médium [como católica rechazaba el espiritismo], vidente de excelentes cualidades sensitivas, nos ha revelado que veía formarse, durante la realización de esos experimentos, sobre la cabeza de la vidente, a una altura de diez centímetros y perpendicularmente, un largo tubo fluídico – algo así como un telescopio – surcado longitudinalmente por una cantidad incalculable de hilos luminosos (¿Sería la conexión de las radiaciones por ultrafrecuencia que aparecen sin solución de continuidad como si fueran hilos reunidos, pero distintos colores predominando el dorado?)” ([Anónimo], 1933). Es interesante recordar aquí como ella se encontraba respecto a su estado psicofísico en momentos de producir actividad extrasensorial. En una autobiografía, describe:
En 1932, Irma Maggi viaja a Brasil, donde permanece varios años. En un artículo aparecido en el diario Correo Da Noite de Río de Janeiro, es presentada como “La Sacerdotisa Italiana” debido a sus sorprendentes vaticinios y a sus notables aciertos como psicómetra.
En 1953 busca un medio de expresión que le permita salir de un momento de gran abatimiento dedicándose a la pintura, donde llega a exponer algunos de sus cuadros en la prestigiosa galería Witcomb de arte pictórico. Uno de los más importantes artistas argentinos, Benito Quinquela Martín, elogió su labor artística, diciendo: “Usted ha encontrado lo que nadie hasta ahora, ha dado forma al color.” (Maggi, 1964, p. 18). Después de 35 años retorna a Italia, donde la TV italiana presenta en TV algunos experimentos realizados.
REFERENCIAS
[Anónimo] (1933). Psicometrías de Ilma Maggi. Constancia, No. 2385, 258-259.
Maggi, I. (1964). Meditación, Silencio y Luz. Edición del autor.
Osty, E. (n/d [circa 1928]). Una facultad de conocimiento supranormal: Pascal Forthuny. Aguilar.
* El artículo se publicó originalmente en la Revista Argentina de Psicología Paranormal. Vol. 3, No.4, 1992, pp. 62-68.
|
Revista de libros | Por Jorge Villanueva |
ESPIRITO SANTO, Diana & HUNTER, Jack (Eds) (2021). Mattering the Invisible: Technologies, bodies and the realm of the spectral. New York, NY: Berghahn. ISBN: 978-1-80073-066-3. Pp. 266. Los antropólogos Diana Espírito Santo, que actualmente se desempeña como profesora asociada en la Pontificia Universidad Católica de Chile, junto a Jack Hunter, unieron esfuerzos para producir una obra integrada por un consorcio de escritores anglo- e hispano-parlantes de gran calidad titulada Mattering the Invisible [Materializando lo invisible]. La obra es una forma elegante de dar cuerpo a un conjunto de datos, investigaciones y búsquedas relacionadas con el quehacer de médiums, cazafantasmas y transcomunicadores que ponen en evidencia la ontología de fuerzas e inteligencias desencarnadas con una lupa puesta para interpretar las evidencias al ojo inquisitivo (pero tolerante) del antropólogo. Los autores son investigadores con “mente abierta” en tales problemáticas que incluyen el interés por lo sobrenatural, analizado mediante el método etnográfico, de modo que permita analizar en profundidad la naturaleza de las afirmaciones acerca de la posible supervivencia después de la muerte en la voz de sus defensores. Por ejemplo, Diana ha trabajado y publicado acerca de la experiencia de posesión e incorporación del espiritismo afrocubano y la Umbanda brasilera de ascendencia africana y Hunter es investigador asociado en el Religious Experience Research Centre y el Sophia Centre para el estudio de la cosmología en la cultura de la Universidad de Gales. Hemos revisado algunos de sus libros en previos números del E-Boletin Psi, por ejemplo Manifesting Spirits (2020), Spirits, Gods and Magic (2020), y Engaging the Anomalous (2018), entre otros.
La obra se divide en tres partes; la primera focalizada en la “semántica corporal”, esto es, el cuerpo como criterio para probar las formas de mediumnidad espiritista y religiosa, que incluye a cuatro autores: Hunter, Algranti, Huwelmeier y Panagiotopoulos. Aquí se explora el aspecto metafórico y somático de la invisibilidad, que reconoce diferentes “diseños” que afectan las relaciones de las personas con lo material y lo paranormal. La segunda parte, “En el orden del sonido, la vista y la medición”, los editores demuestran la necesidad de registrar lo invisible a través de medios audio-visuales e incluye a tres autores Espíritu Santo, Voss y Lathrop-Ligueros. La tercera, “Importancia de Poderes Invisibles”, los editores nuclean a tres autores, Taddei, Dippel y Blanes, quienes analizan los procesos conceptuales y materiales involucrados en el sentir o percibir algo; un lenguaje por el cual ese “otro” surge dentro de un marco de referencia particular. El lema de esta sección es que, aunque la ciencia es un marco apropiado, éste es bien intercambiable, flexible y poroso para abordar el clima o el contexto en donde estos fenómenos ocurren.
¿Por qué lo invisible (los espíritus) tiene atributos propios? ¿Cuál es el sentido de que estos agentes se den a conocer a nuestra realidad consciente? El propósito de la obra sigue la inspiradora idea del antropólogo Birgit Meyer, quien sostiene que la presencia de una “mediatización” en el mundo tangible moldea y dá forma a la transmisión de mensajes espirituales (intangibles) co-participando directamente en las cosmologías de los agentes que van a mediar, aun cuando la comunicación pueda estar ausente en tales procesos o podrían tomar formas alternativas. Según los editores, los mensajes están lejos de ser universales en la relación entre lo material y lo paranormal; en otras palabras, la postura no es que los objetos tengan “agencia”, que sean “semi-materiales”, o que incluso algo en el orden de lo invisible (paranormal) de alguna manera se comunique a través de ellos. Por el contrario, plantean el debate desde la posición etnográfica en el lugar de la materialidad y la causalidad entre agentes invisibilizados y los estados mentales de atribución. En su opinión, los editores argumentan que “las cosas con sus propiedades causales de cosa son tan esenciales para el ejercicio de la agencia como los estados mentales. De hecho, es sólo porque el medio causal en la vecindad de un agente asuma cierta configuración de la cual puede sustraerse una intención, que reconocemos la presencia de otro agente. Debido a que la atribución de la agencia se basa en la detección de los efectos de la agencia en el medio causal; en lugar de una intuición inmediata, no es paradójico entender la agencia como un factor del ambiente en su conjunto, en lugar de un atributo exclusivo de la psique humana” (p. 9).
Los editores además simpatizan con la noción de que la gente “piensa a través de las cosas” así como con la idea de que ninguna teoría puede abarcar la diversidad de formas en que la gente hace esto, porque “actividades dispares pueden generar ontologías igualmente dispares”. De modo que no hay una teoría explicativa sino un método para generar una multiplicidad de conceptos o teorías. Por ejemplo, en el capítulo del antropólogo noruego Morten Pedersen, los chamanes mongoles de Darhad visten túnicas específicas que les permiten acceder a lo trascendente ya que “el conocimiento chamánico está incrustado en diferentes artefactos religiosos, como el traje chamánico, cuyo intrincado diseño desencadena las relaciones sociales de las personas que de otro modo serían invisibles y en gran medida desconocidas”. Cada objeto e idea, cosa y concepto, pueden colapsar en esta etnografía singular. La motilidad es la clave para evitar este colapso, tanto del objeto (por ej. un polvo mágico) — marcas hechas por el adivino mientras conjura a la deidad — como del concepto (la deidad o el poder) que un adivino iniciado materializa mediante este polvo poderoso.
Hunter examina su propia experiencia etnográfica con médiums de Bristol, Inglaterra, donde triangula tanto a los espiritistas, la antigua investigación psíquica como a los parapsicólogos modernos, que continúan basándose en modelos biológicos y organísmicos en contracorriente respecto a quienes emplean modelos reduccionistas y mecanicistas para dar sentido a fenómenos que ocurren en el contexto de sesiones espiritistas. Estos marcos organísmicos y ecológicos son formas productivas para investigar los procesos mediante los cuales emergen las entidades invisibles. El antropólogo argentino Miguel Algranti de la Universidad de Buenos Aires aborda la dimensión emocional de la mediumnidad a través de un enfoque esencialmente topológico en un culto espiritista local, la Escuela Científica Basilio, que focaliza un incidente específico en el que un médium fue poseído por el espíritu de un guerrillero torturado con picana eléctrica. Algranti concluye que los espíritus y las tecnologías no son categorías opuestas. La antropóloga Gertrud Hüwelmeier del Institut für Europäische Ethnologie de Berlin examina la etnografía de los médiums vietnamitas para quienes las personas, las cosas, las tecnologías y los espíritus están relacionados y por lo tanto se podría decir que esta relación es, precisamente, las que las pone en acción.
Los practicantes de la religión afrocubana con los que ha trabajado Anastasios Panagiotopoulos en su capítulo problematiza la distancia entre la divinidad y la humanidad como noción de mediación. Por ejemplo, los oráculos sirven como “herramientas” para arreglar los problemas tal como lo esperan los dioses. Espírito Santo, por su parte, analiza a los radioaficionados que contactan OVNIs en Chile demostrando cómo múltiples actores construyen e interpretan las conversaciones de los radioaficionados. Ella emplea la noción de “difracción” de Barad como una dinámica de interactividad para demostrar cómo los ufólogos chilenos en determinados momentos, defienden versiones particulares de la realidad. Ehler Voss de la Universidad de Bremen explora a los cazafantasmas americanos, el carisma de su principal líder y los procesos involucrados en la producción de la evidencia. Según Voss, la distinción entre los medios humanos animados y los medios técnicos inanimados es resultado de un trabajo de “purificación”, porque ambos están inseparablemente conectados entre sí. Andrea Lathrop-Ligueros, curadora en museos y antropóloga, presenta un estudio de caso interesante sobre el papel de la fotografía en el reencantamiento de Occidente, a través de la capacidad de la tecnología para moldear la percepción. Ella hace una distinción entre medios “incorpóreos”, como el telégrafo y la “capacidad material y corpórea de la fotografía, para hacer empíricamente visibles las cosas, especialmente máquinas analógicas como la Polaroid, poniendo su lupa sobre las así denominadas fotografías del pensamiento de Ted Serios, quien con sus pensamientos decía poder “materializar” imágenes
En una línea similar, el capítulo de Renzo Taddei, un meteorólogo de la Universidad Federal del Estado de San Pablo, analiza el potencial de atravesar las fronteras entre la ciencia y el espíritu. Pone como ejemplo a la ciencia de la meteorología, que se ocupa de un intangible como el clima; por ejemplo, las ciencias del clima exigen una “completa deconstrucción de algunas de las intuiciones fenomenológicas más básicas de la realidad y su posterior reconstrucción sobre nuevos cimientos fantasmagóricos”. Un chaman que dice intervenir sobre los cambios climáticos genera un problema de interpretación en la delgada línea entre los límites de las predicciones meteorológicas y su “intervención” en el sistema climático. La antropóloga cultural Anne Dippel, después de su estudio etnográfico con físicos nucleares del CERN, un laboratorio de investigación franco-suizo de alta performance, analiza el productivo diálogo entre la cosmología “encantada” indígena y la cosmología científica occidental. Según Dippel, las partículas también funcionan como parte de un mundo donde las personas están habitadas por campos invisibles. Finalmente, el antropólogo social Ruy Blanes de la Universidad de Gotenburgo explora la objetivación y materialización de la brujería en la comunidad ndoki en Angola, a través de la noción de “paralaje”, esto es, un cambio de posición y perspectiva que permite rastrear los efectos y las consecuencias de los reinos invisibles. Los ndoki se comunican a través de un lenguaje simbólico conocido como “presentificación”, que se distribuye a través de múltiples medios poliédricos, manifestando su “poder fantasma” incluso en la propia ciudad de Luanda. Blanes emplea una técnica paraláctica para describir su etnografía donde el mismo antropólogo acaba siendo un componente inexcusable de la dinámica de la materia.
Finalmente, la obra concluye con una amplia bibliografía, notas, ilustraciones, fotografías y citas al pie que documentan la discusión etnográfica en la constitución de lo material y la invisibilidad de los fantasmas y las entidades dotadas de atributos, contribuyendo a una mirada nueva y refrescante para la comprensión del complejo mundo de las espiritualidades en culturas antagónicas y distantes de oriente y occidente. De hecho, ambos editores son autoridades en su propio campo que han unido esfuerzos para tercerizar la producción de esta rica colección de ensayos.
PÓCS, Eva & ZEMPLENI, András (2022). Spirit Possession: Multidisciplinary approaches to a worldwide phenomenon. Budapest: Central European University Press. ISBN: 978-963-386-413-5. Pp. 542. Compilada y editada y por dos antropólogos húngaros expertos en el fenómeno religioso de la posesión espiritual (no sólo la típicamente demoníaca), Spirit Possession es una pieza clave para comprender una de las prácticas más ampliamente extendidas desde el más remoto chamanismo hasta el presente a causa de la diversidad de formas en su representación transcultural. De Oriente a Occidente, los antropólogos que operan en el campo de las culturas no europeas en general, rara vez se involucran en estas discusiones con colegas que investigan la etnología europea. Sin embargo, en 2010, Éva Pócs, co-autora de este libro de la Universidad de Pécs en Hungría, aceptó el desafío de un ambicioso programa de investigación centrado en la religión y las creencias populares de Europa central y oriental y otras provenientes principalmente de África occidental, donde se encontraron por primera vez para discutir en un contexto terapéutico el tema de la posesión de espíritus. A pesar de sus perspectivas divergentes, se sorprendieron por dos cosas: por un lado, la riqueza y diversidad de los fenómenos de posesión en muchas culturas africanas pero aún más en las europeas; por otro, la asombrosa escasez de estudios comparativos acerca de estas similitudes y diferencias de los fenómenos observados en estos dos campos culturales. Desde los tiempos del análisis occidental de la posesión espiritual descrita por historiadores y etnógrafos contemporáneos como Traugott Oesterreich, Henri Jeanmaire y Erica Bourguignon, este nuevo libro aspira a construir los primeros puentes entre áreas de investigación separadas que formulan preguntas básicas de la antropología comparada acerca del posesión. De hecho, aunque muchos estudios antropológicos tienden a explorar el contexto histórico-social de los fenómenos de posesión, los antropólogos que practican trabajo de campo en sitios remotos no europeos necesitan aprender el idioma de estas culturas para captar la complejidad, metáfora, cualidad simbólica e interpretaciones locales de la experiencia de posesión. Un objetivo de los editores (y autores) es hacer más aguda la categoría de posesión espiritual, y revisar sus relaciones y límites con los fenómenos relacionados a ésta. De hecho, uno de los emergentes más importantes de la globalización es el surgimiento de nuevas formas de sincretismo, fronteras étnicas, nacionales, continentales y religiosas (por ejemplo, los movimientos carismáticos pentecostales). Después de una clara introducción de András Zempléni, la obra se divide en cuatro partes. La primera, “Constelaciones Actuales de los Conceptos de Posesión Espiritual”, incluye un análisis del vocablo posesión con énfasis en la región de la India (Ginés Tarabú), la discusión acerca del concepto de “incorporación” y porque las religiones afrodescendientes de Brasil rechazan esta categoría en sustitución a “obsesión” (Bettina E. Schmidt), el sincretismo entre la fe católica, la acción del espíritu santo y la posesión espiritual entre los miembros de algunas comunidades de Uganda (Heike Behrend), las ideas sobre posesión espiritual y prácticas anti-diabólicas en la vida religiosa de las comunidades húngaras (Eva Pocs) y el concepto de indigenidad en la posesión espiritual de acuerdo a la teoría comparada (Mary L. Keller). La segunda parte, “Transiciones y Umbrales de Cambio en Conceptos y Prácticas de Posesión”, discute en su primer capítulo los atributos y acciones de diferentes entes espirituales, espectros, fantasmas, y demonios (Tomás J. Csordas), el segundo analiza la idea de posesión como producto de un “daño” (Pierre-Henri Castel), el tercer capítulo reflexiona sobre el propósito de la posesión demoníaca entre los siglos X y XII en relación con la corporalidad (Florence Chave-Mahir), el cuarto pone énfasis en las prácticas protectoras mediante oraciones para contrarrestar tormentas de granizo producidas por “demonios acuáticos” y poderes divinos (Emanuela Timoteo) y finalmente los terrores nocturnos como actos de posesión en la cultura británica (Janine Riviére). En la tercera parte, “Transformaciones interactivas de modismos y prácticas de posesión popular y oficial”, Ida Frallich escribe sobre los diferentes tipos de espíritus que se mencionan en los rollos del Mar Muerto del Qumram, Nancy Caciola describe los fantasmas y la posesión de espíritus en la Italia medieval, Christine D. Worobec se ocupa de las concepciones religiosas oficiales y populares de la posesión demoníaca en la Rusia ortodoxa imperial, Gábor Klaniczay estudia las prácticas de curación de los poseídos en los procesos de canonización medievales, Sara Ferber describe las prácticas demoníacas llamadas “Sabat del alma” y Daniel Barth explora las ideas de posesión en el clero húngaro del siglo XVIII. Finalmente, en la cuarta y última parte, “Posesión y Realidad Social: La posesión como historiografía indígena”, Daniela Berti pone énfasis en el cuadro de posesión, la comunicación y el poder en Himachal Pradesh al norte de la India, Michele Fiéloux y Jacques Lombard revisan las crónicas familiares del contacto con los espíritus familiares en Madagascar, Janice Boddy narra su experiencia con los espíritus antropológicos y la colonización en la región de habla árabe de Sudán, Andras Zempléni explora la socialización de la posesión espiritual en Senegal en relación con el tratamiento de las enfermerdades y Michael Lambek traza paralelos entre la experiencia de posesión espiritual con la reencarnación. Debido al interés de los autores en la investigación comparativa de las religiones y las creencias populares entre Europa Central y Oriental, la investigación antropológica de la religiosidad laica, la magia popular y la investigación sobre la religión moderna, la brujería, la demonología y la investigación del folklore relacionado con las narrativas de creencias, encantamientos y otros géneros, esta obra representa la primera en una serie de compilaciones que van a esperar su turno en el futuro. Su coeditor, András Zempléni, es antropólogo y su trabajo de campo en África se centró en una experiencia pionera en el campo de la etnopsiquiatría (el status de la salud mental en las comunidades originarias): las limitaciones derivadas de abordar el diálogo intercultural de los trastornos mentales y la medicina basada en el conocimiento del Lebu Wolof (o Lebou Oulof), un idioma de Senegal y las técnicas de adivinación mundang, una lengua del sur de Chad y el norte de Camerún.
LEFF, Gloria (2021). Lo oculto: Verdad indómita. México: Editorial Psicoanalítica de la Letra (EPEELE). ISBN: 978-607-9006-09-9. Pp. 226. Gloria Leff es una psicoanalista mexicana miembro de la École Lacanienne de Psychanalyse, pionera en la práctica psicoanalítica en su país, interesada en recopilar ensayos y escritos de varios psicoanalistas que mostraron interés por la transferencia analítica y la comunicación telepática. Como muchos psicoanalistas al igual que Freud, que aceptaron públicamente el carácter genuino de la telepatía, hay un gran número de analistas posfreudianos que con idéntica hidalguía prestaron atención a la inquietante proximidad entre el inconsciente y el “saber oculto”, que requería una manera diferente de pensar al psicoanálisis, capaz de llevar al analista a adaptarse a una nueva realidad entre el material inconsciente y la producción de una acción más allá del tiempo (la precognición) y la distancia (la telepatía) para el cual no hay manera de representar y mucho menos de explicar mediante los recursos de la razón. Por ejemplo, en el primer capítulo el psicoanalista húngaro István Hollós (1872-1957), fundador de la Escuela de Budapest, se atrevió, junto con Nandor Ferenczi, a penetrar en la comunicación telepática. Estaba convencido que las psicosis eran una plataforma ideal para examinar una alternativa de interacción en la dimensión o tópica del inconsciente Su práctica con los esquizofrénicos y el ejercicio del análisis en el seno de esa práctica le permitió percibir lo siniestro y perturbador de la maquinaria inconsciente y aquello que está – o parece estar – fuera del sentido común. Hollós consideraba al “problema de la telepatía” como un límite para el psicoanálisis; un límite a menudo peligroso para la interpretación del analista en virtud de las consecuencias letales que ponen en tela de juicio la “objetividad/subjetividad” del analizante a causa de la no-permeabilidad de los límites del inconsciente. Freud estaba convencido de que el psicoanálisis debía ocuparse de los temas de interés para los ocultistas de su época. Sin embargo, debemos señalar que el “ocultismo científico”, un equivalente a parapsicología o espiritismo/esoterismo, era una expresión común entre los intelectuales de la República de Weimar. Por ejemplo, Freud escribe acerca de un “sueño profético” en 1915 a propósito de los desgarradores comentarios de Ferenczi advirtiendo que dos de sus hijos iban a morir. Esta experiencia lo llevó a modificar su relación con la ciencia y a abrirse sobre el porvenir del psicoanálisis. La interrelación entre telepatía y contratransferencia, así como la confusión generada por tal temática después de Freud, son el objeto del segundo capítulo. Lo central es la vivencia de la telepatía en el contexto transferencia, las formas de dar cuenta de ésta y sus implicaciones analíticas al confundir el fenómeno transferencial con la experiencia telepática. George Devereux publicó Psychoanalysis and the Occult, a principios de los años cincuenta del siglo pasado, considerada aún hoy como una de las obras más completas sobre el tema. Devereux redactó un resumen del artículo de Hollós para dar a conocer a los lectores las ideas del psicoanalista húngaro, sobre todo porque tanto los defensores como los detractores de la telepatía consideraban que su trabajo era una de las principales aportaciones al tema. La autora presenta el artículo de Hollós en el tercer capítulo, para determinar hasta qué punto dar lugar a la telepatía supone una potencial controversia para el psicoanálisis y presenta las consecuencias de haber marginado este tema del psicoanálisis. En el cuarto capítulo, Leff presenta algunas reflexiones adicionales sobre el lugar desde el cual la telepatía interpela al psicoanálisis. El estudio de Hollós sobre los “problemas telepáticos” anticipa el problema de la locura. En la segunda parte, Leff examina de cerca los avatares de su vida, las circunstancias que lo rodearon y el ejercicio analítico que lo llevó a un abordaje de la locura tan novedosa para su época. Gracias al trabajo de traducción y publicación de Journal Le Coq-héron, una revista francesa que ha difundido la obra de Ferenczi y sus repercusiones en el campo del psicoanálisis, la autora tuvo acceso a dos de los principales escritos de István Hollós. En el primero, Psychopathologie des problémes télépathiques quotidiens [Psicopatología de los problemas telepáticos cotidianos] (1933), Hollós deja constancia de sus observaciones sobre algunas de sus experiencias telepáticas en el contexto analítico. En el otro, Mes adieux á la Maison Jame [Mi despedida de la Casa Amarilla] (1927), narra sus memorias como director médico del hospital psiquiátrico más importante de Hungría. Con la introducción de Eva Brabant, esta obra da a conocer a esta figura excepcional en el campo del psicoanálisis, cuya experiencia pionera se perdió entre los horrores del nazismo y el comunismo en Hungría. En suma, el lector encontrará cuatro de las problemáticas que Hollós anuda con la locura. Lacan no hace ninguna mención explícita a István Hollós, aunque se escuchan resonancias de su postura respecto a la locura, el lenguaje y el lugar del analista en algunos de sus seminarios al aventurarse al mundo de la locura, del mismo modo que Hollós irrumpió con la psiquiatría, la medicina y las instituciones mentales de su época.
VECCHIO, Diego (2022). El demonio telepático. Buenos Aires: Mardulce. ISBN: 978-987-3731-76-1. Pp. 200.
Diego Vecchio es un reconocido autor traducido a varios idiomas, que examina la obra de Mario Levrero (1940-2004), un escritor y humorista uruguayo de amplia popularidad en medios literarios argentinos y uruguayos, que mostró gran interés por diversos temas, entre los cuales la parapsicología ocupo un lugar de curiosidad e intriga. Vecchio, docente de literatura latinoamericana en la Universidad de Paris (Vincennes-Saint Denis), revisa la obra de Levrero en busca de conexiones entre los intereses mundanos de Levrero con la hipnosis, el espiritismo y las así llamadas “prácticas ocultas” que atraparon su interés en su Montevideo natal y Argentina. Levrero fue autor de Manual de Parapsicología de 1979 (un pequeño libro de cien páginas publicado por Ediciones de la Hurraca), rara vez citado por otros parapsicólogos argentinos, que sintetiza en parte algunos de los títulos previos del sacerdote jesuita español radicado en Brasil Oscar González-Quevedo (1932-2019), fundador del Centro Latinoamericano de Parapsicología (CLAP) en Brasil, que era muy popular en radio y TV en los años setenta pero a quien el autor nunca conoció (aunque en su dedicatoria menciona a Dándolo Torri Pace, que representaba al Pde. Quevedo en Uruguay). Una de las razones por las que posiblemente Levrero, como tantos otros, sentían fascinación por Quevedo sin duda era la habilidad para bautizar y describir (a veces también explicar) muchos fenómenos inexplicables “que entran en la bolsa” de la parapsicología, cuyos vocablos desbordan e inundan el manual de Levrero. A partir de entonces, Vecchio despliega su análisis balanceando las creencias y descreencias de Levrero en torno a los fenómenos paranormales, así como el problema del inconsciente, los sueños, la hipnosis y las medicinas alternativas que estuvieron florecientes desde los años sesenta.
Vecchio sostiene que “la parapsicología aparece como el reverso del psicoanálisis; un psicoanálisis de otro planeta, la ciencia del inconsciente espectral, clase B.” Con sentido del humor, el autor se involucró en la lectura de las historias de Levrero como dictadas por un demonio socrático y escribe críticamente sobre la parapsicología. Rastrea los highlights de la parapsicología, su status científico y sus mixturas con otros saberes esotéricos y ocultistas (González Quevedo nunca fue “ex sacerdote”, bien por el contrario continuó como tal hasta el día de su muerte, incluso a pesar de haber sido penalizado por la Iglesia brasilera por negar la creencia en el demonio). No obstante ello, en el primer capítulo Vecchio examina las concepciones con las que simpatizaba Levrero en parapsicología (un claro rechazo por el espiritismo) y exalta la figura de Rhine, Richet y de Freud mismo como otro simpatizante de lo paranormal. En el capítulo tres y cuatro, el autor pone más énfasis en el espiritismo, las hermanas Fox, el kardecismo y la aproximación científica de algunos reconocidos sabios de fines del siglo XIX y principios del XX así como las manipulaciones fraudulentas de muchos médiums. El capítulo quinto pone el foco en la relación entre el psicoanálisis con el ocultismo, los diálogos ambivalentes de Freud y Jung acerca de la existencia de la telepatía y los espíritus que motivaron la tesis doctoral en medicina de Jung y el interés de otros posfreudianos por la telepatía, los sueños y las profecías, como S. Ferenczi. El capítulo sexto aborda en concreto a la parapsicología a la que califica como ciencia suicida bajo el amparo de Rhine y sus métodos matemáticos, pero advierte que: “El precio que tuvo que pagar por este mitigado reconocimiento de la comunidad científica fue la eliminación del sujeto espectral. Renunciando a un saber mediúmnico, la parapsicología se transformó en un saber anémico, por no decir esquelético. El dispositivo parapsicométrico inventado por Rhine despejó al sujeto espectral de todas las cualidades.” (p. 97). El autor advierte que la parapsicología lleva una “vida envidiable sobretodo en la cultura de masas” reificada a través del cine fantástico y de terror, encontrando un espacio más literario y ficcional que científico.
Finalmente, en la segunda parte de la obra, el autor nos introduce aun más en profundidad en la vida onírica de Levrero y la continuidad de su obra literaria, concluyendo que: “Hay en Levrero varios “Levreros”: uno que descree, otro que cree un poco y otro que cree mucho más […] Esa entrada, con gesto levreriano, conduce a un universo más expansivo y dislocado que, para simplificar, aúna el espiritismo, las sombras y múltiples recodos.” El diablo telepático sigue el mismo espíritu de Roberto Artl con Las ciencias ocultas en la ciudad de Buenos Aires en los años veinte, aunque menos pesimista que Artl. Cuando en 1980 publica su Manual, describe fenómenos producidos por el inconsciente que no se manifiestan en sueños, ni lapsus, ni actos fallidos, sino en la aparición de fantasmas, telepatía, casas encantadas, premoniciones y la escritura automática. Diego Vecchio presenta un análisis del interés de Levrero por lo sobrenatural para alinear su obra literaria como yo mismo lo hice hace más de cuarenta años, entre mis primeras lecturas cuando inicie mi propio interés por la parapsicología.
|
Noticias |
El Instituto de Psicología Paranormal comenzará la “Tecnicatura Superior en Parapsicología” en 2023 a cargo del equipo docente del IPP de un año de duración, cuyo eje central gira en torno a temas tales como ¿Cómo distinguir lo normal de lo paranormal?, Percepción Extrasensorial y Psicokinesis: El poder de la mente sobre la materia, Estados Alterados de Conciencia y la PES, Cómo enfrentar a las experiencias paranormales, Apariciones, Experiencias Cercanas a la Muerte, Experiencias Extracorporales, Reencarnación y Memoria Extracerebral, Transcomunicación Instrumental, entre otros temas. Este programa está destinado a formar idóneos en este campo para comprender sus propias experiencias psíquicas y las de otras personas, servir como una herramienta para la investigación y una guía para la futura enseñanza. El inicio de la actividad será a partir del día Sábado 15 de Abril de 11 a 18hs. (nueve encuentros hasta Diciembre). Para más informacion e inscripción on line (clases sólo presenciales) ver: : http://www.alipsi.com.ar/tecnicatura-superior-en-parapsicologia/ A lo largo de ocho encuentros, se dictará el Taller Superior de “Sensibilidad Psíquica y Espiritual”, que planea explorar la así llamada sensibilidad psíquica, sus mecanismos inhibidores y facilitadores, distinguir la sensibilidad psíquica de meras fantasías y conducir experiencias prácticas sensibilidad. El primer modulo será “Sensibilidad Psíquica & Intuición” específicamente, que permitirá una introducción a prácticas psíquicas y psicometría. El segundo módulo abordará el campo de la “Radiestesia & Geobiología” basado en radiestesia física y psíquica, tele-radiestesia y sus aplicaciones, interpretaciones y metodología radiestésica; el tercer módulo abordará “Campos Sutiles” basado en el concepto de aura y bioenergía, magnetismo animal y otras formas de radiación, bioelectricidad y efecto Kirlian y técnicas para detectar el aura; el cuarto módulo está dirigido a examinar la “Sanación Energética & Espiritual”, el chamanismo y otras prácticas de sanación espiritual; el quinto módulo abordará la así llamada “Subyugación espiritual y mental” analizando la relación entre la espiritualidad y la práctica psicoterapéutica, estados creativos, psicóticos y extáticos y la clínica transpersonal para experiencias místicas y religiosas; el sexto módulo pone énfasis en las “Premoniciones y profecías” en sueños, visiones, las premoniciones “científicas y literarias”, dibujos proféticos, y la percepción anticipatoria y presentimiento. Finalmente, en el módulo 7 introducirá la “Mediumnidad & Canalización”, su abordaje transcultural o “etno-mediumnidad” y las variedades de la experiencia mediúmnica. El taller consta de siete horas con exposiciones teórico-experienciales a cargo de expertos renombrados, textos y proyecciones de PowerPoint comprensibles y didácticos. El inicio de la actividad será a partir del día Sábado 20 de Mayo de 11 a 18hs. (nueve encuentros hasta Diciembre). Para más información e inscripción on line (clases sólo presenciales) ver:: http://www.alipsi.com.ar/sensibilidad-psiquica-espiritual-2023/
|
Revistas recibidas |
Skeptical Inquirer. Vol.46, No. 5, Septiembre/Octubre 2022. Journal of Parapsychology. Vol.86, No 2, Primavera 2022.
LIBROS DE PROXIMA REVISION
ARMUS, Diego (Ed.) (2022). Sanadores, Parteras, Curanderos y Médicas: El arte de curar en la Argentina moderna. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. ISBN: 978-987-719-344-2. Pp.370.
|
E-BOLETÍN PSI. Vol.18, No.1, Enero 2023 |
Reconocido con Personería Jurídica Resolución No. 1167/04 de fecha 17 de Septiembre de 2004. E-Boletín Psi ® es un producto del Departamento de Publicaciones del IPP diseñado por Jorge Brandán y fundado por Alejandro Parra. Todos los derechos reservados. Los artículos de esta publicación están protegidos bajo la Ley Nacional (Argentina) de Propiedad Intelectual No. 11.723. El E-Boletin Psi ® es una publicación inscripta en la Dirección Nacional de Derecho de Autor bajo el No. 713462. La reproducción total o parcial, venta, distorción dolosa o falsificación del contenido intelectual del presente boletín está penado por ley (art. 172 del Código Penal). E-Boletín Psi ® aparece tres veces por año (Enero, Mayo y Septiembre) y su distribución es gratuita. Las fechas límite para presentar artículos y noticias serán el 2 de Diciembre (Enero), 2 de Abril (Mayo) y 2 de Agosto (Septiembre) correspondiente a cada número. Toda correspondencia debe ser dirigida directamente a su Editor Jorge Villanueva (email: jovillanu@yahoo.com.ar).
Traducciones |
Reenvíe este Boletín a un amigo/colega interesado. Si desea suscribirse a esta publicación en el futuro, envíe un mail a jovillanu@yahoo.com.ar Para no recibir más el Boletín, envíar un mail a esa dirección y en el "asunto" escriba "Remover". INSTITUTO DE PSICOLOGIA PARANORMAL Salta 2015 (C1137ACQ) - Bs. As. Argentina - Telfax: (+5411) 4305-6724 - (15) 6161-1376 - jovillanu@yahoo.com.ar |